El Abogado Como Asesor

Published on January 2017 | Categories: Documents | Downloads: 65 | Comments: 0 | Views: 280
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LEY DE ABOGADOS. ARTÍCULO 3. DISPOSICIONES GENERALES Para comparecer por otro en juicio, evacuar consultas jurídicas, verbales o escritas y realizar cualquier gestión inherente a la abogacía, se requiere poseer el título de abogado, salvo las excepciones contempladas en la Ley. Los representantes legales de personas o de derechos ajenos, los presidentes o representantes de sociedades cooperativas, asociaciones o sociedades civiles o mercantiles que no fueren abogados, no podrán comparecer en juicio a nombre de sus representados sin la asistencia de abogados en ejercicio. ARTÍCULO 15. DE LOS DEBERES Y DERECHOS DE LOS ABOGADOS El abogado tiene el deber de ofrecer al cliente el concurso de la cultura y de la técnica que posee; aplicarlas con rectitud de conciencia y esmero en la defensa; ser prudente en el consejo, sereno en la acción, y proceder con lealtad, colaborando con el Juez, en el triunfo de la Justicia. EL ABOGADO COMO ASESOR. Licenciado, gusto saludarlo, nos veremos luego, aunque si no nos vemos mejor porque si lo veo es porque estoy metido en un lío. Frecuentemente escucho esa frase, no solamente en mis encuentros con la gente, sino básicamente en la interacción de la gente con cualquier abogado (¡por eso no lo tomo personal. Lo que refleja esa frase es el tipo de experiencia de esa persona con abogados. Es decir, que la interacción de esa persona con un abogado fue cuando tuvo un problema legal. Y es que generalmente la gente busca a un abogado para que le represente en un caso criminal o un caso civil, mayormente asuntos de familia (divorcio y pensiones alimentarias) y daños y perjuicios extracontractuales (accidentes). Por tanto, la figura del abogado se asocia con problemas y líos. Cuando el abogado se desempeña en esta modalidad, está en su función como procurador o litigante.

Sin embargo, esa noción sobre el abogado es extremadamente limitada y no permite que el ciudadano se beneficie al máximo de la figura del abogado. Y es que el abogado no solamente es un procurador de derechos y obligaciones de un cliente ante los tribunales, sino que es un asesor y consejero. En su función como asesor, el abogado aconseja a los clientes en asuntos de contratación (compraventa de propiedades, arrendamientos, reclutamiento de empleados, entre otros.), cumplimiento legal (asegurarse que el negocio o un asunto en particular cumpla con las leyes, jurisprudencia, reglas y reglamentos aplicables) y maneras de maximizar o aumentar el negocio o el caudal de los clientes (compraventa de negocios, financiamiento, planificación contributiva, planificación entre otros ). De hecho, si observamos a los negocios grandes y medianos, así como a las personas económicamente exitosas, veremos que su interacción con abogados es mayormente en la función de éstos como asesores y consejeros y no como litigantes. Eso se debe fundamentalmente a que las empresas e individuos económicamente exitosos han entendido que salen mejor consultando a su abogado antes de que surjan problemas. Incluso saben que el abogado les puede ayudar a economizar dinero y hasta hacer más dinero. Tomemos de ejemplo el área de contribuciones. Es mejor planificar para pagar lo menos posible, que luego tener una auditoría o un caso con Hacienda donde ya de por sí le costará más al cliente. Es garantía de Conocimiento, Estructura, Respaldo, Calidez Humana; Y opera como consecuencia de la fusión intelectual y moral entre Profesionales dedicados a la resolución de conflictos en sus distintas etapas, dentro y fuera del ámbito tribuna licio. La pasión por la excelencia y la búsqueda de nuevas soluciones a las demandas insatisfechas, nos llevan al desafío de crear permanentemente nuevas formas de servicios calificados, que trasladen a nuestros clientes, la seguridad y tranquilidad necesarias para el desarrollo de sus actividades. Un abogado, en su carácter de asesor, debe manifestar su punto de vista y las mejores opciones para obtener los mejores resultados, siempre en beneficio de su cliente.

RELACIÓN CON EL CLIENTE Y LA CONTRA PARTE. El abogado no puede poner-se en contacto, negociar ni transigir con la contraparte sino en presencia de su abogado o con autorización expresa de éste, en cuyo caso habrá que mantenerlo informado. En el supuesto que la contraparte no estuviese asesorada por abogado, es deseable que el abogado le recomiende recurrir a un profesional del derecho que la asesore. El abogado debe velar porque su cliente guarde respeto a la contraparte, sus abogados, y terceros que intervengan en el patrocinio. Si el cliente incurre en actitudes reprobables, el abogado debe invocarle un cambio de actitud y, de persistir, puede renunciar al patrocinio. EL ABOGADO LITIGANTE SU POSICIÓN ANTE UN CASO. Los autores que han analizado la actividad que desarrollan los abogados litigantes han concluido que deben contar con dos habilidades conocer el caso de su cliente y saberlo presentar, entonces conocer el caso del cliente implica contar con una metodología mediante la cual se analizan exhaustivamente los hechos del caso, la prueba con la que se cuenta para examinar cada uno de esos hechos y las pretensiones que se formularan con base a esos hechos y en esa prueba en definitiva se trata de preparar el caso del cliente para el proceso(judicial o arbitral) a través de la elaboración de una teoría del caso. Por otra parte saber presentar el caso de forma convincente y persuasiva implica que el litigante conozca y aplique eficazmente las técnicas de argumentación y persuasión a la hora de presentar el caso antes un juez o árbitro.

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