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Gaudy Giménez C.I. 19086678 Historia de las Relaciones Internacionales I Profesor Fernando Falcón 24/10/2011

Reseña de “La Razón de Estado y Otros Escritos” de Giovanni Botero

El Libro I de este texto se encuentra dividido en dieciocho puntos. A continuación, citaré lo que me pareció más relevante de cada uno de ellos. 1) Qué es razón de estado “El Estado es un dominio establecido sobre los pueblos y razón de Estado es el conocimiento de los medios aptos para fundar, conservar y ampliar tal dominio.” (Pág. 91) 2) Los Súbditos “Los súbditos, sin los cuales no puede haber dominio, son de naturaleza estable o inconstante; apacibles o violentos…” (Pág. 92) 3) Las causas de la ruina de los Estados “…los Estados decaen por causas internas o externas. Internas son la incapacidad del príncipe, ya sea por niñez, ineptitud o idiotez, o por pérdida de la reputación…” (Pág. 92-93)

“Causas extrínsecas son los engaños y el poder del enemigo…” (Pág 93) “De estas dos clases de causas nace otra que podríamos llamar mixta, que es cuando los súbditos se avienen con el enemigo y traicionan a la patria o al príncipe” (Pág. 93-94) 4) Qué es mayor obra, ¿engrandecer o conservar un Estado? “Sin duda que mayor obra es conservar porque las cosas humanas, por su propia índole, ya vienen a menos o ya crecen al modo de la luna, a quien están sujetas; de donde el tenerlas firmes cuando han crecido, sostenerlas en tal forma que no disminuyan y caigan es empresa de valor singular y casi sobrehumano” (Pág. 94) 5) Cuáles imperios son más durables: ¿los grandes, los pequeños o los medianos? “Es cosa cierta que son más aptos para mantenerse los medianos, ya que los pequeños, por su propia debilidad, están expuestos a la fuerza e injuria de los grandes que los devoran y se alzan con su ruina como las aves de rapiña se nutren de las pequeñas y los peces grandes de los chicos.” (Pág. 95) 6) Cuáles estados son mas durables: ¿los continuos o los discontinuos? “Los Estados discontinuos o están separados entre sí de tal forma que o no pueden ayudarse los unos a los otros

por tener de por medio príncipes poderosos, enemigos o difidentes…” (Pág. 97) “Yo diría que un gran Imperio está sin duda más seguro de asaltos e invasiones del enemigo porque siendo grande es continuo y la continuidad trae consigo mayor estabilidad y fuerza. Pero, por otra parte, está más sujeto a las causas intrínsecas de su destrucción. Pues la grandeza trae consigo confianza, y la confianza negligencia y ésta desprecio con la consecuente pérdida de la reputación y autoridad.” (Pág. 98) 7) Los modos de conservar “La conservación de un Estado consiste en la tranquilidad y paz de los súbditos y ésta es de dos clases, como también lo son los disturbios y la guerra porque, o eres perturbado por los tuyos o por los extranjeros; por los tuyos puedes ser molestado en dos formas: o porque combaten el uno contra el otro, y esto se llama guerra civil, o contra el príncipe y se dice que hay sublevación, o rebelión…” (Pág. 100) 8) De lo necesario que es la excelencia de la virtud en el príncipe “El fundamento principal de cada Estado es la obediencia de los súbditos a su superior, y ésta se funda en la eminencia de la virtud del príncipe; porque así como los elementos y los cuerpos con ellos compuestos obedecen sin desacuerdo a los movimientos de las esferas celestes,

por la nobleza de su naturaleza, y, en los cielos, los cuerpos inferiores siguen el movimiento de los superiores, así los pueblos se someten con gusto al príncipe en el que resplandezca alguna superioridad de virtud…” (Pág. 102) 9) Las dos clases de la excelencia de la virtud en un príncipe “Esta excelencia es absoluta o parcial: absoluta es en aquellos que en todas o en muchas virtudes exceden los límites de la medianía; es parcial en aquellos que en alguna virtud particular, propia de quien gobierna, superan a los otros.” (Pág. 102) 10) Qué virtudes son más aptas para generar amor y

reputación “En la primera clase ponemos aquellas virtudes que están totalmente dirigidas a beneficiar, como es la bondad, la cortesía, la clemencia y otras que podemos reducirlas todas a la injusticia y a la liberalidad. En la segunda ponemos aquellas que traen cierta grandeza y fuerza de ánimo e ingenio, aptas para las grandes empresas, como son la fortaleza, el arte militar y la política, la constancia, el vigor del alma, o la prontitud de ingenio…” (Pág. 102) 11) La justicia

“…asegurar a cada uno lo suyo…” (Pág. 102) 12) Las dos partes de la justicia regia

“…una se refiere a lo que ocurre entre el rey y los súbditos. La otra a lo que sucede entre súbdito y súbdito.” (Pág. 103) 13) La justicia del rey con los súbditos

“Los pueblos están obligados a dar a su príncipe todas aquellas fuerzas que son necesarias para mantenerlos en justicia entre sí y defenderlos de la violencia del enemigo…” (Pág. 103) 14) La justicia entre súbdito y súbdito

“Le toca luego al príncipe procurar que las cosas ocurran con justicia entre los súbditos…” (Pág. 104) 15) Los ministros de justicia

“Pero no conviene que el príncipe enjuicie y sentencie, sino que es necesario que se provea de ministros idóneos y capaces que lo suplan. Debe tener, por lo tanto, dos cuidados: el uno, la elección, el otro la conservación de los funcionarios…” (Pág. 104) 16) Del mantenimiento de la integridad de los

magistrados “Pero no basta seleccionar y usar de todo cuidado en la elección de los magistrados. Hace falta, además, usar toda cautela para que después de que sean promovidos se conserven incorruptos; por que muchos, de palomas se convierten en cuervos y de ovejas en lobos; y no hay cosa que mejor descubra el interior del hombre que el cargo de

magistrado; porque su oficio pone el poder en sus manos y es verdaderamente un bien que pudiendo hacer mal se abstenga de ello…” (Pág. 105) 17) La liberalidad

“También se hace el bien con la liberalidad a través de dos modos: el uno, librando de la miseria a los necesitados; el otro, estimulando la virtud.” (Pág. 107) 18) Advertencias para la liberalidad

“Tres advertencias son precisas para las dádivas: la primera, que no se dé a los indignos…” (Pág. 107) “…La segunda advertencia es que no se dé

inmoderadamente porque esto no puede durar mucho tiempo sin que el príncipe no extienda la mano donde no debe…” (Pág. 107) “Por último, debe cuidarse de no dar de una vez todo aquello que quiere dar, sino poco a poco, porque quien recibe queda atado con la esperanza de recibir más, mientras que recibiendo todo de una vez se retira y se las arregla con aquello…” (Pág. 107)

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