Manualde constitucion planetara para vidas mejores

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TAL VEZ TODOS LOS HOMBRES SOMOS


IGUALES: NUNCA ESTAMOS SATISFECHOS

CON UNA SOLA MUJER ...


N

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~ MA N UA L
?

Usted quiza tiene una pareja (esposa, novia, prometida
o amiga) y tal vez (por los motivos que fuere) una
amante 0 mujer con la que mantiene una relaei6n
paralela. Si esta deeidido a sostener dos relaeiones
simultanearnente, entonees tendra que estar dispuesto
a invertir tiempo, ateneiones y esfuerzo en mantenerlas
ambas.
En Manual del varrin infiel se sugiere una serie de
. aetitudes, gestos 0 aetividades reeomendables para
apliear eon su pareja oficial, a fin de mantener eon
exito el doble vinculo amoroso, de la forma mas segura
posible, y obviamente sin ser descubierto.
Todo varon que pretenda vivir impunemente su
infidelidad ha de estar dispuesto a (y mentalizarse
para) actuar como una persona analities, previsora y
profundamente detallista. Este libro es la herramienta
perfecta para lograrlo.

(DEL VARON

.
ara que su pareja

INFIEL
o 10 descubra
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ISBN 970- 732 -030 - 3

Guarzo

9 11789707 11320307

tacucas y sugerencias

c

fNnICE

M an ual del uaron infiel. Tdcticas y sugerencias
p ara que su pareja no 10 descubra
© Vicror Caballero Alvarez, 2003

Guarzo
D .R. © Ed irori al Lecrorum , SA de C.V, 2003
Antigu o Ca mino a San Lorenzo 220
c.P. 09830, M exico, D.E
Tel.: 56 12 05 46
www.lec rorum.corn .m x
venr as@lecror u m.com.mx
L.D. Books

8233 N W 68 Street

M iam i Flori d a, 33 166

Tel. 406 22 92 / 93

www.ld boo k.co m

[email protected]

Prim era edi ci6n: julio de 2003
ISBN : 970-7 32-030-3

D.R . © Foro de po rrada : Paco E Letechipia
D .R. © Portada: Cesa r Gurierrez
Ca rac rerisricas ripog raficas asegur adas conforme a la ley. Pro hib ida la
rep rod uccio n pa rcial 0 roral sin auro rizacion escrira d el ed iror.
Impreso y encu ad ern ad o en M exico
Printed and bound in Mexico

INTRODUCCION

11

LA INFIDELIDAD MASCULINA

13

Concepto
Causas
USTED

13
14

Consejos practices sobre su pareja oficial:

21
21

LA OTRA (jAH •••! ESE BOMOON QUE ENDUIZA IA VIDA)

27

Y SU PAREJA (OFICIAL)

Estrategias de seduccion
COMO

27

SEDUCIR A lAS MU]ERES

EN SITUACIONES ORDINARIAS

Ser caballeroso
Explote su actiuidad 0 profesion
(el sindrome de James Bond)
Actuar con seguridad
Notas sobre el p erfil ideal del var6n
seductor actual:
El proceso de seduccion en marcha,
,fsefiales de que?
Mas seiiales; aqui estoy; lee mi mirada
Diagn6stico del caso:
ique tipo de mujer tiene enfrente?

29
29

31
33

34
36
39
41

SrruACIONES ESPECIALES PARA IA SEDUCCI6N

.49


Los primeros sinto mas: la a ctitud de ella
bacia us ted
49

EI acercamiento encubierto
51

Propicie el siguien te encuen tro
55

Excusas para bablar ie
55

Otras excusas para reen contrarse, a unque

este p resen te su pareja
57

59

Salir con Ia amante y con la esp osa
EI encuen tro definitiuo: la confro ntacio n

sen ti mental
60

EL INICIO DE IA RELACI6N

Pa u tas a considerat:

63

63


Asuma su co n dicion de h ombre casa do


o comp rometido
64

Def ina 10 que ella puede esp erar

( 10 que le promete y 10 q ue n o ocurr i ra) ......... 67

Senate los beneficios de

uincu la rse co n usted
67

Pla nifica cio n obj etiua y ca lcu la da:

67

los mecanismos de segu rida d.
Al inicio, no h ablar m al de su conyuge
70

C6MO MANTENER EN SECREfO IA RELACI6N

Lugares p ublicos
Lla madas a su telefon o celu la t:
Com u n icaciones urgentes
Pru ebas fotograficas
Sexo seguro
Pru ebas escritas
Hora rios n o sospecbosos
Cu idado con las seiia les femeninas

73

73

73

74

74

74

7 5

7 5


76


Use el m ismo m ote con a mbas
Telefo nos co n m emoria

77

77


TACI1CAS PARA EVITAR SER DESCUBIERTO
Probibido mirar abiertamente
Use efec tos 0 articulos personates

iguales en ambos lados
Mas sobre el telefono cel u la n
Lugares de encuentro

79

79


C6MO MANlUAR lAS SUSPICACIAS DE SU PARI;)'A

89

89


Euite que se repitan becbos sospecbosos
No actu e muy solicito, eso au rnenta

la desconfianza
Ca m b ie la m odalidad de su re lacion
Opiniones que reflej an u na imagen

de fidetidad.
No confie en su m em oria, m ej or a no telo
Busque exp licaciones creibles a n te

. situ aciones increibles
Sie mpre niegue m irando a los ojos
EL PERFIL DE IA AMANTE IDEAL

No esta muy orientada b a cia
el matrimonio
No le gustan los niiios
Siste m a tica men te evita embarazarse

[ooe n e inexp erta
Lo trata como siempre soiio

0 deseo
Busca la proteccion de u n h ombre fu erte

80

8 1

82


92


93

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96

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10 3

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105

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110


C6MO SER INFIEL CON IA AMANTE.

Una tercera persona ex ige mas cautela
jCuidado con su primera amantet.
CuANDo CONCLUIR SU RELA06N INFIEL

Cuando
Cuando
Cuando
Cuando

se pone ex igen te
10 amenaz a con descubrirlo

usted tiene una nueva amante
intenta con estrategias

inadecuadas
C6MO CONCLUIR su RELA06N INFIEL

El fin de la relacion en circu nsta n cias
ordinarias y extraordinarias
Tres recomendaciones finales
CONCLUSI6N

El enfoque adoptado en este trabajo
Requerimientos de la vida adultera
La infidelida d es un sintoma

111
l11
112

INffiODVCCI6N

115
116
116
118
119
125

125
130
135
135
136

137

T

a infidelidad como hecho social es un a realidad
Lvincul ada a las relaciones de pareja; desde el rno­
memo en que la culrura occidental gana hegemonia
en el rnundo, establ ece sus valores y principios, inclui­
do el "ideal de pareja monogamica",
La historia esta lien a de episodios de grandes he­
roes y heroinas, lideres, em peradores y rein as, artistas
e intelectuales en cuya existenc ia aparece mas de una
person a vinculada sentirnentalmen re a ellos, Recorde­
mos a John F. Kennedy, Frank Sinatra, Gala de Salva­
dor D ali, Bill Clinton y muchos mas.
La infidelidad no es caracteristica exclusiva de nin­
gun sexo. Nunca 10 fue; sin em bargo, por razones cul ­
turales, morales y demas, la infidelidad de las muj eres
ha sido menos expli citada, hablada, tolerada, alenra­
da , estudiad a y asumida.
Reservo para un pro xim o trabajo el tratami ento de
la infidelidad fem enina, cuyo en camo y atractivo no
me es posible negar... sobre todo por mi condicion
masculina.
Este trabajo es un a aproximacion a la infidelidad
del uaron e intenra ten er el cuidado de no caer en el
error de ana lizar el terna desde un enfoque tipi ca­
11

mente machista. Mucho menos se propone alentar a
los hombres a ser infieles. Sencillamenre planrea asu­
mir la infidelidad de estes como una realidad y pro­
pone una "rnetodologfa" a seguir para sobrellevar la
siruacion dentro de los niveles mas seguros posibles,
para evirar asf la tan tern ida crisis que genera toda
infidelidad descubierta.
El presenre libro sera de utilidad a los hombres que
desean manrener una relaci6n paralela sin ser descu­
biertos, es decir, evitar que su pareja (oficial) tome
conocimiento del asunto. Si acaso un hombre desea
(consciente 0 inconscienternente) que su infidelidad se
descubra, este trabajo no Ie aportara ninguna utilidad.
Finalmente, deseo aclarar que, si bien el terna pue­
de llegar a estimular la morbosidad de los lectores,
este trabajo se encara seria y rigurosamenre.
En su realizaci6n se invirtierori cienros de horas
entrevistando a, y estudiando los casos de, numerosos
hombres infieles, El enfoque de la investigaci6n es
cualirativo, el cual se consider6 que podrfa aportar
una informaci6n mas rica que los frfos numeros de
aproximaciones estadisticas 0 pararnetricas.
Los varones infieles consulrados aportaron resti­
monios y sugirieron tacticas aplicadas por ellos para
evitar ser descubiertos en sus correrfas.
A usred, estirnado lector, le deseo buena suerte en
las suyas ...
A tcdos, les digo gracias , muchas gracias .

LA INFIDELIDAD MASCVLlNA

Concepto
rim ero debemos empezar por concordar en algu­
nas ideas acerca de 10 que enrenderemos a 10 largo
dellibro por "infidelidad rnasculina".
£1 var6n infiel es el que teniendo una amiga, novia,
pareja, esposa 0 am ante con la que esta relacionado
sentimenralrnente, unido 0 no en matrimonio, busca
o acepta la cornpafifa (sentimental 0 sexual, ocasional 0
permanente, pagada 0 gratuita) de otra u otras mujeres
de manera sirnultanea con su relaci6n "oficial".' Por
tanto, siempre que en el horizonte existencial de un
hombre al lado de quien ya esta una mujer, aparezca
otra, habra un caso de infidelidad.
La palabra en sf sugiere un ideal de relaci6n de pa­
reja: la exclusividad de vinculo con una sola persona
o monogamia. Esta tradici6n -como ya se sefial6­
es propia de la cultura occidental, ya que existe un
gran nurnero de culturas -unas mas difundidas y

P

1 Como se vera, en esta definici on se excluye direcrameme la
alusion a las relaciones homosexuales, en las que, par cierro,
tarnbien puede (y suele) haber infidelidad, lirnirandonos en este
caso espedficameme a las relaciones hererose xuales.

12

13

conocidas que otras- en las que se alienta y pracrica
la poligamia, culruras que se sustenran en dicha prac­
uca.

Causas
Este asunto clararnente nos lleva al terreno de la
polernica. Distintos secrores ensayan diferentes expli­
caciones para la infidelidad masculina. Aquf presenta­
mos algunas explicaciones desde el punto de vista
biogenetico, psicologico y socioeconornico.

Biologico-geneticas: la naturalezapofigama del uaron
Hace miles de afios, en la Prehistoria, cuando los seres
humanos vivian en las cavernas, su existencia cons­
tanternente resulraba amenazada: el frio extrerno, los
grandes animales salvajes, la dificulrad para encontrar
comida, las numerosas enfermedades contra las que
no habia proteccion, etcetera. Esto genera en la hu­
manidad de enronces un fuene impulso de sobrevi­
vencia de la especie, que llevo a los primeros grupos
humanos a organizarse en danes en los que la estruc­
tura social se basaba en los, llamernosle asf, "matrimo­
nios grupales" y practicas de poligamia (un hombre
con varias mujeres) y poliandria (una mujer con va­
rios hombres).
Instintivarnente, aquellos seres humanos rrataban
de lograr 10 que para la demografia acrual seria una
equiparacion entre las tasas de monalidad (enfer­
14

medades y rnuertes) y las de natalidad (embarazos y
nacimientos). Era algo puramente natural y biologico,
Este esquema reproducido durante miles de afios,
se integr6 en los codigos geneticos de los humanos,
configurando una natural predisposicion 0 impulso
(en ambos sexos) a buscar y desear mas de un compa­
nero sexual (inicialmenre con meros fines de repro­
duccion y supervivencia de la especie).
Fue con el reciente advenimiento de la civilizacion
y la exacerbacion de la moral cimentada en valores
religiosos como se insralo, en la cultura occidental, el
mandaro 0 ideal rnonogamico, es decir, la nocion de
fidelidad a una sola pareja.
Pero sabemos que la cultura es una construccion
social. En cambio, esta herencia atavica esta -y sigue
estando- alojada en los caracteres transmitidos de
generacion tras generacion como tendencias hereda­
das y, de acuerdo con las leyes de la herencia, seguira
activa rodavia durante varios miles de afios.

Psico16gicas: de fa orientacion sexual multiple
a fa fatiga [uncional
Como complernento del analisis de las caracterfsricas
biologicas de las personas, respecro de la configura­
ci6n de su estructura sexual, no podemos soslayar las
valiosas aponaciones de Sigmund Freud al entendi­
rniento de la sexualidad humana, una de cuyas con­
clusiones puede resumirse diciendo que el ser
humano tiende a fijar su atencion e interes sexual en
distinros objetos (personas).
15

Notese que estas conclusiones incluyen por igual a
hombres y mujeres. El hecho de que, en apariencia, la
infidelidad haya sido a 10 largo de la hisroria un aero
reconocido y predorninantemenre masculino, se debe
a los condicionamientos morales y sociales que la fun­
cion de la mujer ha experimentado y tenido que
soportar durante siglos en diversas culturas.
Asf se explica como es posible que la sociedad occi­
dental (caracterizada por un fuerte sesgo patriarcal)
haya podido asumir con cierta benevolencia la infide­
lidad del varon, pero que condene energicarnente la
de la mujer. No obstante, desde el punro de vista psi­
cologico, el potencial de la "infidelidad" an ida en
ambos sexos.
Por otro lado, los biologos y psicologos experirnen­
tales se refieren al concepto de "fatiga" cuando un teji­
do u organismo vivo deja de ser impresionado 0 esti­
mulado por un objero 0 hecho externo, luego de que
este entra en contacto con aquel, repetidas veces 0,
por 10 menos, la fuerza de la estirnulacion va deca ­
yendo gradualmente aun cuando se mantenga la
intensidad de accion del objero 0 hecho estimulante,
Esro significa que para lograr la misma estirnu­
lacion se debe ir incrernentando gradualmente las
cantidades 0 dosis de sustancias u objeros estimulan­
tes. Este es el mecanismo que acaba por matar a rnu­
chos drogadicros, que un dia , como producro de la
fatiga de su organismo ante la accion de la droga que
consumen, llegan a ingerir 0 inyectarse una cantidad
letal para el organismo (sobredosis).
Similar fenorneno ocurre con la afectividad
humana en materia de relaciones de pareja. Si bien
16

todos los codigos juridicos, religiosos y econornicos
consagran la familia construida con base en una pareja
monogama como el cimiento de la sociedad (occiden­
tal), en muchos casos ocurre que pasados los prirneros
tiempos de una relacion de pareja, caracterizados por
un deslumbramiento y entusiasmo iniciales, lenra­
mente, resultado de este fenorneno de "fatiga", el
varon 0 la mujer advierten que la efervescencia hacia
su pareja se va opacando y transformando primero en
costumbre, aburrimiento despues y, finalmente,
quiza, hasta el total rechazo.
El problema radica en que cuando este ciclo con­
cluye, tal vez tenemos una pareja unida en matrimo­
nio e incluso hijos como producto 0 fruto de tal
union.
Lo cierto es que sera entonces cuando, para escapar
de este desagradable estado de modorra, monotonfa,
rutina y acostumbrarniento , el varon acepta 0 busca
una nueva pareja, paralela a la oficial. En este sentido,
se puede decir que esta sera un mecanismo de defen­
sa para protegerse de esa sensacion desagradable y sen­
tirse "renovado",
Eso explica por que muchos hombres que tienen
am antes no necesariamente se planrean sustituir su pa­
reja oficial por la paralela (cambiar oficialmente de
pareja) , sino que mas bien desean vivir una experien­
cia que los alivie del desgaste producido por la antigua
relacion, que tarnbien por el imperio de las normas
sociales, jundicas, morales y religiosas se asume como
necesaria de seguir sobrellevando.

17

Socioeconomicas: las caracteristicas actuaLes
del mundo laboral
Una caract eristica tfpica del varo n es su in sercion en
el mundo laboral , esro es, tr abaja en alguna ocupa­
cion, activid ad , organizacion 0 profesion, En las ulti­
m as de cad as, el sitio que el tr abajo ocupa en la vida de
la gente ha ido en franco aumento, tanto en intensi­
dad de concentracion de energfas, como en volumen
de tiempo invertido.
Los hombres pa san cada vez mas tiernpo fuera de
casa, trabajando en la oficina , fabrica 0 puesto de tra­
bajo. Generalmente, Began tarde a casa, luego de estar
todo el dia ocupados.
En su s actividades laborales cotidianas entran en
contacto con mujeres que comparten iguales tareas;
ya sean asistentes, secretarias, eje cutivas 0 jefas, las
mujeres comparten cada vez mas tiempo laboral con
los hombres. Y es sab id o que la actividad laboral
plantea naturalrnenre tensiones, fru straciones, estres,
desgaste mental y dernas aspectos emotivos.
Gradualmente, en este am b ien te desgastante, los
hombres y las mujeres que trabajan juntos se van acer­
cando, co rn part iend o dichas tensiones, apoyandose
mutuamente a sobrellevarlas, intimando y ... cuando
menos 10 esperab an , ya acab aron en la carna, incluso,
co m o cue n ran algunos hombres, sin haberlo pensa­
do ... sin proponer selo .
Comprometidos desde ahora a un esfuerzo futuro
en la reali zacion de un esrudio serio sobre las rela­
cio nes de pareja en los ambientes laborales , estam os
ahora en condiciones de afirmar, con base en lo s datos
18

arro jad os por numerosos articulos, revist as y publica­
ciones, que en los ulrimos afios ha aurnentado drasti­
carnente el nurnero de relaciones ent re hombres y
mujeres en los lugares de trabajo .
En sfn tesis, respecto a este puntO ace rca de las
causas de la infidelidad del varon , existen por 10 m enos
tres razones de di st in ta indole que Bevan a los hombres
a ser infieles: la herencia gen etica, la estructura psi­
cologica de orientacion sexual multiple, sum ad a a un
d eseo de protegerse del aco stumbramienro que pro­
duce modorra y hastfo, y las particulares caracterfsticas
del mundo laboral que los Bevan a compartir muchas
horas y exp eriencias d e todo ripo con otras mujeres.
No de seo conduir este parrafo sin antes considerar
las probables objeciones y crfricas que estos argumen­
tos puedan despertar. Algunas personas diran que ju s­
ramente la naturaleza "civilizada" de los actuales
varones, aun ada a la racionalidad moral y los ideales
religiosos d eb ian ser suficien tes para "co riten er" este
potencial ge ne tico, 0 que quien piensa solo en su saris­
faccion com etien do ad ult erio, siguien d o sus impulsos
y para evit ar el acostumbrarniento 0 modorra es un
neurotico egofsta, 0 que el hecho de rrabajar conjun­
tarnente hombres y mujeres no les da dere cho a acabar
acos tan d ose ... etcet era.
Con toda seguridad , hay va ro n es que nunca han
cometido ad ulterio 0 nunca han sido infieles a su s pa ­
rejas 0 no vias. Aunque eso no quiere decir que en el
fondo no 10 deseen intensarnente, n i que no sientan
at raccio n por orras mujeres. Negarlo implicarfa caer
en un liri smo para el que ya no tengo tiempo ni ene r­
gias.

19

Hemos llegado a la conclusion (con base en las
observaciones y estudios realizados) de que el rnirnero
de hombres que en algun mornento de su vida sexual
act iva fueron infieles a sus parejas supera con creces al
de los que se abstuvieron de dar rienda suelta a sus
impulsos.
No nos interesa probar que tales actinides son
moralrnente correctas 0 incorrectas. No somos inqui­
sidores, sino cientfficos de la conducra que inrenra­
mos develar las zonas oscuras que se ciernen sobre un
hecho social analizado con poca seriedad, pero cada
vez mas llarnativo y frecuenre.

VSTED Y SV PAREJA (OFICIAL)

U

sted quiza tiene una pareja (esposa, novia, pro­
metida 0 amiga) y tal vez (sea par los rnotivos
que fuere) una am ante 0 mujer con la que manriene
una relacion paralela.
Si esta decidido a sostener dos relaciones si­
multaneamcntc, enronces tendra que estar dispuesto a
invertir tiempo, atenciones y esfuerzo en manrenerlas
ambas.
En este apartado se sugiere una serie de actinides,
gestos 0 actividades recomendables para aplicar con
su pareja oficial, a fin de manrener con exito el doble
vinculo amoroso.

Consejos practices sobre su pareja oficial
Su pareja es la que oficialmenre usted eligio. Eso sig­
nifica que ella tiene cierros derechos adquiridos (mas
aun si por ventura a estas alturas ya ostenra el honar
de ser la madre de sus hijos). De manera que, si usred
no ha conremplado la posibilidad de abandonarla por
su amanre, sino que mas bien desea seguir junro a
esta, debera estar dispuesto a observar una serie de

20

21

d eralles y te ne r ciertas ate nc iones imprescindibles,
co n el fin de garanri zar para ella la creaci6n y el man ­
ten imi enro de un estado de sarisfacc i6 n personal
respecro d e usted y de la relaci6n extra ma rital que
sosnene.
Esros d eralles ap u nran a lograr generar en ella ese
estado de rranquilidad co n el que se sienra seg ura en
relaci6n co n usred y su fidelidad h acia ella, para que
as! no sospec he d e nad a, abs ren iendose, por ta n to, de
ado ptar actit udes susp icaces y desconfiad as.
El objetivo p rin cip al es transmitirle a la pareja ofi­
cial un firrn e y claro m ensaje, perfe ctarn ente ilustr ad o
en cl tftulo de uno de los exitos del ca nra uro r lat in o
Luis Migu el: "Tu 0 ni ng u na".
Este men saje se pu ed e transrnitir a partir de la p ues­
ta en practica de gesros 0 actitudes que de noten pa­
si6n, que indiquen que esta sigue tan viva como en los
prim ero s tiempos (au n cuan do ya este ago n izando) .
Algunas de estas estrategias incluyen 10 siguienre .

a) Regalos
No deje de obsequiar pequefios (0 grandes) regalos a
su esposa 0 pareja, co mo seg ur am enre 10 h acfa en los
primeros tiernpos d e la relaci6n . Los du k es, choco­
lates 0 un ramo de rosas sin rnotivo aparente, 0 fuera
de los dfas especiales, le rrans rnitiran a ella la sen­
sac i6n de que usred sigue fielmenre ena mo rado d e ella
como quiza 10 est uvo alguna vez.

22

b) Invitaciones a comer
Ordi na ria meme in vite a su esposa a un restau rante
elega nre 0 ac uda co n ella a sirios donde sus princip ales
am istades los en cu enrren co n frecuen cia. Esta expe­
riencia resultara muy em oc io na me para ella y la had
sen tir que usted se sien te orgulloso de estar a su lad o ,
ya que 10 asume en publico freme a sus conocidos y
freme al m un do en gene ral.

c) Fines de semana intimos
En cuanro sea posible, arregle pasar algunos fin es de se­
m an a junros y solos(si tien en nifios, p6ngase de acuer­
d o co n una persona 0 fam iliar de co n fianza para que
los cu ide durante la salida). Corn po rtese de forma
sensi ble y pruebe 10 b ien que Ie hara a ella desp er tar­
la co n el desayuno servido por usted para agasa ja rla;
de hech o , prepare usted m ismo los alimen tos y no
olvide el in faltable ramo de flores jun to a la bandeja
del desayuno. Esro crea para ella jun ambienre de
pelfcul a!

d) A nive rsarios
Por mas oc upad o que usted se enc uem re d isfru tando
de la co rnpa fifa de su n ueva amigui ta 0 arnante, nun ­
ca, jarnas se olvid e del an iversario de bodas. Esre
hech o es un pecad o imperdo na ble para las esposas y
es la sem illa d e la que bror a y erece co n inusirada
velocida d la d escon fian za y la sospecha d e q ue, en
realidad, h ay una tercera perso na en la relaci6 n.
23

Si usred es un ejecutivo 0 empresario, por 10 menos
encargue a su asistente 0 secreraria comprar un obse­
quio. Si no le es posible 0 conveniente (quiza parque
su amante es su secretaria), pruebe, de entre las
numerosas opciones de venta que hoy se disponen
para este medio, encargar par telefono el pedido.
Finalrnente, opte por pedir a un amigo 0 conocido
el favor de realizar la compra por usted, pero nunca,
en ningun caso, deje de mostrarle a su esposa que
tiene bien presente la fecha y que la celebra al igual
que ella.

e) Campania
Par mas aburrido, incornodo 0 desagradable que le
resulre, si esta decidido a obligarse a mantener su ma­
trimonio.? no deje, de tanto en tanto, de acompafiar
a su esposa a realizar algunas compras, ir al super­
mercado 0 compartir una caminata mirando esca­
parates.
Estas actividades les encanran a las mujeres, y rea­
lizadas con el hombre de su vida les resulran alta­
mente estimulantes, Son las actividades que llevan a
conduir a una mujer que su hombre es un buen com­
pafiero.

j) Didfogo
Cuando usted se de cuenta que su esposa necesita
charlar, cornpartir ideas 0 sentimientos, prestese a
ello, pues generara un espacio esrimulante de dialogo
en el que ella se sentira satisfecha y correspondida, y
no alimenrara su predisposiciori -llegado el momen­
t a - a prestar atencion a las infaltables habladurias
que sobre usted y su relacion paralela seguramente se
iran tejiendo de alguna manera. Recuerde: las mujeres
necesitan dialogar con sus parejas para sentirse felices
y seguras. En cuanto pueda, hagalo usted con su
esposa.

g) Sexo
iNo olvide que su esposa es un ser de carne y huesol,
por 10 que resulra irnportante que le asegure su corres­
pondiente cuota de satisfaccion sexual. Ademas ... ~ya
ha probado 10 que se siente hacer el amor, el mismo
dfa, con su esposa y con su arnante? Lujurioso, ~no?
Si aun no 10 ha hecho, le apuesro a que usted algu­
na vez 10 ha pensado. Ande, anfrnese. Vera que la
experiencia valdra la pena.

2 Si bien 10 mas saludable para cualquier persona serfa no per­

manecer allado de alguien con quien no es feliz, estarnos cons­
ciemes de que existen no pocos casos en los que, por diversas
razones, algunas personas optan por obligarse a sf mismas a
sobrellevar una relacion, aun cuando estan plenameme cons­
ciemes de que no les satisface.

24

25

LA JJoTRA"

(jAHL.. ESE BOMB6N

QVE ENDVLlA LA VIDA)


n cuanto a la "otra", quiza rodavia haya mas que
decir que sobre su esposa 0 pareja oficial.
Lo primero que sera interesante analizar tiene que
ver con el inicio de la relacion, las esrrategias de
seduccion que se utilizan ordinariamente y en situa­
ciones especiales. Luego siguen unas notas imporrantes
sobre los aspectos recomendables de tener en cuenta
desde el inicio mismo de la relacion, y posteriormenre
nos explayamos en como sobrellevar este vinculo pa­
ralelo, con la mayor "segur idad" posible, una vez que
este ha empezado.

E

Estrategias de seduccion
a) Una nota iniciaf sobre fa seducci6n
Aunque le pese a las feministas recalcirrames (de las
que por suerre cada vez quedan menos ejemplares), el
hombre sigue (y seguira) siendo un "cazador" por
excelencia.
Las mujeres que asumen su femineidad sin conflic­
tos, no solo aceptan de buena gana esta naturaleza
27

masculina activa 0 depredadora, sino que disfrutan
trernendamenre cuando se sienten la "presa elegida"
por el varon-cazador, convirtiendose a partir de ahf en
el centro de los esfuerzos de seduccion masculinos.
De manera que la seduccion es fundamental (por
10 hermoso y excitanre) en el proceso de gesracion del
vinculo hombre-mujer, y especialmente si el hombre,
o ambos, estan ya comprometidos en pareja con otras
personas.

COMO SEDVCIR A LAS MVJERES EN

SITVACIONES ORDINARIAS


ara los fines de este trabajo, consideramos como
ordinarias las situaciones en que usted no necesita
tamar precauciones especiales para lanzarse de lleno a
seducir a alguna femina que se le atraviesa en su ca­
mino, tan solo por el hecho de encontrarse en ese
mornenro lejos de su casa, solo 0 sin la presencia de
familiares, y especial mente de su esposa 0 pareja. En
situaciones en las que no sera necesario extrernar
cuidados para que nadie (del grupo de las personas
citadas) se percate de sus acciones, y pueda usted abo­
carse tranquilamente a "cazar" la presa elegida.
Las siguientes estrategias que sugirieron nuestros
entrevisrados han demostrado ser altamente eficaces
para acercarse a una mujer con fines seductares.

P

Ser caballeroso

Hoy, el mundo moderno, ajetreado, frio, insensible y
acelerado predispone en general a las personas a con­
ducirse de manera poco gentil y, en el caso de los
varones, poco caballeresca. Aquellas doradas epocas
en que el varon se inclinaba reverente ante una dama,
le ofreda su brazo para cruzar una calle, le abria una
puerta como gesta de cortesfa y le cedta el asiento en

28

29

un sitio publico, desafortunadamente se han ido per­
diendo por el mal entendido proceso de "igualdad de
generos", que no es otra cosa que un desagradable y
confuso estado al que algunas mujeres arrastraron a
sus congeneres en nombre del mal Hamado feminis­
mo. En realidad, la igualdad de generos es una reali­
dad en materia de derechos sociales y civiles. Pero en
materia biologica y afectiva (psicologica) , el hombre y
la mujer no son iguales, ya que, de manera natural,
ella necesita una arencion y un trato, entre otras cosas,
diferentes al del hombre.
De hecho, la liberacion femenina y la igualdad de
generos hace que actualrnente muchos varones hayan
abandonado estas practicas, antafio muyarraigadas en
la conducta de todo hombre que se precie de ser un
caballero. Sin embargo, las mujeres de la nueva gene­
racion afioran y ansian recibir esos gestos de cortesia
y caballerosidad que hace tiempo sus abuelos tenian
hacia las mujeres de su epoca y que sus madres se
encargaron de hacerles sentir culpables por apreciar.
Por ello, una herramienta poderosa para atraer,
seducir y conquistar a una mujer puede ser simple­
mente la cortesfa, Pruebe y vera el impacto que causa
en una dama que usted Ie abra la puerta para ingresar
al centro comercial, subir a1 auto, que se levante y Ie
ceda un lugar cuando se encuentren en un sitio bas­
tante concurrido donde no hay asientos desocupados,
entre otros,

JO

Explote su actividad 0 profesion
(el sindrome de James Bond)
Segun la teo ria de la seleccion natural de Darwin, los
individuos mejor dorados, los mas fuerres, son los que
sobreviven. En los seres humanos esto se traduce de
varias maneras: una se relaciona con la dinarnica del
esrablecimiento de las relaciones de pareja. (Esto tiene
que ver con los criterios que, al igual que las hembras
de otras especies animales, adoptan esras al elegir al
macho con que se aparearan.)
Esto significa que, naturalmente, las mujeres bus­
can trabar relacion con hombres interesantes, no co­
munes, especiales, entre otros rasgos. Tal diferencia se
establece muchas veces, entre otras cosas, por la acti­
vidad que desernpefia el varon . La misma, de acuerdo
con sus caracterfsticas, puede ser vista por las mujeres
como un distintivo que 10 aparta del resto de sus con­
generes y 10 convierte en un especimen interesante
con quien formar una pareja, para engendrar hijos
"mas fuertes y que sigan mejorando la especie",
Este aparcnte aspecto venrajoso de la actividad de
un hombre es 10 que se denomina el sindrome de James
Bond. En las peliculas sobre este personaje, las mu­
jeres caen rendidas a los pies del apuesto y valiente
espia que en las mas arriesgadas misiones se juega la
vida y salva al mundo del malvado delincuente 0 del
cientifico loco.
Aunque usted carezca del atractivo de los acto res
que encarnan a James Bond, quiza pueda ingeniarselas
para aparentar que su actividad laboral 0 profesion es
tan atractiva 0 similar a la condicion del famoso espia.

31

Por suerte para los lectores, no es posible delimirar
de manera clara el especrro de acrividades 0 profe­
siones que mas seducen 0 exciran a las mujeres. Esta
comprobado que es la forma de represenrar 0 asumir
el papello que lireralmenre subyuga de enrrada a una
mUJer.
En efecro, igual adrniracion causan hoy en las
mujeres ranro el desernperio de actividades 0
profesiones tradicionalmenre masculinas, como las
de torero, boxeador, ejecutivo de empresa 0 cirujano:
o las que por cuesriones dernograficas y de perfil
hasta hace poco eran predominanremenre femeninas:
bailarfn de ballet, decorador, puericultor, etcetera.
Lo que es evidenre es que, independienremenre de
la acrividad, el requisiro para causar adrniracion en las
mujeres es tener un mediano 0 gran exito en el desem­
pefio de aquella, Esto es, alcanzar cierto grade de re­
conocimienro, reputacion y aprecio en dicha activi­
dad. De manera que para las mujeres siempre sera
preferible un renombrado chef que un oscuro y me­
diocre abogado sin horizonres.
Si usted, estimado lector, es del ripo de hombres
que se puede decir ha destacado -aunque sea media­
namente- en su acrividad laboral , carrera 0 profe­
sion , enronces tiene en sus manos un recurso impor­
ranre para seducir a las mujeres.
Por ejemplo, uno de nuesrros entrevistados era
vendedor de seguros. El, para efecro del conracto con
mujeres candidaras a ser seducidas, siempre tenia a
mana una muy bien disefiada tarjeta (aparenremenre
de negocios), en la que se presenraba como experro
asesor en siruestros.
32

Cuando andaba en la calle y vela a una mujer
(bonita) que acababa de tener un accidenre de transi­
to, cual caballero que desenfunda su espada para
impresionar a la joven doncella, extrafa su rarjera y
corria presto al encuenrro de la desaforrunada. Luego
de una alardeanre presentacion, se ofreda para aseso­
rar (sin compromisos de tacturacion) a la dama, ase­
gurarle dar los pasos necesarios que le garanrizaran en
el fururo inrnediato el correspondienre resarcimiento
de parre de su compafiia aseguradora.
Y como dicho proceso implicaba el suminisrro de
cierros datos rales como relefono, lugar de trabajo y
otros, bastaban a nuestro seductor unos pocos con­
tactos 0 encuenrros para conducir irremediablemenre
a la dama hacia sus reales aposenros.
En todo este proceso, el secreto para impresionar a
la "victima" era el amplio y profundo conocimienro
del rubro de los seguros y de las exigencias burocrati­
cas de esas empresas hacia sus clienres.
Con este ejemplo se ilusrra muy bien como deter­
minada profesion 0 actividad laboral puede ser el gan­
cho inicial con el que se arrae la curiosidad 0 interes
de una mujer.

Actuar con seguridad
Dedamos que en general se ha perdido la imponenre
presencia de los hombres que impresionan a las
mujeres con su personalidad y aplomo.
Los varones que aun hoy logran rescatar 0 man­
rener a flore tales atriburos, obtendrfan grandes con­
33

quistas entre el genero femenino. En efecro, para elias
no hay nada mas impactante que un hombre que les
dernuestra una profunda seguridad en sus gestos, sus
palabras, en su andar, en rodo.
Pruebe inrerceptar sin rodeos a una desconocida en
una tienda, presentese con su nombre y apellido;
entreguele su tarjeta de negocios, pero sobre todo
mfrela a los ojos firme y directamente, con un dejo de
ternura (que, entre otras cosas, es 10 que roda mujer
bonita nos hace sentir a los hombres) y esboce una
leve sonrisa. Aqui ya no irnporta (como en el caso an­
terior) su profesion 0 actividad; 10 importante es que
vaya directo al grano. Segun nuestros entrevistados,
algunas frases, como "me detuve a charlar contigo
porque eres la mujer mas hermosa que jarnas vi en
toda mi vida" , 0 "si hay algo que se bien es 10 que quie­
ro, y de entre eso destaca el hecho de que siempre es­
pere conocer a una mujer como tu", dichas despues de
presemarse, causaran un fuerte impacto en sus even­
tuales interlocutoras, siempre que sepa pronunciarlas
con la entonacion y la postura corporal correctas.

Notas sobre el perfil ideal del uaron seductor actual
No terminaremos este apartado sin antes precisar
ciertas ideas sobre el perfil ideal del hombre actual
que seduce con exito a las mujeres. Estas precisiones
hemos de formularlas sobre tcdo para evitar rnalinter­
pretaciones de las estrategias propuestas en los tres
apartados anreriores,

34

En efecto, cuando aludimos al hombre que con las
mujeres actua recia y arrogantemente, no estamos
exultando el modelo tradicional de macho embruteci­
do estilo Rambo, mas cercano a la psicosis que a la
salud mental, cuyo perfil le impide mostrar rasgos
sensibles hacia las mujeres. En efecto, hoy ellas necesi­
tan encontrar en un varon, de manera proporcional,
actitudes como la de "apoyate en mi hombro para
llorar", 0 las del ripo "hoy estay triste y quiero com­
partirlo conrigo". Se trata del "nuevo varon" que actua
seguro y firme en un momento, pero que en otros
derrocha tanta sensibilidad ante su pareja, que es
capaz de comunicarse a fondo con ella a traves de una
simple mirada.
La industria del cine (con Hollywood a la cabeza)
nos ofrece la mas perfecta evidencia de esa clase de
hombre en el personaje interpretado por Leonardo Di
Caprio en la taquillera Titanic. El mismo artista sen­
sible y carilindo (jack) que descubre la esencia de la
belleza que anida en todas las personas y las plasma en
sus retraros, adquiere la fiereza del tigre al proteger a
su amada de la muerte segura en el naufragio, sacri­
ficandose el y ofreciendole a ella (Rose) la unica tabla
que flotaba cerca para que ya, encima de la misma, no
muera congelada. En sintesis, hoy las mujeres valoran
al hombre muy varonil, pero que asume su sensibili­
dad como todo ser humane, la cual acnia como un
puente de union y cornunicacion con su pareja.

35

El proceso de La seducci6n en marcha, dsefzales de que?

Quiza una de las preguntas de los lectores sea: 2como
se distingue en las mujeres una actirud de rechazo real
de una asumida solo superficial mente para cumplir el
rito de la resistencia inicial y no aparentar ser una
mujer "facil"?
La clara distincion en tales situaciones es en reali­
dad un desaflo para el seductor profesional. Veamoslo
paso a paso: usted encuentra una mujer atractiva,
quiza en la calle, acaso en una tienda, en el consulto­
rio del medico donde usted tenia cita 0 en cualquier
lugar. Allf esta ella, esplendida, apetecible, abordable.
Empieza el proceso tal vez presentandose, quiza solo
mirandola fijamente sin decir nada. 2Como saber si
ella, en particular, "se siente con ganas de ser seduci­
da por usted"? La respuesta es por su sonrisa. Si una
mujer Ie sonrfe, aunque sea levemente y sus palabras
sean de aparente rechazo, tenga por seguro que ella
esta con usted, esta interesada. Esto que quiza pare­
ceria una conclusion simplista, en realidad no 10 es.
En efecto, recordemos que la sonrisa es uno de los ges­
tos de apertura y simpatia mas espontaneos de los hu­
manos, es un gesto universal de paz (evoquemos la
escena del rostro extraterrestre sonriendo a los cienti­
ficos al abrirse la puerta de la nave espacial recien ate­
rrizada, en la pelicula Encuentros cercanos de Steven
Spielberg) .
Tambien esta conclusion debe entenderse desde el
campo de la cornunicacion. Existen entre los seres
vivos, y por 10 tanto, tambien entre los humanos, dis­

36

tintos lenguajes para comunicarse. Entre los que des­
taca ellenguaje verbal u oral y ellenguaje corporal.
En ocasiones, 10 que una mujer quiza aparente
"cornunicar" con su lenguaje verbal es un rechazo a
ser interceptada 0 a iniciar un contacto con un hom­
bre que es un perfecto desconocido. Frases como
"estoy apurada", "que le importa (rni nombre)", "es­
toy esperando a alguien", son los mensajes (aparentes)
enviados verbalrnente, tal vez solo para resistirse un
poco y cumplir con el protocolo que a todas las "chi­
cas buenas" sus madres ensefiaron a ejecurar inicial­
mente ante un proceso de conquista en el que se yen
envueltas.
Pero si, por ventura, mientras una mujer verbaliza
estas frases, usted ve que ella Ie "sonrie calidamcnte",
entonces de por hecho que ella desea seguir adelante.
A partir de ahi, sera un desaflo para usted como
seductor ir encontrando de manera artesanal (como el
ladron de cajas fuertes va lentarnente venciendo la
cornbinacion que le impide alcanzar su objetivo), el ca­
mino para mostrarle a la dama elegida que usted com­
prende su negativa inicial, pero que ella acceda -aun
cuando solo sea un punto de partida- a darle su
numero telefonico y a aceptar que la llame para con­
versar pasado manana, no depreciara la valoracion de
us ted hacia ella sobre su condicion de "dama
respetable" .
Quiza en otros casos (en un proceso mas adelanta­
do) ella acepte en ese instante una invitacion a tomar
algo en un bar cercano para seguir conociendose,
Aqui tarnbien el mensaje de fondo debe ser: aceptar

37

tal invitacion no implica reconocer que es una
cualquiera.
En suma, para todos los casos y posibilidades 10
importante sera transrnitir a la dama dos mensajes
claros y contundentes:
• Que usted aprecia su cautela y discrecion inicial,
pero que, cumplido el ritual inicial de toda
mujer decenre, aceptar la intercepcion no dete­
riorara la imagen de ella ante usted.
• Que aun cuando ella externe sefiales verbales de
supuesto rechazo a que usted la corteje, debido
al irrefutable hecho que ella al sonrefr le indica
que "siga adelante", usted esta firrnemente dis­
puesto a connnuar,
Si ambos mensajes los envfa usted inteligente y
caurelosarnente a una dama, tenga la certeza de que
acabaran derribando las aparentes resistencias iniciales
de ella a enrablar conversacion con usted.
Recalquemos que los mensajes se envian con
inteligencia y cautela, puesto que usted nunca debe
presumir haber descubierto el juego inicial de ella,
consistente en una fingida resistencia. jarnas debe
cornerer el error (como Ie ha ocurrido a algunos) de
ser petulanres, diciendole a la dama que sabfa que,
aunque ella pareda negarse, en realidad en el fondo 10
deseaba.
Con esto, 10 unico que lograra es activar las reales
defensas del amor propio de la persona, forzandola a
adoptar una energica postuta negativa, justarnente
para mostrarle que usted estaba equivocado, perdien­
do asf una hermosa oportunidad de seguir adelante
con la seduccion. Por ello es importante actuar con
38

cuidado: las mujeres prefieren ser seducidas, pero
detestan a los patanes que se pavonean 0 jactan de
estar seduciendolas, sobre todo mientras 10 llevan a
cabo.

Mds seiiales; aqui estoy; lee mi mirada
Tarnbien es importanre analizar otra sefial que las
mujeres envian para indicar que desean ser seducidas:
se trata de una que normalmente lanzan cuando sien­
ten que el hombre que les parece atractivo no las ha
"tornado en cuenta", Puede ocurrir que cierta dama, a
la que usted no le ha echado el ojo 0 que no le parece
suficientemente atractiva como para desplegar sus
encantos seductores, ya 10 haya "elegido" a usted para
que la seduzca. Resulta interesanre, pero, debido a la
influencia de las pautas culturales y sociales, incluso
morales, aun son muy pocas las que se animan a to­
mar abiertamente la iniciativa (quiza par miedo a que
las consideren faciles) de acercarse a un hombre con
claros fines de entablar una relacion.
En vez de eso, la mayorfa de ellas despliega una
sutil estrategia que, si bien en su exterior puede tener
muchas formas, en el interior subyace una finalidad:
establecer un leve y minimo contacto para enviar un
solo mensaje: aqui estoy, mfrarne, torname en cuen­
ta... y empieza a seducirme.
Esta estrategia para arrojar el mensaje, dedamos,
puede adoptar distintas formas: desde un aparente e
imprevisto tropezon entre ambos (quiza con la caida
de los libros de ella), pasando par la inocente pregun­

39

ta de " ~ p ue de deci rm e donde q ued a la calle fulan a?",
hasta llegar a la llamad a 0 visita personal (de ella) para
co nve rsar sobre asun tos "inocc n tes", co mo la consul­
ta acerca de qu e capitulos estud iar para el exame n (si
usted es su profesor en la uni versidad ) 0 a qu e hora es
la salida de la excurs ion (si usted y ella son co m­
pafieros en un club de escalad ores), cua ndo podria
enviar ese pedido tan irnp ortante (si usted es un
p roveedo r y ella su clien re). Las po sibilidad es son in­
finitarnente vari ad as, pero este atento, bu sque la mi ­
rad a de ella, exam inela, inv esdguela, pongala co m o
bajo un mi croscopio y analice: ~qu e Ie di cen esos
ojos?, ~acas o 10 estan llam ando sutil 0 abierrarnen te?
Si usted presta atencio n en este detall e, descubrira
-y se sorp rende ra-s- cu antas mujeres a las que no ha
to rnado en cuema 0 no ha elegido para sed uc irlas, casi
esta n irnploran dole co n sus miradas, y co mo no ha
rep arad o en ellas, debi eron propiciar la circunstancia
de un primer enc ue mro bastante "inocente" al pare­
cer. s era emonces momemo de que su o pcion per­
so nal sea decidir acepta r 0 no la invitacion y em pezar
asf el proceso de sed ucc ion co mo co rrespo nde a rod o
varo n qu e se precie de ser un oficial sed uc to r,
Esto sera posibl e luego de que usted inrerpie te
co rrec tam ente el sign ifica do de cie rtos esfue rzos
fem eninos po r esrablecer comacro 0 co nve rsacion con
usred , y de qu e ana Jice a fondo que mens aje ani da en
esos O) OS.
C onviene recordar no caer en famasfas ilusori as y
po co realisras de qu e usred es un irresistibl e sed uct or
qu e literalmente enloq ucce a todas las muj eres qu e se
Ie cruz an enfreme. Es importante recon ocer y ad m itir

40

qu e, de emre todas ellas, hab ra acaso una 0 mas de
una que suspirara a su paso, y que tornara - por
ustcd- la decision de qu e vale la pena que se co noz­
can en m ayor profundid ad , po r 10 qu e propiciara
sutilrne n re esa circunstanc ia qu e les perrnit a em pezar
a co noce rse. Ad elante, este ate nto pa ra de scubrir estas
siruac iones y... japrovech elas!

Diagnostico del caso: dque tipo de mujer
tiene enfrentei
Luego del primer com acro y del acercamiemo inicial,
alemado quiza por la sonrisa 0 la mirada sugere nre de
la darna, se debe realizar algo irnportante: di agn osticar
an te que ripo de mujer nos hallamos, en cuanto a la
"velocidad" a la qu e el proceso de sed ucc ion puede
desar rollarse. Este diagn ostico es fundam ental, debido
a que si usted no sin to niza su veloc idad de sed uccio n
co n la tipologfa de la da ma, prob abl ememe la cosa no
terrn inara bien ; incluso los resultados seran desagrad a­
bles y hasta bo chornosos para usted. AI respecto, en
materia de la velocid ad a la que se puede ejecutar el
proceso de sed uccion, se idemifican los siguienres
tip os de mujeres.
La mujer "hagdmoslo ya"
Es el tipo de muj eres desinhibidas y lib erad as, acos­
tumbradas a ir di rectam ente a la cam a con un h om­
bre por pura qu irnica en el primer en cu entro. So n
perso nas que no reprim en sus impulsos sexuales ni
41

sienten culpa por adrnitir abiertamente freme a un
hombre: "[quiero que me poseas ya!" Como ejernplo,
citamos el caso de un alto ejecurivo corporative que
una manana, como a las diez, recibia en su oficina a
damas que se posrulaban para secretarias, a q uienes
debfa enrrevistar para luego rornar una decision.
EI lugar para las entrevistas era una sala de juntas:
las personas que ingresaban deb ian hacerlo por un
extrerno y llegar hasta el opuesro, donde se ubicaba la
mesa de reuniones en la que aguardaba el ejecurivo
enrrevisrador, EI trayecto desde la puena hasta la mesa
era mas 0 menos de unos cinco metros,
Luego de dos entrevistas, ingreso a la sala una ter­
cera candidara, quien desde que entre se sintio sub­
yugada por su interlocutor, al que no deja de mirar
fijameme a los ojos y sonrefrle en rodo el trayecro
hasta sen tarse freme a el en la mesa de reuniones.
La disrancia de la entrada al sitio donde la dama
debia sen tarse, le parecieron kilometres a nuestro
entrevistado , y los vivio casi en carnara lema. Ella
venia sonriendo y 10 miraba fijamente ya con deseo,
que term ina por contagiarselo a el. Luego de un inter­
cambio de sonrisas, saludo y protocolo, incluidas las
presemaciones mutuas, y apenas transcurrido minuto
y medio de la charla, el ejecutivo, avezado en las artes
de seduccion y expeno conocedor de mujeres, se ani­
mo a pregumarle a quemarropa 10 siguiente: "Bien,
evidenternenre tu sonrisa nos confirma que hay una
quimica poderosa entre ambos, 2que tal si dejamos la
oficina y vamos a otro lugar para conocernos mas pro­
fundamente? "

42

Ante esta sugerente invitacion, la dama sonrio, se
levanro y dio unos pasos hacia la salida sin decir pala­
bra; cuando ya estaba por llegar a la puerra, se dio
media vuelta y, sonriendo mas ampliameme, Ie
respondio: "Te espero en la plama baja", al tiernpo
que guinaba un ojo a su audaz interlocutor,
Esra por dernas decir que, cinco minutes despues,
nuestro protagonista cancelo todas sus reuniones pre­
vistas para el resto del dia y salio corriendo hacia el
ascensor... y regreso a la oficina casi hasta la hora de
salida, al finalizar la tarde. Y todo este proceso no
duro mas de dos rninutos en definirse.
Por si a algiin mal pensado se Ie ocurre suponer,
cabe aclarar que finalmente la secretaria contratada
fue otra mujer distinta. Tarnbien hemos de aclarar
que, segun testimonio de nuestro informame, luego
de ese primer encuentro sexual surgio entre ambos
una ardiente relacion que duro aproximadamente dos
afios y medio.
La mujer dbrete sesame
Este tipo de mujer es la que esra en el peldafio si­
guiente en la escala. Es un tipo de mujer desinhibida
y ardiente, aunque necesita, para su tranquilidad, que
su posible interlocutor masculino descubra la clave
secreta para lograr que en el primer encuentro ella lite­
ralmente se abra de par en par.
Esta clave secreta en realidad puede ser algo tan
simple como el amable gesro de abrirle la puena del
auto, ayudarle a cargar sus libros 0 encenderle un
cigarrillo. Quiza sea una palabra pronunciada con el

43

rono y la mirada correctos, 0 incluso una sonrisa tier­
na sin mediar palabras; 0 quiza algun tipo de contacto
fisico aparentemente inocente al principio. Lo concre­
to es que este tipo de gestos tendran en ella el mismo
impacto mdgico que las palabras dbrete sesame tienen
en la puena de la cueva que se menciona en el relato
de Ali Baba y los cuarenta ladrones.
Esto significa que esta dama posiblemente sea
menos directa que la del tipo anterior, pero igual­
mente estara dispuesta a tener sexo en la primera cita,
siempre que usred logre encontrar sus claves de seduc­
cion. De hecho, es un desafio interesante para
cualquier seductor que se considere un profesional en
estas artes,
Un entrevistado relata que siempre, al encontrar a
este tipo de mujeres, le daba resultado 10 que el llama­
ba la estrategia del masaje. Si el encuentro se estaba
produciendo en un lugar privado (tal vez en una playa
solitaria 0 en una oficina ya cerrada al publico debido
al horario), solia comentar como al descuido en
medio de la conversacion, que alguna vez estudio
fisiorerapia -10 cual en realidad no era cierro-, esto
perrnitfa conducir la conversacion hacia el lado de
poner de rnanifiesto 10 relajantes que son los masajes
en el cuello. Poco despues (y casi imprevistarnente),
nuestro testigo sella ponerse de pie, ubicarse rapida­
mente detras de la dama y, surilmente, buscaba con
sus manos el cuello de su futura vlctima, para empezar
a masajarlo riernarnente. Si ella se sobresaltaba y pre­
tendia resistirse, ella tranquilizaba susurrando al oido
que s610 querfa mostrarle (inocenternenre) 10 que
podia sentirse y continuaba con delicadeza su obra.

44

Si ella no se oponfa, cl avanzaba, sugiriendole a la
dama que cerrara los ojos y se relajara cornpletamente.
A medida que avanzaban sus manos sobre la piel de
ella, ella alentaba a que se conectara con 10 que sen­
tia y se dejo ir. Poco a poco, la zona recorrida por
aquellas manos aurnentaba hasta que... ab arcaban
todo el cuerpo de la dama, que ya a esas alturas quiza
estaba despojandose de sus prendas. La senten cia final
de nuestro entrevisrado era: "si llego a su cuello, ya es
, "
mla
.
Despues tal vez para no dejar de cumplir los
modales de buenas chicas que habfan aprendido,
luego del sexo, m as de una de estas mujeres declaraba
sentirse "sorprendida de haber perrnitido que esto
pasara, pero me deje llevar por el rnornenro", 0 10 que
es 10 mismo: "descubriste mi clave y penetraste a mi
"
cueva.

La rnujer gana mi confianza
En el siguiente nivel de nuestra tipologia, se halla la
rnujer que no estara dispuesta, bajo ninguna circuns­
tancia, a tener sexo en el primer encuentro. Su esque­
ma personal lc exige conocer medianamente al
caballero que la coneja y, recien entonces, estara dis­
puesta a ceder a los esfuerzos desplegados por este
para conducirla a la cama. Por 10 tanto, con esre tipo
de mujeres, serfa un error apresurarse. Si usted es de
los que en un momento dado s610 busca 0 desea tener
sexo casual (y rapido), entonces este no es su tipo de
arnante. Busquese una del tipo hagamoslo ya.

45

En cambia, este tipo de mujeres necesirara por 10
menos un os cuatro 0 cinco encuentros antes de estar
lista. Estos podran consistir en salir juntos a comer,
caminar por la playa a ir al cine. En el transcurso de
tales conractos se iran produciendo acercamientos
flsicos que aurnentaran en cuanto a profundidad e
intensidad: desde caminar tornados de la mano, obse­
quiarse besos tiernos que se transforrnaran luego en
ardienres: lenrarnente ella ira entrando en confianza
hasta entregarse por complete. Este ripo de mujeres
tiene un en canto especial para algunos seductores
porque, segun dicen, "el goce no esta en el resultado
final (poseer a la dama), sino en todo el proceso".
La mujer a fuego Lento
Este tipo de mujeres son enteramente opuestas a las
de la categoria hagamosLo ya. lncluso quiza muchas de
ellas, al conocer a su interlocutor masculino, en nin­
gun momenta se habfan imaginado con estes en la
cama. Menos aun se imaginaban que pod ian conver­
tirse en am antes de un hombre casado.
Este tipo de mujer reclama mucha paciencia; tal
vez por haber recibido una rigida educaci6n 0 vivido
una mala experiencia, tenga algun tipo de miedo 0
rechazo al sexo, 0 quiza OtrO seductor profesional
antes que usted la hizo sentirse utilizada. Lo cierto es
que ella necesitara que usted invierta muchas horas en
dialogos analiticos. Estos deberan enfatizar la impor­
tancia de que ella adrnita, sin perturbarse, que usted
la atrae (aunque sea casado) y que esa realidad debe
asumirse. Invitela a dialogar sin trampas. Trate de

46

ganarse su confianza, intente avanzar varios pasos en
un encuentro y retroceder otros cuantos en el siguien­
teo Mas no decaiga. Persevere y llegara a su meta (la
alcoba). Poco a poco ella cedera. Cuando se sienra
mas seguro, cuesrione su sistema de creencias respec­
to al sexo y a una relacion con un hombre casado (0
comprometido en pareja en alguna de sus varianres).
Confrontela con 10 que en realidad ella sienre y,
finalmente, desafiela a vivir como una persona libre,
que escribe sus propios libretos en vez de seguir los
indicados por otros, es decir, dirijala hacia su cama.
Ciertas frases seran muy inquierantes, por ejemplo:
"Tu resistencia a seguir adelante con esto en el fondo
no es tuya, sino que te la irnplantaron como un pro­
grama que se pone automaticarnente en marcha cuan­
do empiezas a querer vivir de acuerdo con tus propios
deseos", y rem ate diciendole: "Lo peor de todo es que
la gente que te impuso esas ideas es la que menos las
lleva a la practica, por 10 tanto, (te parece que real­
mente vale la pena tenerlas en cuenra?"
Estas mujeres pueden requerir varios meses antes
de que entreguen su esencia, pero tarnbien sobre esro
afirman algunos seductores profesionales que la victo­
ria es mas sabrosa... cuanto mas se resiste la presa.

47

SITVACIONES ESPECIAl£S PARA

LA SEDVCCI6N


E

stas otras situaciones implican que usted, en el
mornento de conocer 0 interpelar a su potencial
"sed ucida", no esta solo; quiza se encuerure con su
esposa, su suegra, sus hijos, su cufiada, 0 todos juntos.
Lo que ha de tener bien claro es que este tipo de situa­
ciones implican un mayor reto a su crearividad para
lograr la anhelada seduccion de su elegida. A ella posi­
blemente se la presenten en una fiesta familiar, de
compromiso de uno de sus primos, 0 podra ir a una
comida en compafila de uno de sus cufiados, tal vez
sea la compafiera de estudios de su sobrina de 18
afios, etcetera. No imporra como haya llegado ella
hasta usted, La realidad es que Ie atrae, por 10 tanto,
usted esta decidido a seducirla.

Los primeros slntomas: la actitud de ella hacia usted

Al iguaJ que en las situaciones ordinarias, conviene
diagnosticar cual es la posicion 0 actitud hacia usted
de la dama elegida para seducir. Analice si ella 10 con­
sidera de alguna manera, si conversa, si busca acer ­
carse a usted y, sobre todo, si Ie sonde. Si recibe
sefiales de que ella tarnbien se siente atrafda por usted,

49

entonces empiece a buscar la manera de acercarse
lentamenre, 0 de continuar conversando una vez que
en apariencia ya no existirfan motivos especiales para
seguir haciendolo: debido quiza a que es la primera
vez que se encuentran 0 a que se relacionan con gru­
pos familiares no muy cercanos.
En realidad no importan los temas de la conver­
saci6n, pero sf que ambos intercambien palabras, se
miren , se descubran, se olfareen (como en el escarceo
de otras especies animales). Y que en este proceso ella
perciba con claridad su mensaje: ni me interesas. Esto
es basico frente a una mujer a la que se desea seducir.
Lo que principalmente usted debe despertar en ella es
simpada. Piense que por el hecho de estar en una
reuni6n , sea familiar 0 del tipo que sea (con sus pa­
rientes y pareja, esto es, con los suyos y los de ella) ella
necesita veneer ese sentimiento de "culpa" que de
entrada le asalta inrcriorrnente, ante la idea de aceptar
ser seducida por un hombre miembro de su familia
extend ida, 0 amigo de la suya. Debido a esro, ella
necesita un contrapeso en sus emociones: algo que
contrarreste ese sentimiento de culpa que tendera a
hacer que se aleje de usted y que siga charlando con
otros invitados en la reunion, convirtiendo ese episo­
dio en un a sencilla "conversaci6n que se tuvo con un
miembro del clan familiar, 0 con un amigo de la
familia".
Este contrapeso sera el sentimiento de agrado 0
simpatia que en los breves momenros de conversaci6n
inicial usted haya generado en ella, suficientes para
evitar que huya, y logre que continue conversando 0,
por 10 menos, si esto no es estrategico y conveniente,
50

que acceda a continuar haciendolo mas tarde en esa
misma reunion.
EI acercamiento encubierto

Cuando se den las llamadas situaciones especiales (pre­
sencia de familiares 0 de su pareja), su acercamiento a
una dama debe tenerlo oculta, solapada 0 muy sutil­
mente. Esto no significa que no ha de ser visto cerca
o conversando con ella, sino que mas bien tendra que
lograr que este acercamiento no despierte sospechas ni
llame la atencion.
En efecto , en cierto senti do no tiene nada de raro
que usted enrable una breve conversaci6n con una
mujer que le acaban de presentar en la boda de una so­
brina 0 en el velorio de un do; es usual y probable
entre miembros del mismo grupo familiar amplio. Lo
que sf generarfa suspicacias es que demuestre un exce­
sivo interes 0 entusiasmo por esa persona que recien
conoci6 y con quien (supuestarnente) no comparte
motivos 16gicos para seguir inreractuando mas alla de
las conversaciones protocolares ordinarias. Asf, su de­
saffo en esros casos consiste en establecer el suficiente
contacto para conocer a la darna, sin despertar
sospechas 0 alertar a la gente que la rodea, acerca de
ese acercamlento.
Las siguiemes son estraregias utiles de tener en
cuenta en situaciones como las descritas, con un
publico potencialmente arnenazante de por medio:

51

Acerquese y con6zcaLa
Comenzar desde el principio, suele decirse, y se aplica
al mornento de seduccion en una siruacion especial.
En efecro, ambos se miraron y surgio esa atraccion
primaria mutua; enronces, 10 que se necesita para
nutrir esa ernocion incipience es conocerse. Para 10
cual ha de buscar la manera mas elegante e inteligente
de tenerla cerca en ese encuentro 0 reunion. Algunas
veces las circunstancias, de manera natural, seran
favorecedoras (10 sentaron junto a ella en un acto que
durara dos horas): en otras, tendra que ingeniarselas
para ir a su encuentro de tiempo en tiernpo con algu­
na excusa, a causa de que en esa reunion estan ubica­
dos en mesas diferentes 0 disrantes. Lo irnportante es
que encuentre la forma mas segura de tener breves
encuentros y conversar con ella. En todo ese proceso
no olvide el secrero de la mirada: hablele con los ojos,
enviele su mensaje a griros: HI me gusras.

Supervise el entorno
Conviene recordar que mientras redo este proceso
ocurre, usted paralelamente tiene que supervisar, con
ojo crftico, el entorno en el que se encuentran. A par­
tir de 10 ya citado acerca del lenguaje corporal, debe
saber que cierta gente tiene una alta capacidad para
darse cuenta cuando un proceso de seduccion esta en
marcha frente a ellos. Incluso, aunque este proceso
surja en un ambiente en apariencia "inocuo", como
una reunion familiar a la que supuestamente la gente
"no fue para eso". Lo cierto es que debe estar alerta a

52

los probables escrutinios que los dernas realicen acer­
ca de su conducta seducrora hacia esa dama. Si
advierte que alguien 10 observa insisrenrernenre, haga
un alto inmediaro en el proceso y desaparezca de la
escena ternporalmente. Esta estrategia es la misma de
las peliculas de accion: cuando un auto que sigue a
otro se ve amenazado de ser descubierto, opta por
girar en una esquina para desalojar las sospechas
potenciales, retomando el seguimiento unas calles
mas adelante.

DespLiegue cortinas de humo
La mejor manera, pues, de evadir a los furtivos
merodeadores de su conducra de seduccion, es actuar
de manera natural, quiza yendo de aquf para alla
durante la fiesta 0 reunion, cuidandose de convivir
con distinras personas (ademas de la dama por
seducir) y principalmente sin olvidarse de su pareja
oficial (si es que asisrio al evento).
Despreocupese por evitar que ella (la dama a
seducir) 10 yea con su esposa. Si ya sintio atraccion
por usred, el problema de como conjugar esta realidad
con el deseo, en su momento le resultara a ella de
mucha ayuda.
En sinresis, este apartado prescribe actuar discreta­
mente, ocultando sus acercamientos de seduccion tras
cortinas de humo.

53

La despedida en el primer encuentro:
oportunidadpara reforzar su mensaje

reunion. Le sorprendera descubrir con que insistencia
ella tarnbien 10 observa hasta perderse en la distancia.

Aun cuando ya haya logrado su objerivo en el primer
acercarnienro -haber convenido en un segundo
encuentro con la dama, punto que se derallara en el
siguiente apartado-, aproveche hasra el ultimo
instanre disponible para enviarle nuevas seriales: el
mornento de la despedida. Norrnalmenre esto pasa al
terminar la fiesta, cuando ella y su acornpafiante,
us ted y su pareja, 0 todos juntos se retiran. En ese
mornento, es rasgo de buena educacion despedirse
cordialmcnre, agradeciendo la compafiia, los graras
mornentos 0 las atenciones, Es enronces cuando usted
debe aprovechar para despedirse con gran deferencia de
su amiga. Esto podrfa perrnitir un acercamienro fisico
a ella y saludarla con un tierno beso en la mejilla, 10
suficienternenre especial para que ella 10 sienta, mas
no tanto como para que los mas proxirnos a ambos 10
noten. Adernas del beso, no olvide escoger las palabras
mas halagliefias que cumplan el requisito de ser
socialmenre admisibles, por ejemplo , decirle: "real­
mente ha sido un gran placer conocerte", 0 "rnuchas
gracias por tu amable atencion". No incurra en el
error de puntualizar demasiado el hecho, con frases
»
como esperare ansioso nuestro slgUiente encuentro )
o "eres, sin duda, una persona especial"; esas frases 10
que causarian es la alerta de los celos y la desconfian­
za laterites en los dernas, sobre todo en su pareja,
aunque no se expresen con vehemencia. Si es posible,
busque incluso con sus ojos los de ella, cuando el
vehiculo que los rransporta se aleje del lugar de la
H

54

,

.





Propicie el siguiente encuentro
El resulrado de los acercamientos mutuos debe ser un
acuerdo 0 compromiso de reencontrarse en otro mo­
menro. Esto tal vez se de de diversas maneras 0 con
diferenres excusas: un hombre entrevistado relate que
acordo un siguienre encuenrro con una amiga de una
prima suya, en cuya fiesta de bodas se conocieron,
con la excusa de presrarle un libro para un examen
universitario que ella sustentarfa,
Otro entrevistado quedo en recibir en su oficina, en
la siguiente semana, a una prima lejana de su novia, para
que le enrregara su curriculum, ya que estaba recien
graduada de la universidad y en busca de empleo.
Un padre de familia acordo reunirse con una
(bella) madre de un compafiero de escuela de uno de
sus hijos, para planear en secrero la fiesta del dfa del
maestro, entre otros trucos.
Las excusas para reenconrrarse con su potencial
amanre son multiples, infinitas. Lo irnportante es que
encuenrre la mejor y logre la aceptacion de ella para
cuando finalicen su primer encuenrro.

Excusas para hablarle
Adernas del compromiso de volver a verse, debe hallar
una excusa inteligcnte en el lapso del primer y el

55

siguiente encuentro programado, para cornurucarse
por telefono con su prospecto a seducir.
Logicamente que 10 primero es haber asegurado
obtener en el primer encuentro el nurnero telefonico
de ella. Esro es posible argumentando que 10 requiere
por cualquier eventualidad (en caso de tener que
suspender el segundo encuenrro previsto) , 0 para con­
firmar el horario del misrno, ya que existe la depen­
dencia de un factor externo , entre otros. Si no era
posible 0 apropiado solicitar aun el numero telefoni­
co, intente conseguido con algun pariente 0 miembro
del grupo familiar de ella, can alguna excusa
inteligente. Aun asf, debe llarnarla. EI fin es que con
esa llamada genere un primer contacto Intirno sin in­
terrupciones ni terceros a su alrededor,
Este contacto, por mas que no llegue a niveles de
conversacion profundos y comprometedores, servira
para que ella tenga una siguiente oportunidad de pro­
bar 10 que se sienre al estar en contacto con usted.
Quedan bajo su responsabilidad la crearividad, pa­
labras 0 frases posibles en dicha conversacion para
halagar y quiza alegrar el dia a la dama. Lo importante
es que Ie envfe el siguiente mensaje en el proceso:
ipienso en til
Aparte del mensaje de fondo, recuerde que al ini­
cio de la con versacion telefonica debera contar con
una brillanre excusa para explicar el rnotivo de la lla­
mada. Aunque ella intuya el rnotivo real de su llama­
do, formalmente sera necesaria una elegante excusa
para justificar ese acercamiento telefonico, sobre todo
por 10 imprevisto que le resulre a ella.

56

En este contexte, el desafio es encontrar el mejor
argumento sobre los motivos de su telefonazo. EI
caballero del ejemplo anterior que habia prornerido
un libro en prestamo a la amiga de su prima, llama
para informar que, adicionalmente al mencionado ,
disponia de un segundo sobre el mismo terna, pero de
auror diferente, mismo que tambien ofreda. EI que
recibiria el curriculum de la prima de su novia llama
para explicarle con claridad a aquella la ubicacion del
edificio de oficinas donde trabajaba, ya que "recien te­
mente se habian cambiado los nombres de las calles".
EI padre de familia que se reunirfa con la madre del
compafiero de su hijo para preparar la fiesta del dia
del maestro llama para avisar que se encargaria de
comprar ese mismo dia los materiales de la misma y
que el grupo de padres podria reembolsarle despues su
dinero.

Otras excusas para reencontrarse,
aunque este presente su pareja
Un rasgo distintivo de las situaciones anteriores y de
los respectivos ejemplos es que en todos, al convenir
el siguiente encuentro no se hallaban presentes su
esposa 0 la pareja de ella 0 la de ambos. En cierto
modo, esto facilitaba el acuerdo entre usted y la dama
elegida para seducir. No obstante, tambien puede
darse el caso de que usted no tenga mas remedio que
pactar ese segundo encuentro en presencia de su
conyuge, 0 frente al esposo de ella. Esto realrnenre
requiere mucha audacia y creatividad.
57

La cuestion es que, circunstancialmente, la conver­
saci6n entre ambos debera efectuarse teniendo como
testigo a una 0 ambas parejas, quiza por celos de una
de estas, 0 porque no hay lugar donde moverse en el
sitio en el que estan, entre otras cosas.
Estas situaciones de ninguna manera constiruyen
para los seductores profesionales obstaculos insalva­
bles para consumar su seducci6n; al contrario, antes
bien azuzan su cap acidad creativa y les lleva a trascen­
der los lfrnites de su osadfa,
La cuestion es que, en estos casos, si no es posible
que converse con ella sin la presencia de su pareja 0 la
de ella, entonces debera ser muy cauteloso en cuanto
a los mensajes generados entre los dos. Tambien sera
necesario que ambos se aseguren de participar a sus
respectivas parejas, en el curso de la conversaci6n,
para no excluirlos sospechosamente del dialogo.
Finalmenre, el desaHo consiste en sostener una
conversaci6n publica (con las parejas como esporadi­
cos testigos) que concluya con el mismo acuerdo que
en el caso anterior: fechar un siguiente encuentro con
un motivo inteligente e inocuo, sin sospecha alguna.
Como ejemplos podemos citar el caso de un oftal­
rnologo que acordo con una amiga de la familia
recibirla en su consultorio tres dfas mas tarde para una
revision de rutina, ante su declaraci6n (como parte de
la candida conversacion) de que ultirnarnente sufrfa
de fuertes dolores de cabeza, y con la supuestamente
inocenre intenci6n del medico de descartar la necesi­
dad de anteojos para la dama.
L6gicamente, esto motive la aprobaci6n de la
esposa del medico, que se encontraba presente en ese

58

mornenro, y el "agrad ecim iento" del esposo de la
"paciente" por el gesto "altruista" del galeno.
Otro caso interesante es el de un padre ingeniero,
preocupado por los exarnenes escolares de su hijo y un
cornpafiero de estudios de este, con cuya madre acor­
daron, frente a sus respectivos c6nyuges, que el prepa­
rarfa y reforzaria durante el fin de semana a ambos
nifios en maternaticas; para 10 cual el compafiero de
su hijo debfa concurrir a casa del hombre, 16gicamen­
te llevado por su madre. Esta esperaria en la casa
mientras los nifios practicaban sus ejercicios materna­
ticos, coincidenternente, en un horario en que la
esposa del instructor estaba en su clase de cocina que
le llevaria toda la tarde, disponiendo del tiempo sufi­
ciente para entrar en profundas conversaciones.
Este tipo de situaciones es Fuente de adrenalina
pura: tensan los musculos y los nervios, aceleran
drasticamenre el pulse, pero, cuando dan buen resul­
tado, llenan de orgullo por graduarlo a uno como
profesional de la seducci6n.

Salir con la amante y con la esposa
Si la anterior le pareci6 una situacion rayana en la
intrepidez, considere esta otra posibilidad: quiza no
haya mas salida que volver a verse con ella, estando
usred 0 ambos acompafiados de sus respectivas pare­
jas. Esto serfa posible si el segundo encuentro, dada su
naruraleza, hada imposible que los adulteros se
encuentren solos (sin la cornpafila de sus parejas). Tal
vez porque este segundo encuentro ocurre en el

59

aniversario de matrimonio de un amigo en cormin, 0
quiza se trata de una cena que usted ofrece para cele­
brar el suyo propio.
Concretamente, se trata de siruaciones en que no
fue posible evit ar que en ese encuentro hubiese acorn­
pafianres en ambos bandos. No importa, Para rodos
los fines, igualmenre es util que los dos se vuelvan a
enconrrar, con el fin de seguir adelanre ese hermoso
proceso de conocimienro entre un hombre y una
mujer que se atraen. Aquf siguen vigenres las mismas
recomendaciones anreriores: cuidarse del enrorno,
acruar con cautela para no llamar la atencion, y
dernas. Si no fue posible evitar que este segundo
encuenrro fuese sin sombras (acornpafiantes), quiza se
consiga posteriorrnenre uno, esta vez mas libre. Ya
para ese momenro ella y usted tal vez esten en cierto
rona de conversacion que les perrnita hablar sobre la
necesidad de enconrrarse a solas en otro momenro.
Mienrras llega el dia, aproveche al maximo la velada y
diviertase en grande.

El encuentro definitivo: fa confrontacion sentimental
En el segundo 0 tercer encuentro, momenros defini­
tivos para el proceso, usted y ella se veran a solas en
algun momenro y lugar. Conremple 10 siguienre:
usted llega al parque donde quedaron de reunirse; ahf
esta ella, 10 saluda a distancia con la mano. Conforme
se acercan, ella [e sonde; su sonrisa es hermosa, los
cabellos al vienro y los ojos anhelanres. Todo esta lisro
para la definicion. Us ted llega, la saluda con cortesfa
60

y deferencia (quiza con un calido beso en la mejilIa) y
se sienra a su lado. Despues de las primeras palabras
formales sobre el clima 0 el transite, permanecen unos
instantes en silencio. Usted la mira, sus ojos se ropan :
ella se queda seria; es el momenro de la ernbesrida
final: es un momenro en el que un seducror profe­
sional inrroduce el tema de fondo: poner sobre la
mesa el terna de la atraccion redproca. Esro no siem­
pre es facil de manejar. Se requiere de mucha capaci­
dad verbal para inrroducir lenramenre el tern a, sin que
sea violenro para ella, sobre rodo si se considera que. este
proceso se esta gestando en medio de una situacion
especial (ambos conocen a terceras personas en
cornun). Una manera en que podrfa manejarse este
ripo de siruaciones es siguiendo la misma estraregia
que sugerfa un entrevistado quien -segun nos
relato- manejaba el tema hablando en esros terrni­
nos: "Bien, quiero decirte que soy una persona que
creo tener desarrollada mi percepcion, Puedo ver y
sentir muchas cosas que ocurren a mi alrededor.
Tambien tengo, en especial, la capacidad de percibir
como reacciona la genre con la que me toea inrerac­
ruar en algun momenro. Nosotros nos hemos conoci­
do (0 enconrrado) hace unos dias en [citar ellugar 0
evenro]. Allf hemos empezado a conocernos y sienro
que inicialmenre se dio una buena sintonfa entre
ambos. (Haga una pausa, respire hondo y siga hablan­
do.) Creo rambien que esta sintonia siguio su curso y,
a estas alturas ... creo que ya se ha convertido en algo
importanre. Necesiro tu mas sincera confirrnacion
sobre esro que sienro. Creo... (y digalo lenta, cuida­
dosamenre, rnirandola con fijeza a los ojos.) Sienro

61

que hay una atraccion entre nosotros. Creo que...
yo re gusto".
Pausa breve y rernate: "Lo mas lindo de todo es que
a mi me pasa 10 mismo. (Concluya enfaticamente.)
Me gustas mucho". Luego guarde silencio.
Esta estrategia -que segun nuestro entrevistado la
utilize varias veces- es infalible y tiene un efecto
totalmente corimocionante en su interlocutora.
Despues de enviar el mensaje, observe la reaccion de
ella. Si no da muestras de rechazo, pruebe dirigir
lenrarnente su mana hacia la de ella e intente asirla. Si
no hace 0 dice nada que indique resisrencia, ya esta
consumado. Puede intentar besarla. Si 10 hace, si trata
de evitar que usted tome su mano, no se desanime, es
el consabido principio de "no ceder al primer
ernbate". Tranquilfcela con sus mejores y mas tiernas
palabras, confronte los sentirnientos de ella; animela a
ser sincera y a perrnitirse por 10 menos preguntarse
por que siente ella eso y que le gustarfa hacer al
respecto. Sea paciente. Es un momentO delicado para
ella. Recuerde que quiza hace solo un par de dias la
esraba viendo acompafiado de su esposa, y que tal vez
el esposo de ella aguarda en el hogar su regreso. Sea
persistente, Atrevase. Lo peor que podna pasar es que
ella diga que no... pero igualmente puede decir que sf.

62

EL INICIO DE LA RELACION

Pautas a considerar

T

al vez ella sea su secretaria, una compafiera de la
uni versidad 0 del trabajo, la cajera de la tienda
donde usted compra, su jefa 0 una clienta, no importa,
Ambos se conocieron, y desde el primer mornento
0, un dia despues de un cierto tiempo de haberse
encontrado, empezaron, sin saber por que ni como, a
mirarse diferente, a acercarse, a cornpartir charlas inti­
mas, a querer estar juntos, a desearse rnutuarnente
(como ya hemos detallado en los capitulos anteriores).
Hasta que un dia... ocurre. Un encuentro en un even­
to , una invitacion a salir, a cornpartir una copa, de
regreso de la oficina, un viaje de trabajo, etcetera. Lo
concreto es que alli esran usted y ella besandose apa­
sionadamente, 0 tal vez devorandose con la mirada,
pero sin atreverse, aun, a lanzarse uno en brazos del
otro. Sea como fuere que esta situacion se de , es
importante que al margen del proceso pasional qu e se
empieza a desarrollar con todo su (hermoso) torrente
de adrenalina, usted como varon infiel que no desea
ser descubierto tenga en cuenta algunos de los aspe c­
tos des de el inicio mi smo del vinculo paralelo.

63

Asuma su condicion de hombre casado 0 comprometido

Muchos hombres dudan si es bueno contarle 0 no a
sus amantes , des de el principio, que son casados (0
que estan comprometidos) por temor a que esta infor­
macion aleje a estas mujeres de sus vidas. Al respecto,
se pueden hacer distinros comentarios. Este temor
inicial suele llevar a ciertos hombres a asegurar a algu­
nas mujeres que son solteros 0 que estan divorciados
(sin esrarlo todavia), 10 cualles crea de ahf en adelanre
un gran problema y los condena a realizar un trernen­
do esfuerzo para evitar que ellas sepan la verdad (la de
que en realidad son hombres casados). Y como dicho
esfuerzo a la larga resultara infructuoso, probable­
mente el resultado final sea justamente el temido: a
partir del descubrimiento de la mentira, ocurrira ia
ruptura de la relacion paralela.
Si usred no pudo evitar mentirle a ella (tal vez
porque la acaba de conocer en un negocio donde se
detuvo a comprar cigarrillos, y ella desea que usted le
responda si esta casado 0 no, como probable condi­
cion para dade su numero de telefono), busque 10
antes posible el momenta mas adecuado (tal vez en la
primera cita) para infonnarle la verdad.
Asegurese tambien de comentar que en realidad
usted esta iniciando su proceso de divorcio 0 que
tiene en mente la idea de pedirlo 0 algo parecido, 0
por 10 menos de que su matrimonio 0 relacion de
pareja esta definitivarnente rnuerta des de hace un
tiempo y que esa probable nueva relacion serfa algo
totalrnenre diferente e incomparable.

64

Asuma sin temor su condicion de hombre casado 0
comprometido. En realidad, 10 mas probable es que
ella siempre 10 supo 0 se 10 haya imaginado, y quiza a
eso se debe que se haya sentido atraida por usted .
~Sorprendente? Nada de eso. Durante afios se han uti­
lizado distintos y numerosos criterios para describir 0
encasillar a las mujeres de acuerdo con ciertas varia­
bles. Segun el color de pelo, su constitucion ffsica 0 su
caracter (simpaticas 0 desagradables), etcetera. Tal vez
haya llegado la hora de empezar a distinguirlas por su
tipo de hombre predilecto en cuanto a esrado civil 0
condicion sentimental: existen mujeres que solo
desean como pareja 0 cornpariia a hombres casados 0,
por 10 men os, no se conflicruan an te la idea de tener
una relacion con uno de estes.
Otras prefieren exclusivamente a hombres solteros
o afirman (por 10 menos de los dien res para afuera)
sentir un fuene desagrado ante la idea de vincularse
sentirnentalmente a un hombre cornpromctido con
otra mUJer.
Las razones 0 motivos del primer grupo son suma­
mente interesantes: de las entrevistas con un pequerio
grupo de mujeres que asumieron su condicion de
amantes de hombres comprometidos, resalta el hecho
de que es justamente este atributo (ser un hombre
casado), una especie de ftuto prohibido, el que hizo
que se sintieran atraidas por estos hombres en particu­
lar. Algunas incluso aseguran fehacientemenre que si
en el momenta de haber conocido a sus arnantes estos
hubiesen esrado solreros 0 divorciados, no se hubieran
fijado en ellos.

65

Los motivos subyacentes a estas preferencias no
nos interesan en este trabajo. Ciertamente que los hay,
pero los tratados de psicologfa profunda (en especial
los del psicoanalisis) revelan claramenre las motiva­
ciones en la rafz de las inclinaciones particulates de
tales personas. Lo cierto es que hay un buen mirnero
de mujeres con una particular atraccion 0 preferencia
por los hombres casados. Asf que evitese el conflicro
de tener que decidir entre llevar puesta 0 no su sorti­
ja matrimonial durante el tiernpo que usted esta fuera
de casa, pues aunque usted se la quite, aparentemente
para poder seducir con mas eficacia 0 seguridad a las
rnujeres, ellas (no olvide que son naruralmente intui­
tivas) igual sabran 0 supondran que es usted casado
por sus actinides, su manera de tratarlas, su personali­
dad 0 simplemente por su edad. Lo mas recornenda­
ble serfa incluso ostentarla como una especie de iman
para atraer cierto tipo de mujeres. Ademas, no debe
pensarse que hay una sola clase de mujeres que se
sienten atraldas por hombres casados, las hay de todos
los tipos y edades: jovenes bonitas y maduras ya no
muy atractivas; volupruosas 0 de complexion sencilla;
intelectuales, adolescentes inquietas y abuelas apaci­
bles que tejen en sus casas y juegan con sus nietos,
entre otras .
En sfntesis, usted debe asumir desde el principio su
condicion de hombre casado 0 comprometido en
pareja, 10 que tal vez resulte ser una ventaja antes que
un impedimento en el proceso de seducci6n de una
mujer que quiza acepte en algun rnornento conver­
nrse en su amante.

66

Defina 10 que ella puede esperar
(10 que Ie promete y 10 que no ocurrird)
Otro de los errores comunes entre muchos hombres
que inician una relacion can una arnante es promerer­
le demasiado sin estar dispuesros a cumplirlo. Promesas
como "dejare a mi esposa y me casare contigo", dichas
sin la menor intencion de hacerlo, 0 en un estadio
muy incipiente de la relaci6n, mas que ayudar, a la
larga pueden ser muy perjudiciales.
Si bien a todas las amantes les halaga la idea de ser
importantes en la vida de sus hombres, 10 suficiente
como para que dejen por elIas a sus esposas, tambien
es cierto que aquellas, al haber aceptado a su lado a un
hombre casado, estan dispuestas a cornpartirlo inicial­
mente y durante un (quiza largo) tiernpo con sus
esposas.
Por ello, en vez de engafiarlas con una rnentira pia­
dosa , ellas se sienten mas seguras (incluso mas tran­
quilas) con una clara indicaci6n de que ese vinculo
implica ciertos impedimentos y lfrnires, como el no
poder verse los fines de semana, en horas de la noche
o en los momentos 0 dlas que usualmente se destinan
a estar con la esposa.
Por otro lado, no olvide mencionar, aunque parez­
can obvias e innecesarias, todas las casas que usted sf
podra llevar a cabo en esa relacion 0 que sf esta dis­
puesto a dar en el transcurso de la misma.

67

Seiiale l05 beneficios de vincularse con usted

Los dias y horas para verse

Conquistar una arnante es como cerrar una vema.
Debe presemar clararnente las cualidades, bondades 0
beneficios del producto (usted). De manera que no
terna en este sentido desplegar sus mejores esfuerzos
para impresionar a su elegida, marcandole clararnente
la diferencia entre usted y los dernas hombres que hay
por ahi,
Un hombre entrevistado ilustraba muy bien esta
tactica, al cornentar que al principio de todas las rela­
ciones con sus arnantes, utilizaba esta estupenda y exi­
rosa Frase: "hay cosas que yo no podre dane, pero hay
cos as que solamente yo te las podre dar, y las vas a ir
descubriendo de a poco".

Obviameme como us ted debe dormir en su casa de
manera ordinaria, no sera posible que se yean por la
noche; 10 usual suele ser durante el horario de traba­
jo , en el receso para el almuerzo, los viernes por la
tarde, un sabado por la manana, etcetera. Las oca­
siones en que podran pasar una noche juntos 0 pasar
un viaje de fin de semana sera excepcional.

Planificaci6n objetiva y calculada:
los mecanismos de seguridad
Una relacion paralela se caracteriza por su dimension
pasional: encuentros furrivos , sexo en lugares inu­
suales, entre otros; sin embargo, para disfrutar esos
bellos mornentos con uanquilidad, es necesario
ponerse de acuerdo clara y objetivamente con su
amante acerca de las tacticas, mecanismos y acciones
de seguridad para garantizar que la relacion no se des­
cubra (por 10 menos hasta que no se desee 10 con­
trario). Esto implica, entre otras cosas, el consenso
sobre:

68

Los puntos de encuentro
Habran de ponerse de acuerdo en encontrarse en
lugares diferentes a los frecuentados por ambos de
manera ordinaria. Si van a comer juntos, jarnas
podran asistir a sitios en los que existe la probabilidad
de que se encuentren con algun conocido suyo, ni de
ella si tambien es casada. La misma recornendacion
para los lugares nocturnos, tiendas, supermercados.
Incluso esto tal vez implicata tener qu.e asumir verse
en lugares de un nivel social diferenre (mas bajo) al de
ambos, 0 en su defecto deben ser lugares fuera de la
ciudad.

La forma de tratarse en publico
Si usted y su arnante trabajan juntos, nunca se tureen
en una reunion de negocios 0 Irente a terceras per­
sonas de la empresa , especialrnente si la costumbre en
esa organizacion es que se traten formalmeme de
usred, Menos todavfa si ella es su superior 0 usted de
ella, pues llamarfa m uchisirno la atencion de los

69

dernas, qu e po r cierto siem pre estan alertas para
detectar estos deralles. Adernas, en caso de qu e con­
versen acarameladamente en su ofic ina, cuiden mucho
la expresion de sus rostro s, todos conocem os la cara
qu e pone la gente cua ndo se habl a de trabajo 0 nego­
eios, 0 cuando se seduce a alguien .
Si cam ina n por la calle para diri girse a un sitio a
come r, por mas lejos qu e esten de lugares conocidos,
y sobre todo si estan en la misma ciudad donde viven
un o u otra, nu nca se tornen de las manos ni se abra­
cen. C uando m en os 10 espe ren, podria pasar - en
auto 0 transporte publico- algun conocido de los
dos, 10 cual, segun los dictados de la logic a, no debfa
anda r por ahf a esa hora, pero justo tuvo que gestiona r
algo y los vio juntos. Naturalmente estas pr ecauciones
no seran necesarias cuando esten en otra ciudad lejan a
opals disrinto.

parecera razonable qu e usted como varon no qui era
dar detalles que deterioren la imagen fem enina de su
mUJer.
Para todos los efectos de la relacion paralela, bas­
tara con que a su arnante le dig a qu e ya no es feliz en
su matrimonio, que nunca 10 ha sido 0 qu e no 10 sa­
tisface total mente. Esta acritud discrera respecto de su
esposa tran smirira a su arnante la tranquilidad de qu e
tambien algun dia, en relacion con ella, usted actua ra
di scretamente, sobre rodo cuando la relacion con­
cluya, pu esto qu e no hablara mal de su amas ia,
aunque tenga motivos para hacerlo.

A l inicio, no hablar mal de su c6nyuge
Uno de los rnotivos, aunque no el unico, por el qu e
un hombre come te infidelidad es porque su esposa
tien e algun rasgo a motivo que impide la total felici­
dad de el, 0 no 10 llena del todo, 0 qui za sea plena­
mente inso po rtable su pareja. De cualquier man era, al
p rincipi o de la relacion con su arnante actue como
tod o un caballero y no hable mal de su esposa con
aquella, pues pod ria sospechar que usted Ie mi ente,
qu e en realidad es un homb re plen amente feliz con su
conyuge, por 10 cual se recomienda no opinar nada
porqu e su arnante tarnbien es muj er y en el fondo le
70

71

C6MO MANTENEJ~ EN SECRETO
LA RELACI6N

Lugares publicos
ara asegurar una larga duracion de la relacion pa­
ralela, su amanre debe esrar dispuesra a aceprar
que algunas siruaciones imprevistas se manejen con­
forme a ciertas estraregias predeterminadas. El detalle
de las mismas se presenra a continuacion,
Si ambos estan en un sitio publico (u n resraurante
o donde se realice una recepcion social) y subitamente
ingresa un conocido del varon 0 de la dama, deben
aceprar sepa rarse Hsicamenre y reencontrarse una vez
pasado el peligro, es decir, cuando la persona se ha ya
retirado. Si esta permanece, 10 mas sensaro sera reti­
rarse a otra parte.

P

Llamadas a su teIefono celular
Si estando junros usted recibe una llamada en su tele­
fono celular, ella debera estar dispuesta a guardar
complero y total silencio , especialmenre si usted
responde que esta solo 0 que se halla en el trabajo.
Esro es muy importante en rodos los casos , quien­
quiera que llame, ni que decir si es la esposa.

73

Comunicaciones urgentes
Si por casualidad la llamada es urgente y, por 10 tanto,
usted debe lireraimence salir corriendo, ella debe
dejarlo ir sin mas demoras ni reclamos, sobre todo si
se trata de llegar a un sitio donde habra de reunirse
con su mujer (el hospital, el sitio de algun accidence u
otro).

puede, por ejemplo, olvidarse, aparentemente sin
querer, de tomar las pildoras anticonceptivas y quedar
preriada por accidente, En realidad no sera eso, sino
una circunstancia no deseada la que had que usted
permanezca junto a ella... para siempre.
Si estuvieron de acuerdo en que usted sea el que use
preservativos, hagalo siempre, aun en los raptos de pa­
sion no se deje seducir por las peticiones de ella de que
solo en esa ocasion no los use, aunque Ie insista que no
corre peligro alguno en esos dias.

Pruebas fotograficas
Por mas apasionado 0 enamorado que este de su
arnante, jnunca Ie regale fotos suyas!, ni perrnita que
ella 0 alguien mas les tome una juntos 0 abrazados.
Considere que esas fotograflas son pruebas actuales de
una relacion sentimental; pero manana pueden surgir
conflicros entre ambos, y ella las ernplearfa en su con­
tra, como prueba para rnostrarle a su esposa tal infi­
delidad.

Sexo seguro
No importa ellugar, la circunsrancia ni la hora en que
tenga relaciones sexuales con su arnante: siempre y en
todos los casos tendra que ser sexo seguro, es decir,
prevenidos ambos para que no se embarace (especial­
mente si usted no 10 desea).
En caso de que ella sea la que emplee un metodo
anticonceptivo, conrrole periodicarnente el correcto
uso del mismo. Recuerde que una mujer enamorada

74

Pruebas escritas
Si le escribira a su arnante poemas 0 notitas de amor,
que no sea con su propia letra: mejor hagalo con el
procesador de textos de la cornputadora, incluso
nunca firme de su purio y letra el escrito, En suma, no
genere nada escrito que se use en contra suya como
prueba de la existencia de esa relacion extramarital.
Si alguna vez su arnanre 10 cuestiona y Ie pide
rnanuscritos suyos argumentando que tienen mas
valor sentimental para ella, evadase diciendo que tiene
fea letra 0 errores de onografla, 0 algo similar.

Horarios no sospechosos
Acosrumbre horarios que no despierten en nadie
(menos en su esposa 0 pareja oficial), sospechas de
una posible relacion alterna. Los hombres que acos­
tumbran llegar tarde a su casa, ya con aliento alco­
75

holico y perfume femenino en sus ropas, incluso
manchados de labial en la camisa, dan sefiales como
letreros de neon , que anuncian abiertarnente la exis­
tencia de oua mujer en sus vidas. Si usted realrnenre
desea ocultar su adulterio, prefiera los horarios menos
cornprornetidos, como los del alrnuerzo, los recesos al
mediodfa, temprano por las mananas, para encon­
trarse con la otra.

Cuidado con las seiialesfemeninas
No perrnita que su amante urilice perfume alguno
cuando van a enconrrarse, aun mas si usted no preve
un bafio despues del encuemro (ya que quiza solo se
encuemren para comer y no tendran sexo). Si a ella Ie
gusta perfumarse habirualmeme, que 10 haga, pero ya
que usted se haya ido,
Tarnbien tenga cuidado con el labial, pues aunque
a todo hombre le agrdda encomrar arrcglada y
maquillada a su arnante, cuide que la ropa, sobre rodo
el cuello de su camisa, no tenga evidencia de los arne­
nazames labios pintados. En rodo caso, asegurese que
el lapiz labial sea indeleble (puede cornprarselo usted
mismo) para que no quede impreso sin querer en sus
prendas.
Si aun asf us ted no logra evitar que su ropa se
impregne de perfume, disfracelo fumando un cigarri­
llo y arrojandose el humo en la ropa. Hagalo aunque
no sea fumador; es mejor que su esposa le reclame que
haya fumado a que 10 descubra de haber estado con
otra mUJer.
76

Use el mismo mote con ambas
Como es comun, su esposa y su amame tienen nom­
bres distintos, 10 que puede crear el riesgo de que,
accidentalrnente al dirigirse a la primera, emplee el
nombre de la segunda. En psicologfa profunda esros
se denominan acros fallidos. Por eso, debido a que es
resultado de la inrimidad, y a que uno no usa los
nombres para dirigirse a los seres queridos, elija 0
invente un mismo apelativo, mote 0 palabra especial
para nombrar a las dos; bien puede ser: querida,
dulce, cielo, amor, nena
cualquier otra que se le
ocurra.
Si ya tiene uno con el que se dirige a su esposa,
cuando ernpiece la relacion con su amame tendra que
dirigirse a ella con el mismo, y asf can rodas y cada
una de las mujeres que lleguen a su vida.

°

Telifonos con memorias
Telifonos celulares: no almacene el rnimero de su
arnante en su telefono celular, mejor memorfcelo 0,
en su defecto, si tiene mala memoria y Ie cuesra rete­
ner numeros y cifras, guarde el nurnero de ella con un
sencillo nombre masculino falso 0 con un apellido
cuyo genero sea indeterminado.
En 10 posible trate de evitar que su mujer revise los
mirneros almacenados en su telcfono, Si el apararo
que tiene se 10 perrnite, programelo para que solo
marque el numero de su amante, previa introduccion
de un codigo de seguridad.
77

Telejonos de linea fija: nunca Ie de a su amante el
numero de casa ni permira que 10 averigiie, pero si
accidentalrnenre 0 deliberadamente 10 conoce,
reprendala y prohibale que llame a su hogar.
Buscapersonas: si cuenta con un apararo buscaper­
sonas 0 de radiomensajes, renga cuidado con el texto
de los mensajes que ella Ie envie. Ponganse de acuer­
do con las claves 0 codigos con los que mutuamente
se cornunicaran, por ejernplo, si ella desea decirle "te
extrafio", podria enviarle la Frase "necesitamos el con­
traro", firmando con el nombre de alguna compafila
o empresa; si desea cirarlo para un encuentro en un
lugar y hora determinados, podria decirle que la
reunion del proyecro x, manana a las y horas, en z
sino.
Es muy irnportanre que asi se maneje, porque aun
cuando su pareja nunca Ie haga preguntas directas que
despierren cierras sospechas sobre usted, le sorpren­
deria saber el nurnero de esposas que sigilosamente
revisan el apararo de radiomensajes en busca de algun
mensaje revelador de infidelidad 0 aventuras de sus
maridos, mientras ellos estan en la ducha.

78

TACTICAS PARA EVITAR

SER DESCVBIERTO

L

as siguientes tacticas se recomiendan para dis­
minuir las probabilidades de ser descubierto en
sus deslices infieles.

Prohibido mirar abiertamente
Por mas libidinoso que usred sea, a tal grade que acos­
tum bra mirar de pies a cabeza a roda hermosa mujer
que pasa a su lado, asegurese de nunca hacerlo abier­
tarnente con una mujer que se Ie cruce enfrente cuan­
do su esposa 0 familiares esten cerca; incluso, si su
pareja 10 pone a prueba, y le sefiale 0 advierte de una
beldad que se aproxima y Ie cuesriona si le arrae 0 si
le parece bonita, respondale: "Si, pero ttl 10 eres mas,
adernas de que esroy enamorado de ti", Trare de no
mosrrar que le arraen otras mujeres, menos si su
esposa esra junto a usted; mejor muerdase la lengua,
mire hacia orro lado, masrique un chicle, haga
cualquier cosa para disrraerse... pero no revele sus
inclinaciones.
Ahora bien, ya a solas, permirase todo 10 que
quiera: disfrute con la visra cada belleza que pase a su
lado.

79

Use efectos 0 articulos personales
iguales en ambos !ados
Es probable que usted visite a su arnanre en su propio
departamento 0 comparten uno en secreto, de ser esto
ultimo , asegurese de tener en ese sitio los mismos
objetos 0 articulos personales que en su casa: cepillos
para el cabello y denrales, pasta denrrifica, talcos, ere­
mas para el cuerpo, perfumes, lociones para despues
de aleirarse, gel para el cabello, shampoo, y dernas
electos. Esta precaucicn se recomienda para evitar que
su esposa sospeche 0 descubra que huele diferente a
los aromas usuales en usted,

Fragancias
En su hogar 0 en el sitio de encuentro con su aman­
te, debe contar con la misma fragancia, ya sea en
desodorante, perfume, crema para la piel, talco, gel,
charnpues, y cualquier otra sustancia que acostumbre.
No obstante, cabe mencionar que no serfa normal ni
conveniente que usred llegue a su hogar, despues de
un dfa de intense trabajo, oliendo a perfume 0 Ira­
gancia de las que usa despues de haber tornado un
bafio.

Cepillos
El empleo de cepillos identicos para el pelo es
recomendable porque algunos tipos de cabello solo se
moldean 0 peinan adecuadarnente con un tipo especi­
fico de aquellos. Si ese es su caso y en alguna ocasion

80

llega a su hogar despues de haber estado con su
amante, peinado diferente a 10 normal, sera suficiente
para que su compafiera 0 conyuge sospeche.
Prevengase de no llegar a casa con el pelo mojado
despues de ducharse, pues tal detalle 10 advertirfa
inrnediatamente su esposa.

Jabones
Igualmente se recomienda que, para el bafio posterior
a las relaciones sexuales con su amante, se utilicen
jabones neutros, sin fragancias que dejen algun olor
en su piel. De manera que usted y su amante deben
convenir con antelacion que si ella le obsequia artfcu­
los para el cuidado personal, forzosamente tienen que
ser de las mismas marcas que usted usa en el hogar. Si
acaso ella decide regalarle arnculos con aromas dife­
rentes a los que acostumbra, no los use. Disculpese,
agradezca el gesto y expltquele que es por el bien de
ambos, pero que es inconveniente usarlos.

Mds sobre el telefimo celular
Hoy es frecuente el uso de telefonos celulares; por 10
tanto, probablemente usted tenga uno, quiza el apara­
to que posee perrnite configurar grupos de nurneros
segun las caracreristicas comunes (negocios, numeros
personales, etcetera). Si su telefono es de estes, pro­
grame el grupo que incluye el numero de su casa 0 el
del celular de su esposa para que las llamadas no
entren cuando usted se encuentra con su arnante, de

81

tal fo rma que se d esvien al buz6n aurornati co de m en ­
saJes.
Esro es recomendabl e ya que es probabl e que su
arna n te se cnce le si, esta ndo ustedes juntos, habl a su
esposa y ust ed se sien re obligado a co n tes ta rle. La
estra regia, enro nces , se reduce al refran que di ce: oj os
que no Yen, co raz6 n que no sien te.
En tan to que con su esposa, puede excusa rse d e no
hab er aren d id o sus llamadas di ciendo que esta ba en
una reu n i6 n de n ego cios, que se d etuvo a co m p ra r
ciga rr illos y dej6 su telefono en el auro , 0 que el ruid o
del tr an sit e Ie impidi6 escuc ha r que su relefono so na­
ba, 0 que estaba guardado en su m alet in , entre
muchas otras excusas.

Lugares de encuentro
Los Iugares d onde o rd inariam en te se reunen usted y
ella tien en q ue cu m p lir una serie d e requisiros de ubi ­
cac i6 n y p rivac ida d . Las posibilidades incluyen tanto
u n hotel, un motel 0 rentar un depar tamento par a
m ayo r tr anquilidad. So bre los do s primeros, p ro­
ponemos las siguientes recomendaciones.

Hoteles y moteles
Quiza la m ayo ria d e sus enc ue n tros oc u rra n en h ora­
rios de rrab ajo , par 10 cua l conviene que, si van a un
h otel , m otel 0 algo sim ilar, de antemano usred ten ga
censados este tipo de lu gar es ubicados ce rca de su tr a­
bajo , por ello sera necesario que, antes d e cirar a su

82

arnan te, in vierta algu nas horas en recorrer la zo na de
influencia, ub icar co n exac ti tud tales sitios y conrar
co n precisi6n el tiernpo de tr aslad o desd e estes h asta
su oficina 0 su casa, par a co n t rola r la variable tiem po
de m ovilidad.
En este senrido , 10 remitim os a la serie Miston
imposible 0 cualquiera de esp io naje, pues en estos
film es, debido a la deli cad eza de las mi siones, todo
esta m arernaticamente calculado, incl uso los minu ros
de traslado de un lu gar a orro se incluyen en el plan de
la mi si6n.
En cua n ro a ust ed y su aventura par alela, estas pre­
visio nes se roman para aseg urar un minucioso co n tro l
d e cada d cralle, pues, en cierto sen tido, tiene que co n­
templar que nadie (y m enos su esposa) d escubra sus
furtivos en cuen tros co n su aman te , pues so n p arte d e
su mi si6n imposible. Adernas d e lograr una precisa
id entificacion de la ub icaci6n de cada sitio, h ab ra de
elegir, ent re las di srintas o pc io nes d isp onibles, el sitio
m as co nve n iente y di screro de todos en 10 que a ubi­
cac i6 n y acceso se refiere.
Adicio nalrne n re, sugerimos q ue no cscoja un
establecim ien ro muy cercan o a su tr ab ajo, esro co n el
fin de evitar que algunos em pleados, casualmente al
pasar por ahi, 10 yean in gresar a usted en ese sitio
aco m pafiad o de su arna n te, tal vez cam ino al alrn uer­
zo 0 de regreso a sus casas cuan do co ncl uy6 la jornad a.
Fina lmente, sugerimos que previamenre co nozca
(ya sea que llame por telefono) las d istintas carac te ris­
ticas d el servicio que ofrece n di ch os locales. En esre
sen tido tarnbien podra enc o ntra r una amplia va riedad
d e o pc io n es que, apa rre de d ist in tas o pc iones de p re­

83

cio y horarios, incluyen diferentes servicios para pare­
jas de am antes, como decoraciones eroticas, servicio
de almuerzo 0 cena en el cuarto, videos, servicio pri­
vado de transporte en auto diferente al suyo para la
acornpafiante, hidromasaje y dermis: incluso hay
algunos que, como pantalla para sus clientes, ofrecen
un resumen escrito de los resultados del encuentro
deportivo 0 partido de campeonato disputado ese dia,
en el caso de los hombres que pretextan esa excusa
para salir de sus casas y encontrarse con sus amantes,

Departamento
Otra opcion para muchas parejas de arnantes, debido
al tiempo que tienen con su relacion, 0 simplernente
por la comodidad que representa, es disponer de un
departamento renrado exclusivamente para encuen­
tros secretos, cornpartir algunos fines de semana u
otros escape~. A veces, con el tiernpo, este lugar se
convierte en el hogar donde finalmente se instala a
vivir la arnante, a la espera de que usted se divorcie y
se mude a vivir con ella en ese espacio .
Sea como fuere, existe una serie de puntos que han
de considerar si se posee un departamento.
Ubicaci6n: igual que con los hoteles 0 moteles, es
recomendable que la ubicaci6n del departamento a
rentar para los encuentros con la otra, este en armenia
con su sitio de trabajo u oficina: debe estar enclavado
en un lugar que Ie perrnira a usred darse una escapa­
da a la hora del almuerzo para pasar un rato agradable
con su arnante, y regresar sin sobresaltos de tiempo al
trabajo.

84

Para esto igualmente recomendamos una ubi­
caci6n no tan cercana, en ciertos casos especiales la
disposicion ambiental perrnite una distancia que ga­
rantiza no ser descubierto. Como ejemplo contamos
con el testimonio de un ejecutivo de empresa cuyas
oficinas se ubicaban en un edificio alto de muchos
pisos, en el que alternaban oficinas y departamentos
en pisos diferentes. Pues bien, justamente esta carac­
teristica de oficinas y departarnentos en diferentes
niveles, en algunos casos permida tener en ese mismo
edificio donde trabajaba un departamento ubicado en
otro piso, donde nuestro testigo solia reunirse tran­
quilamente con su arnante, a diario, a la hora del
almuerzo, sin perdidas de tiempo en traslados, y de
regreso por la tarde a trabajar, con s610 subir 0 bajar
unos pisos, sin haber salido del mismo espacio.
La estrategia que esre hombre adopraba frente a sus
compafieros de oficina para no despertar sospechas
era bajar por las escaleras, en vez de hacerlo por los
ascensores en los que todos acostumbraban. Si par
casualidad alguien se ofreda acompafiarlo escaleras
abajo, subitamente optaba por el ascensor y, si se en­
contraba a alguien conocido ahi, el hombre llegaba
hasta la planta baja y ya en ese piso afirmaba haber
olvidado algun objeto personal en la oficina, por 10
que volvia a subir, pero en realidad se dirigia al piso
donde estaba el departamento.
Otro caso con que contamos es el de un gerente
corporativo cuyas oficinas se localizaban en una zona
residencial en la que no exisdan altos edificios sino
construcciones horizontales. En este ejernplo, el de­
partamento que habia rentado estaba en la manzana

85

conngua de la cornpafiia donde laboraba. Asl, ni
requerfa mover su vehfculo , bastaba que caminara
desde el edificio de su empresa hasta dos cuadras ade­
lanre para llegar al departamento, trayecto que le lle­
vaba unos tres 0 cuatro minutos. Incluso un ventanal
del departamento permida ver gran parte del edificio
corporative, de tal modo que se divisaba cuando el
presidente de la empresa regresaba en la tarde a la
oficina, luego de almorzar y estacionar el auto en el
lugar destinado.
Respecto de las personas que ocasionalmente pre­
guntaban el motivo por el cual no utilizaba su vehicu­
10 para ir a almorzar, 0 si permaneda en la empresa al
mediodta, pues su vehiculo no 10 movia del esta­
cionamiento, el respondia que solo salia a comerse un
sandwich en un restauran cercano a la empresa,
donde luego permaneda unos minutes para relajarse
antes de regresar a retornar la jornada laboral.
Con esta esrrategia, nuestro entrevistado logro
sobrellevar tranquilamente durante dos afios su
relacion paralela, sin sobresalto alguno y sin que se
enteraran nunca sus cornpafieros de trabajo ni su
esposa.
Trdmites de alquiler. En cuanto a los tramites para
alquilar un departamento, sugerimos el manejo del
proceso con especial enfasis en los detalles que a con­
tinuacion se mencionan.
Instancias. Opte siempre por los departarnentos
que renten los mismos propietarios en lugar de los
adrninistrados por inmobiliarias 0 empresas de alqui­
ler de propiedades. Estas ultirnas piden muchos re­
quisitos (documentos) y generalmente sus comisiones

86

encarecen el alquiler del inmueble. Adernas, es mas
facil negociar condiciones y plazas de pago, depositos
de garanda 0 de la renta mensual con los propietarios
directos que con interrnediarios.
Documentos. Una vez que haya firrnado el contrato
de un departamento, nunca lleve consigo a casa los
documentos del contrato, recibos de pago 0 de entre­
gas parciales de dinero a cuenta del alquiler. Estes
documentos son evidencia contundente de que usted
tiene una arnante y son prueba suficiente para desatar
una grave crisis conyugal que es jusramenre 10 que
desea evitar (al menos antes de 10 previsto), Lo mas
recomendable es guardarlos en una carpeta confiden­
cial, que mantenga bajo llave en su oficina, en un
escritorio 0 gaveta, incluso si guarda con otros archi­
vos que us ted utiliza ordinariarnente en su trabajo,
tendra que rotularlos con un nombre clave que solo
usted conozca y que sea el identificador de su con­
tenido. Tampoco recomendamos que deje esos pape­
les a merced de su arnante en el mismo departamento
porque, al igual que las cartas manuscritas 0 las
fotograflas, en algun momento conflictivo ella querrfa
usarlos para denunciar ante su esposa la existencia de
una relacion adultera con ella.
Llaves. Asf como las esposas revisan los mensajes en
el buscapersonas de sus maridos, muchas otras acos­
tumbran revisar en secreto los llaveros de sus maridos,
en busca de alguna llave nueva, rara 0 diferente a las
usuales.
Por este rnotivo recomendamos que las del depar­
tamento esten en un manojo aparte y que solo las
porte cuando se dirige hacia el mismo y, cuando

87

regrese, debe guardarlas en el fonda de algun cajon de
su escritorio en la oficina, Si planea escaparse un fin
de seman a, cuando no va a estar en la oficina, escort­
dalas en un sitio oculto de su autornovil. Nunca las
guarde en la guantera 0 en la caja de herramientas de
la cajuela del vehiculo, ya que podrfa revisarla impre­
vistarnente su esposa en busca de alguna herramienta
que necesite para ajustar alguna tuerca de su auto 0
para alguna reparaci6n dornestica de las que nunca
faltan en el hogar y se encontraria las llaves.
Como se observa, en esre detalle es preciso actuar
dentro del espiritu de una rnision imposible.
Equipo y mobiliario. EI mismo sigilo y cuidado ha
de tenerse con los documentos de compra 0 pago que
usted reciba por televisores, equipos de audio, 0
cualquier adquisicion para amueblar el departamento.
Todos deben archivarse en la carpeta secreta que usted
maneja con los documentos del departamento.
Para efectos de los datos que las oficinas de servicio
tecnico de los proveedores de equipos necesitan requi­
sitar para dar mantenimiento a los electrodornesticos
averiados, es recomendable que la informaci6n la
surninistre su amante y que los registros tengan su
nombre (aun si ella es casada) en vez de a nombre
suyo. En ciertos casos, debera ingeniarselas para
guardar los documentos acreditados a nombre de ella,
en su carpeta de archives equis.

88

C6MO MANEJAR LAS SVSPICACIAS

DE SV PAREJA


A pesar de todo, no puede evitar que su conyuge
~ospeche (acaso 10 deduzca debido a su psicopa­
telogia) 0, en todo caso, no pudo evitar ciertos indi­
cadores de que hay alguien mas en el grupo; para esos
casos, se proponen unas sugerenclas para sortear con
exito esros momentos del proceso.
Evite que se repitan hechos sospechosos

Por ejemplo, si su pareja descubri6 algun indicio de su
infidelidad, ya sea una camisa manchada con labial 0
encontr6 un cabello de un color diferente al de ella
entre la ropa de usted 0 del cepillo de cabello, 0 bien
estando ella con usted su amante teleforieo y tuvo que
hablarle con nerviosismo y ella 10 advirtio, en fin,
cualquiera que sea la circunstancia que debio sortear
con una explicacion convincente, 10 mas irnportante es
que el incidente no se repita. Esto es en relaciori con
la explicacion que Ie haya dado a su pareja sobre el
incidente, Que ocurra una vez se enriende en el con­
texto de su excusa 0 explicacion, pero 10 mejor es que
no ocurra de nuevo, ya que serfa sumarnente raro e
incomprensible para cualquier persona.

89

Por 10 ta nto, en el futu ro tome las providen cias de
segur idad necesarias y evitese dificultades. En cua nto
a las sit uaciones hip oteticas qu e ocurriesen , ofrezca
algunas de las siguiemes exp licaciones.

Ropa manchada con ldpiz labial
Di ga qu e al salir de la oficina 0 estando en cualquier
sitio usual, se enco ntro a un a vieja ami ga conoc ida de
am bos y qu e, accidentalme n te, cuando 10 saluda, cosa
qu e hizo con mucha efusividad, 10 rnan cho.
Refuerce la excusa y dig a qu e si qui siera ocultar
algo se habria preocupado en borrar la man cha, pero
como no hizo nada malo...

Cabellos entre su ropa 0 cepillo de cabello
diferentes a los de su pareja
En este caso puede usted argume mar qu e en la
ofic ina un a persona (rnujer) qu e ahf labor a le pidio
pr estado su pein e 0 cepillo, ya qu e iba a un a reunion
de negocios muy irnport ante, razon por la qu e nece­
siraba pr esemarse correctarnente arreglada, y qu e
dicha persona olvido tra er su cepillo de cabello. Logi­
carnente, 10 mas promo posible, comuniquese (ese
m ism o d ia incluso) con la persona y p idale qu e si su
esposa le cons ulta sobre la veracidad de tal explica­
cion, qu e ella co nfi rme la version. En este caso es evi­
de nte qu e la person a a la que se use de coa rtada debe
ser alguien en qui en usted confle.

90

Su amante telefoneo cuando estaba cerca su pareja
En ocasiones, debido a la naturaleza del caso, usted no
podra evitar que le Harne a su telefon o celular su
amante por un asun to importante. En este caso (y si
se halla presente su pareja), asegu rese de haber coo r­
dinad o con ella los ccdigos con qu e se cornun icaran
para indicarle qu e no puede hablar ya qu e hay moro s
en la costa .
Si aun asf su am ante insiste y usted debe habl ar con
ella, jnunca finja que habla con un hombre! Su pare­
ja 10 no tara, ya sea por el volumen de voz de la per­
sona , qu e a veces por la cerca nfa su pareja la escucha
(tal vez en ese momento estan reposando en la red ­
mara de su hogar), 0 por sim ple intuicion, qui za
porque usted se com pona con nerviosism o y mira a
su pareja de manera anormal. En estos casos, dirfj ase
con naturalidad, util ice quiza el apelativo de seno ra
mas un apellido ficti cio; tambien asegurese de hablar­
le de usted para dar la image n de esta r hablando con
una persona sobre asuntos laborales 0 de negocios,
etcetera. Huelga decir que en tales circunsta nc ias su
amante debe estar bien entrenada y no crearle p robl e­
mas ni h acerle una escena de celos 0 algo parecido, es­
perando que [e hable como se tratan en la intim idad.
Si acaso ella empieza a acruar de esa man era, sim ule
despedirse, cuelgue rapidam enre y descon ecte de rna­
nera disimulada el telefono, N o se precipit e en explicar
a su pareja con qui en hablaba, pu es eso Ie indi carfa a
ella qu e usted se siente culpa ble y qu e necesita expli­
carse. Solo si ella 10 solicita, expllquele. Asegurese de
ofrecer una muy bu ena argume ntacion y, sobre todo ,
91

jmire a su pareja a los ojos cuando se la de! Esto se
sugiere porque a veces el lenguaje corporal nos
traiciona, y cuando mentimos solemos rehuir la mira­
da de la otra persona, pues es cornun que miremos al
piso 0 hacia otro lado, 10 que es natural, acto reflejo
en cuyo mecanismo fisiologico se basa el funciona­
miento del detector de mentiras, Por ello este muy
atento a estas actitudes inconscientes y cufdese de no
incurrir en las mismas.

No actue muy solicito, eso aumenta la desconfianza
Si en un mornento dado su pareja revela que sospecha
de usted, 10 peor que puede hacer es actuar de la
noche a la manana totalmente diferente a 10 acostum­
brado. Esto por 10 general ocurre en muchos casos.
Los varones infieles amenazados de ser descubier­
tos y que han actuado de forma indifereme con sus
parejas, de promo se vuelven muy solicitos y atentos
cornpafieros cuyo fervor le huele raro a la otra per­
sona. Tales actitudes se adoptan de manera incons­
ciente, debido al sentimiento de culpa, de ahf la
importancia que usted -varon infiel- se autoob­
serve consranrernente y tome las previsiones en caso
de sospechas de parte de su pareja 0 esposa, por 10 que
no debe cambiar radicalmeme su trato con ella.
A 10 sumo, 10 logico serfa que su pareja, ya sea del
ataque de celos 0 de las suspicacias que la invaden, Ie
reclame que hace un tiempo usted dejo de tener cier­
tas atenciones, actitudes y gestos hacia ella.

92

Y si en el contexte de esos sefialarnientos, usted le
prornetio que cambiarfa y que estaba arrepentido por
haberla relegado, esos cambios prorneridos tendra que
ejecutarlos gradualmeme en su relacion, no de la
noche a la manana, ya que solo aumemarfan las
sospechas de su conyuge.

Cambie la modalidad de su relacion
Si la situacion 10 amerita, es decir, si las sospechas de
su pareja son basrante inrensas y amenazan el futuro
de su relacion paralela, considere la posibilidad de
realizar cambios irnporrantes en la modalidad actual
del encuentro con su arnante.
Una de las primeras modificaciones es variar los
horarios de las citas, Si acaso su pareja observa con
atencion su cornportamiento a cierras horas, tal vez
durante el lap so entre el almuerzo y la siesta, usted
forzosameme tendra que asignar otro horario para
verse con su amante.
En tal caso, ella debe ser 10 suficienternente flexible
y comprensible para, por ejemplo, concordar en que
ustedes se encuentren en la manana bien temprano, 0
solo ciertos fines de semana. Lo cierto es que se ten­
dra que sacrificar algo de la comodidad del amiguo
horario de encuentro, en favor de la segura con­
tinuidad de la relacion extramarrimonial.
Otro cambio en este sentido es la frecuencia de los
encuentros. Si en determinado mornento usted y su
amante acostumbraban verse diariamente 0 muy
seguido, la situacion requerira que esten dispuestos a

93

verse (al m enos rernporalmente) con m en os frecue n­
cia, hasta que d esap are zcan 0 se aternie n las sos pechas
acruales.
Segu n sea la grave dad d e la sit uac io n, inc1uso seria
necesario di stan ciarse por un tiernpo , co n fo rrna ndose
am bos con solo habl ar por relefon o, En sin tesis,
deben estar di spuesro s a romar las decision es necesa­
rias para d ade la co ntin uida d al vinc ulo co n su otra
pareja, aunque eso implique hacer provisoriamente
algun os renunciami entos,

Opiniones que re.flejan una imagen de fidelidad
Qua manera como un varon infiel co n trib uiria a
mantener b ajo co nt ro l 0 ate n uadas las sos pec has de su
pareja, se rfa cu ida nd ose d e ernitir las opini ones co­
rrectas cua ndo co nve rsa co n ella so bre asuntos relati ­
vos a la fidelidad en la pareja. En efecto , suele su ceder
que otras parejas co nocidas de list ed y su esposa
tienen problemas a ra iz d e la infidelidad de uno de los
miembros d e aq ue lla (us ua lmente el va ro n) . Lo que
normal m ente ocurre cua nd o terceras personas se
enteran del caso es que la sit uacio n gener a multiples
co rnen tarios, la m ayoria d e las veces so n co ndena ro­
rio s, m as aun tr at andose d e las mujeres que ven a sus
am igas uaicionad as por sus p arejas.
En los casos en que un a mujer se vale d e la situa­
cio n para d ar su o p in io n so bre las prueb as que le po­
n e a usted , cues tio na nd o le que piensa al respecro . De
esta maner a su pervisa cua l seria su act itud en esas cir­
cu nstancias. La pregunta m as 0 m enos es en este

94

ten or: 2tu que piensas so b re 10 que Luis (el amigo) le
esta haciendo a Clar a (la esposa) ? Una pregunta mllY
ca pciosa, por 10 que ust ed d eb e responder correc ra­
m ente para des viar la situacion a su favor; po r 10
ta nto , se recomienda que al referi rse a esa p areja en
co n flicro afirrne con seguridad que eso es in correcro e
in admisible. Para no parecer hipocrita, afiada que, en
rodo caso si su am igo (el o t ro va ro n infiel) ya no es
feliz con su conyuge, tendra que sin cerarse y plan tear­
Ie un a ruptura, alej amienro 0 di vorcio, y despues ya
podra fijarse en otra muj er; no , esro es, primero sepa­
rarse y luego aceptar 1a compafiia de orra muj er.
Ex te rn e esta opinion 0 id ea sim ilar con roda la
certeza y segurida d posibles, pues de esa form a tr an s­
mitira a su parej a tranqui1idad y Ie llevara a pen sar
que si usred siente 10 mi smo en relacion co n ella, es
d ecir, si en algun m ornento ya no esruviese sarisfec ho
co n ella, optarfa ta m bien por un a separac io n y poste­
riormenre se inc1in arfa por o rras mujeres, en ningun
caso an tes .
Con estas respuestas forn enra la tr anquilidad d e su
pareja; no dude en resp onder ast, ya que si co me te el
error d e dade la razon a la persona infiel en esa otra
p ar eja, a unq ue exista n moti vos co noc id os 0 evide ntes,
no ju stifican la infidelidad: co n esa torna de posicion
solo ale ntara en su pareja el ge rmen de la dud a y la
desconfianza.
M enralmenre ella as! procederfa: si piensa (us ted )
que en algunas situacio nes se ju stifica la in fid elid ad ,
ento nces 10 serfa tarnbien co n m igo . Este tipo d e con­
c1usiones de su co nyuge socavan la tranquilid ad , le
rob an el suefio y alienran a cualq uier muj er a ponerse

95

alerra y rastrear las sefiales ad ulteras de su pareja. AI
fin al, gen era ra entre ambos una gran presion, natural­
mente muy desagradable, 10 que serfa sana evitar en
10 posible.

No confte en su memoria, mejor anotelo
O tra co nside rac ion es que, con determinadas expli ca­
cio nes qu e involucren fech as y personas, usted sea
coherente frente a su pareja. Nos referimos a las expli­
caciones que usu almente un o da , por ejernplo, porque
llego tarde un di a, de co n quien estuvo almorzando,
en qu e fech a hizo deterrninado viaje, cua nd o estuvo
usted en determinado lu gar, entre o tras,
Estes episod ios no rmalmente se vin culan con los
di as en que realrnente estuvo con la otra y se vio en la
necesidad de dar estas expli caciones, es decir, tuvo que
mentir a su pareja. Todos co nocemos la Frase que reza
"la mentira tien e patas co rtas". Ya q ue luego de da r
una versio n de un asunto, a veces uno se olvida de la
mi sm a y en orro mornento, por erro r, da otra dife­
rente.
A rafz de que confian a su memori a estas explica­
ciones, y esta es fragil, surgen enredos, confusio nes y
co ntrad iccio nes com prometedoras. Si usted es un em­
pedernido varo n infi el, no pued e ni deb e con fiar en
su memoria, rnejor ano re todo en una agenda, las
fech as en que usted Ie aseguro a su pareja algo en
algun Iug ar.
Ta m bien, si usted le inforrno qu e and uvo en cier to
lugar co n una persona (lease su aman te), an ote el

96

nombre de la person a que servira d e coanada, y
vin cul ela con el lugar en cu estion. No 10 olvide: si se
contrad ice, desp errarfa terribl es sos pechas en su pareja.
Un arquitecto entrevistado inforrno que un d ia
tu vo serios problem as con su muj er porque primero le
dijo que estuvo un dfa hasta tarde en un a reunion del
gremio, a las que solia asistir; que de regreso 10 acom­
patio un conocido de ambos (juan ) hasta cerca de la
casa. Vario s d ias despues, al comentar sobre el paro de
actividades de los colegas, cornerio el erro r de quejarse
acerca de ellos, pu es hada m eses que no asistian a las
reuniones, incluyendo en el reclamo al mi smo Juan,
sobre quien dijo que ihace por 10 menos cin co reunio­
nes no apa rece por la aso ciacion! Logicam ente, la
esposa reacciono, con actitud de sospecha "~ pe ro no
era Ju an el que estuvo cont igo y te acom pafio la orra
noche cu ando llegaste muy tarde? " Realmente, esta
persona tu vo que hacer malabares para adecuar las do s
versiones co ntrad ictor ias que habfa dado sin per­
catarse.

Busque explicaciones creibles
ante situaciones increlbles
En cierras ocasiones, por muy cu idadoso que se pueda
ser, resulta imposible evirar que ocurran hechos 0
situaciones dificiles de explicar. Sim pleme nte los
acontecimienros se com binan de manera im prevista y
generan situaciones muy comprometedor as, en tales
casos co nv iene pen sar con rapidez y recurrir a la crea­
tividad para ten er un a expli cacion crei ble a 10
97

increible. Por ejemplo, un empresario entrevistado
que tenia una amanre, a quien le habia dado una
copia de la Have de la entrada trasera del edificio de su
empresa que se comunicaba direcramenre con su ofi­
cina, en una ocasion vivio un terrible mornento . Un
dia, sin que el 10 supiera, con motivo de su cu rnp le­
afios, su arnante vino temprano a la empresa a felici­
rarlo y como aun no llegaban los empleados ni el
negocio estaba abierto al publico, ella utilize su Have
y se sento a esperar a su pareja en la oficina. Entonces
entre allugar el cufiado, hermano de la esposa, quien
era socio de la empresa, y ordinariamente no llegaba
temprano a la oficina; ademas el tambien tenia su
propia llave de acceso. Cual serfa su sorpresa cuando
encontro casi en penumbras a una mujer desconocida
para el hasta ese momento, que entre sin forzar nin­
guna cerrad ur a, es decir, tenia su propia llave. Ya
repuesro de la sorpresa y titubeante de si se trataba 0
no de una ladrona, el cufiado atino a preguntarle
quien era, que hada ahf y, sobre todo , como habia
entrado. Logicamente, la dama tarnbien se asornbro y
10 unico que se le ocurrio decir fue que era amiga del
senor fulano (su cufiado). Por suerte, en medio de la
insistencia del cufiado, acerca de como habia entrado
al edificio, llego nuestro entrevistado , quien , tarnbien
muy sorprendido, atino a saludar efusivamente a la
mujer con un par de besos en la mejilla, como suele
hacerse con las amistades, como si efectivamente no le
sorprendiese verla alli. Luego, inmediatamente fingio
que era una cliente (de confianza) que venia de otra
ciudad con quien el habia charlado relefonicamente la
tarde anterio r, que se hablan puesro de acuerdo para

98

reunirse a primera hora en la manana. Fue as], Ie
explico al cufiado , que opto por dejarle la Have del
edificio con un guardia que presta sus servicios en la
cuadra, quien realiza rondines de vigilancia a camb ia
de una propina mensual, es decir, el vigilante igual
mente es conocido y de confianza para la empresa.
Logicamente, todo esto 10 explico en un lapso de
sesenta segundos al cufiado, en tanto que la amante
tuvo que agarrar al vuelo la historia y corroborarselo
al desconfiado cufiado y socio. AI final, ese rnismo
dia, para concluir la version, debio ponerse de acuer­
do con el guardia, quien (con un estimulo en billetes)
acepto confirmar frente al cufiado, por si este [e pre­
guntaba la version de que efectivamente recibio el dla
anterior la llave de la empresa, con el encargo de
entregarsela a la clienre proveniente de otra ciudad,
una situacion sorreada muy diffcilmente.

Siempre niegue mirando a los ojos
Un ultimo recurso muy util, en el peor de los casos ,
cuando las sospechas de su pareja estan muy adelan­
tadas, a tal grade que cuenta con datos fidedignos de
sus andanzas, es negar caregoricarnente todo.
En ocasiones ocurre que las esposas de los maridos
infieles recopilan poco a poco informacion de distin­
tas fuentes. AI principio, era solo una version mal hil­
vanada; luego, versiones coincidentes de mas de una
persona, hasta llegar a una certidumbre de las andan­
zas de sus esposos. Es entonces cuando atacan con
todo: presentan de golpe toda la informacion yexigen

99

la verdad, aquf se presenta el mornento decisivo; ellas
esperan la confesion final, el ultimo cabo suelro para
cerrar la tragedia.
Aun cuando en el fondo anhelan que todo sea
mentiras 0 murmuraciones de la gente para destruir 0
dafiar su matrimonio, igualmente intuyen la verdad,
que algo no funciona bien en la pareja desde hace
tiempo. Y allf estan, usted y su pareja, ella exigiendo
la verdad, con una mirada inquisidora para saber la
verdad; en tanto que usred siente latir su corazon
aceleradamente.
Muchos hombres infieles no soportan la tension de
esros momentos, y se derrumban; reconocen, aceptan
y confiesan todo. Entonces se desata el infierno en sus
vidas. Por eso, si usted como adiilrero desea evitar que
10 descubran y no se ha decidido a abandonar a su
pareja 0 esposa, tendra que asegurarse de manejar este
momenta 10 mas profesionalmente posible, es decir,
como 10 hacen los infieles profesionales.
Si usted desea que el episodio termine a su favor,
como los anteriores que hemos revisado, debe tener
disponibilidad para mostrar en ese momento deterrni­
nante bastante seguridad, la misma que mostro siern­
pre con su pareja. Mantenerse imperturbable. Mirela
fijamente a los ojos. No con dureza, sino directa­
mente, asegurele con conviccion que no es cierto.
Niegue rodas las acusaciones, pero vien do direcra­
mente a los ojos de su pareja. Digale que son viles
mentiras. Nunca, por mas informacion que su pareja
le refiera de sus infidelidades, caiga en la trampa de
terminar aceptando y reconociendo rodo. Niegue las
acusaciones hasta la muerte. De un no rorundo, pues
100

tal actitud, aunque no borre la informacion que su
pareja logro recopilar, sernbrara la duda acerca de la
veracidad de las afirmaciones de las personas consul­
tadas, incluso las buenas intenciones de esa genre.
Como ya 10 mencionamos, solo si usted esta decidi­
do 0 ha pensado seriamente en dejar a su companera,
se recomienda asumir y aceptar como ciertas las prue­
bas que le han presentado. En tal cas0 , ya sabe que
reconocer y aceptar como reales las acusaciones, nor­
rnalrnenre derivan en la inminente separacion, divorcio
o algo similar. Pero si esa no es su intencion, defien­
dase como un gato bocarriba, y niegue vehemenre­
mente rodo.

101

EL PERFIL DE LA AMANTE IDEAL


E

xisten perfiles ideales para las distintas actividades
y profesiones; de igual manera se puede delinear
un perfil de la amante ideal. Cuando se trara de cono­
cer otras mujeres, a todo varon infiel le asalta la duda
de como debia de ser 0 que caracterfsticas ha de tener
la persona que sostenga una relacion que, siendo pa­
ralela, le permita sentirse a gusto, comedo y realizado ,
principalmente por la manera en que ella asume y
vive tal vinculo.
De las experiencias compartidas por nuestros
entrevistados, obtuvimos un amplio espectro de ca­
racterfsticas que toda amante ideal reune, mismas qu e
se detallan a continuacion.

No estd. muy orientada bacia el matrimonio
Normalmente, a partir de las otras caracterfsticas per­
sonales, la amante ideal suele ser una persona que no
se autopercibe como una mujer tipica, que en deter­
minado momenta puede ser la esposa de un hombre
y luego se convierte en una abnegada ama de casa,
mas tarde es una solicira madre. Norrnalmenre son
103

mujeres que no estan hechas para el matrimonio, por
10 tanto, en su propia manera de pensar esta prevista
la condicion permaneme de ser la otra.
Esto que ya han discutido violema y abundante­
mente muchas mujeres (ajenas a esta categorfa) en
realidad es as!' pues esas son las caracteristicas psi­
cologicas de esre tipo de mujeres. En efeeto, en la his­
toria personal de estas amames ideales se registran
siernpre episodios 0 eireunstaneias que lentarnente las
han predispuesto a esta eonviveneia como modalidad
predominame con el sexo opuesto. Cabe sefialar que
no necesariameme se trata de episodios catasrroficos,
sino de que en su infaneia, estas mujeres padecieron
eonflictos imrafamiliares, con la cuota de afecto recibi­
da 0 no por pane de sus padres, sobre todo con las ca­
racteristicas predominames de la relacion con el padre,
entre otrOS motivos. Lo cierto es que, por muy ilogico
que suene, se puede afirmar que hay mujeres con ten­
dencia a ser amantes y no esposas 0 parejas oficiales.
La prueba esta en que, cuando eonocemos la vida
de muchas de estas mujeres, aparecen hombres libres,
solteros 0 divorciados, con quienes pueden formar
una solida y estable pareja, pero ellas se las arreglan
para rehuir 0 escapar de ese vinculo. Inexorablernente
se las ingenian para terminar la relacion, haciendo
algo que la arruine, es decir, la sabotean. Incluso en
algunos casos en que ellos les proponen matrimonio,
no aceptan, exponen cientos de excusas y supuestos
impedimentos para justifiear la negativa. Debido a
que en su modelo ideal de vida no caben estas rela­
ciones ni tipo de hombres, su mayor anhelo es estar
junto a un hombre prohibido.
104

No Ie gustan los niiios
AI no ser la tipica madre y ama de casa, el prototipo
de la mujer-arnante por 10 general acnia sin orien­
racion, 0 sin atraccion 0 enternecimiento con los
nifios, Son totalmente opuestas a las mujeres que
naturalmente siempre se han encargado de atender
nifios, ocupandose al principio de sus hermanos
menores, mas adelame de los hijos de su hermana y
finalmeme de los suyos propios. Incluso en el plano
laboral este segundo tipo de mujeres ejerce su
vocacion maternal. Laboran como educadoras, maes­
tras en jardines de nifios, etcetera. En cambio las otras
mujeres prefieren actividades y profesiones que les
permitan tener contacto principalmeme con personas
adultas. Y cuando se trata de lidiar con nifios, se las
yen negras. Quiza no saben siquiera como cambiar un
pafial a un bebe, 0 en todo caso, aun sabiendo como
hacerlo, detestan ocuparse de esos menesteres, debido
a que el mundo que le atrae es de adultos, entre los
que se cuentan especialrnenre los hombres.

Sistemdticamente evita embarazarse
Debido al rechazo a la maternidad y a su poca ten­
dencia por los nifios, ordinariamente la mujer-amante
ideal es alguien que se cuidara de manera rigurosa
para no embarazarse en ningun momento. Ella misma
se ocupara de conseguir los anticonceptivos necesarios
y los utilizara rneticulosamente. En algunos casos, ella
elegira recursos definirivos, como ligarse las rrornpas .
es decir, la esterilizacion,
105

Esta actitud de la mujer Ie ororgara a la relacion
con su pareja un componeme de seguridad, ternan­
dola ideal, puesco que no caera en el viejo riesgo de
que en algun mornento (quiza como fruto del sen­
tirniento que la une a ese varon, tal vez como un
recurso para no perderlo, 0 para crearle consciente­
mente dificulrades), ella accidentalrnente se ernbara­
ce, e inicie una compleja relacion.
Esto, harto frecuente, es un viejo recurso de algu­
nas mujeres-arnantes que desean con tal estrategia
retener a los hombres en cierros casos, como apurar
una decision respecco a que abandonen a sus actuales
esposas; en otras ocasiones, recurren al embarazo
como castigo 0 agresion a sus arnantes , haciendo que
las esposas de estes descubran la relacion paralela, con
codas las implicaciones y consecuencias comunes en
estos casos.
De manera que, en cuanto aparezca en la vida de
cualquier hombre una mujer que definitivarnente
rechace la maternidad, y que evite rigurosameme el
embarazo, esto representara una gran comodidad y
ventaja para cualquier varon infiel,

]oven e inexperta
Un modelo especial de mujer, candidata a ser la
arnante ideal, es la jovencita inexperta, sofiadora y
senrirnenral que anhela una relacion que colme su
vida}
3 A partir de la novela Lolita, de Nabokov, se habla del feno­
meno de las Iolitas, jovencitas audaces y osadas qu e, en franco
desafio a las mujeres de la gen eracion anterior, presentan una

106

Tal vez al principio esta joven dama, debido a su
educacion, rechace la idea de relacionarse con un
hombre comprometido 0, aun habiendo iniciado la
relacion con alguno, ella se muestre reacia a conc i­
nuarla. No obstante, es muy probable que como a
causa de la constante convivencia con ese varon infi el,
expeno seductor, hombre maduro y arnante experi­
mentado, finalmente ella se subyugue con tal relacior,
y acabe por entregarse docilmente. Sera enronces
cuando esta Lolita acepte refugiarse cornodarnente en
los brazos de su amante, y sin ningun sentimiento de
culpa como para alejarse de ese esp acio.

Lo trata como siempre sofio 0 deseo
En ocasiones, en la vida de un varon infiel ocurre qu e
el dia menos esperado conoce a una mujer que, natu­
ralmenre y sin esfuerzo alguno, tiene la capacidad de
prodigarle el trato que siempre ha sofiado, No son po­
cas las relaciones de este tipo que se han consolidado
de la noche a la manana, debido a que casi magica­
mente ambos amantes coinciden en guscos, preferen­
cias, afinidades que allanaran asombrosamente el
camino y el tiernpo hacia la consrruccion de un a
fuerte relacion entre ambas personas.
Sera entonces cuando ambos cornentaran sorpren­
didos: tenemos poco riernpo, pero pareciera que no s
gran habilidad de seduccion, y al haber resultado alramen lc
beneficiadas por la naturaleza, la cornbinacion de sus atr ibu ros
hacen tarnbalear los cimienros del mundo fem enin o ad ulro.

107

conocemos y estarnos juntos desde hacc afios. Uno de
los primeros resultados tangibles de esre ripo de qui­
mica perfects entre ambas personas es que una 0
ambas estaran en condiciones de darle a la otra el tipo
exacto de trato 0 atenciones que necesiran , y que tal
vez durante mucho tiernpo no ha recibido de su pare­
ja oficial: induso habra tenido que mendigarlo.
AI recibir esre anhelado traro, muy diffcilmente un
hombre baraja en su mente la idea de alejarse 0 de
dejar a su pareja alterna, puesto que su cornpafifa es
muy benefica, rasgo a partir del cual estas mujeres se
les considera am antes ideales. Por ejemplo, un
prospero comerciante, a quien conocimos mientras
esraba casado todavia. Aun cuando su esposa no era
una mala persona, no le tenia la paciencia suficiente
para ocuparse de los detalles; por ejemplo, cuando lle­
gaba cansado al hogar, ella casi nunca tenia ganas ni
tiempo de prepararle la cena, aunque sea de servirsela,
si ya la habfa preparado el personal dornestico asigna­
do a dichas tareas. Igualmente, cuando salia de viaje,
relatarfa afios despues este hombre, el envidiaba a sus
amigos por la manera en que sus esposas les ayudaban
a preparar sus equipajes, les planchaban la ropa nece­
saria, todo 10 que el nunca recibio de su esposa, quien
dejaba totalmente estes detalles en manos de las servi­
doras dornesticas. El fin de la historia fue que un dta
este comerciante contrato a una secreraria, a la que,
entre otras cosas, le corresponderfan tareas como
servirle cafe, coordinar el servicio de almuerzo,
etcetera. Desde el principio, esta dama (no mas joven
ni bonita que la esposa), se destaco por su solicitud y
fina arencion con su entonces jefe, quien declararia
108

luego con sorpresa que ella en poco riernpo lIegarfa a
conocer, incluso mejor que su esposa, los pequefios y
a la vez grandes detalles de sus preferencias perscnales,
como el mimero de cucharadas de aziicar con las qu e
Ie gustaba tomar su cafe, que ripos de sopas preferia,
cuales eran los alimentos que debia controlar por pres­
cripcion medica y otros, Lo mas Ilamativo era -segun
refirio este hombre- que la dama demostraba
brindar esta atencion no como parte de sus tareas
asignadas, sino porque Ie gustaba hacerlo y se ocupa­
ba de ello con agrado y entrega.
Esto lentamente unio a ambas personas, haciendo
que el hombre poco a poco se sinriera mas a gusto en
el negocio que en su hogar. Por tanto, haciendo que
cada vez se quedara hasta mas tarde a uabajar junto a
su secreraria, hasta que un dia paso 10 que habfa de
ocurrir. La historia concluyo varios afios despues,
cuando este hombre se divorcio, dej6 a su esposa y,
tiempo despues, forme pareja estable con su otrora
secretaria y amante. No fue una aventura ocasional.
Estuvieron juntos durante casi quince afios, hasta qu e
el hombre fallecio a causa de una enfermedad que se
complied de manera irreversible; pero mientras du ro,
quienes los conocimos constatarnos que eran real­
mente felices.
Busca fa proteccion de un hombre fuerte
Similar a la rnujer-amante joven e inexperta, se
encuentra la que busca protecci6n de un hombre
luerte, en cuyo concepto esta dama incluira, po r
ejemplo, al hombre ya maduro, esrable en la vida a
109

nivel econornico, que le perrnita gozar de ciertas
comodidades y que Ie genere sobre todo una sen­
sacion de proteccion. Este hombre asertivo y exira so
Ie transmitira a su arnante, con su presencia, fuertes
sentimientos de seguridad y proteccion valorados por
todo el genero femenino (al menos por las feminas
que disponen de una suficiente y adecuada dosis de
salud mental, como para permitirse reconocer esta
necesidad). De manera que algunas mujeres justa­
mente se senriran sub yugadas por los factores con­
cornitantes a la condicion de hombre comprometido
o casado: carrera exitosa, hijos y finalmente estar ya
familiarizado con 10 que implica saber tratar a una
mujer, debido a estar viviendo con una (su esposa)
desde hace varios afios.
Hasta aquf los distintos aspectos del perfil ideal de
una amante. Todos estos indicadores presentados
anteriarmente, en la medida en que converjan en una
mujer determinada, 10 haran aproximarse con mayor
precision a ese perfil. Si los elementos aquf citados no
contribuyen a facilitarle, amable lector, su busqucda
de la am ante ideal , al menos le serviran como referen­
res reales a la hora de establecer con claridad que ca­
racteristicas se excluyen de dicho perfil, es decir, como
no debe ser ella. Buena suerte en su busqueda.

COMO SER INFIEL CON SV AMANTE

E

n ocasiones ocurre que usted acaba siendo infiel a
la mi sma persona con la que usted engafia a su
pareja oficial, es decir, a su amante. Esta infidelidad
tiene distintas dimensiones: desde aventurillas ocasio­
nales con otras mujeres pasando par breves romances
(los cuales una vez concluidos usted continua junto a
su amante primigenia), hasta verdaderas relaciones en
las que finalmente optara por dejar incluso hasta a su
pareja oficial para permanecer junto a la nue va
arnante. Cualquiera que sea la dimension de la in­
fidelidad con su amante , aquf nos ocuparemos de pre­
sentar ciertas sugerencias y recomendaciones sobre
como sobrellevar esta segunda instancia de infideli­
dad.

Una tercera persona exige mayor cautela
En primer termino, destaca la importancia de aumen­
tar la cautela y los mecanismos de seguridad con su
pareja oficial, en relacion con su nueva arnante. En
efecto, si de por sf ya es diffcil esconder una mujer,
imagine 10 que significa esconder a dos , y adem as
pensar que hay una tercera rondando. En cuanto a su

110

111

pareja oficial, caben en igual medida rodas las
recomendaciones hasta aquf formuladas respecro a
precauciones que aseguren el secrero de la exisrencia
de una amante.
EI error en el que incurren muchos adulteros es el
de relajar y obviar las precauciones, usual mente obser­
vadas con la primera amante, en relaci6n con la exis­
tencia de la segunda.
En estas circunstancias, no resulta raro que despues
de haber sobrellevado tanto riempo y con gran habili­
dad una primera relaci6n paralela, un hombre cornete
errores en la segunda, 10 que tarde 0 temprano lleva a
su pareja oficial a descubrir esta (segunda) vincu­
laci6n, e incluso adicionalmente, a veces, hasta la pri­
mera. Es cuando esros infieles de vocaci6n sienten que
todo se derrumba: se quedan sin el pan y, a veces... sin
las tortas.
Recuerde que debe tener mucho cuidado: igual
cantidad de celo, cautela y precauciones ensayadas
con su pareja oficial, en rodas y cada una de las rela­
ciones paralelas en las que uno se aventure.

jCuidado con su primera amante!
Tenga cuidado, ella se las sabe rodas, debido a que
hasra ahora ella 10 ha acompafiado y panicipado en
todas sus estrategias y esfuerzos, tendientes a evitar
que su pareja oficial se entere de su doble vinculo; su
primera amante es una persona que conoce pertecta­
mente rodos los trucos, esrratagemas y excusas que un
hombre infiel despliega.

Realrnente usted debe ser creativo y audaz para
sobrellevar con exito y sin que se entere su primera
amante de la existencia de la otra. Acaso este sea el
rnotivo por el que muchos hombres infieles aCOStum­
bran rener una arnante por vez: puesro que exige
mucho esfuerzo mantener en secrero el vinculo para­
lelo; si fuesen dos, resultarfa bastante desgastanre.
Aun asi se da el caso. Inc1uso ocurre a veces sin llegar
a proponerselo deliberadamente. Entonces, ya sabe
usted que debe redoblar precauciones frente a su
primer amante, para que no descubra la existencia de
otra amante.
Una posible excusa con la primera para estar con la
segunda, y que usualmente la acepta, es decide que su
pareja oficial desconfia, y ultirnamente anda haciendo
muchas preguntas, raz6n por la que debe aplicar la
tactica del cambio de horarios 0 de frecuencia de
encuentros, segun sugerencias del apartado relaciona­
do con el manejo de las suspicacias de su pareja.
Asi, su primera arnante estara tranquila y usred
dispondra de tiernpo libre para dedicarse a su nueva
amiguita. Lo de tranquila se afirma en cuanto ella sea
la primera interesada en cuidar que su pareja oficial
no descubra su existencia,
De rodas maneras, esta excusa s610 le servira unos
meses. Durante el transcurso , serfa recomendable que
usted defina que hacer con ambas personas. Esro sig­
nifica que, de acuerdo con los testimonios recogidos,
cuando un hombre infiel acepta 0 busca una segunda
arnante a su lado , algo esta pasando en su relaci6n con
la primera.

113

112

No queremos necesariamente concluir que tene­
mos una crisis en desarrollo, pero es bueno pregun­
tarse a profundidad sobre los motivos que subyacen a
la existencia de este segundo vinculo paralelo. En
algunos casos, simplemente ocurrira que esa segunda
persona representa solo algo effmero, pero en otros la
existencia de una segunda amante es el mas claro indi­
cador de que esta llegando la hora de terminar con su
.,
.
am ante pnmlgema.

CVANDO CONCLVIR SV RELACION INFIEL

1amor es eterno... mientras dura, dicen los exper­
ros de las cuestiones sentimentales. Este pensa­
mienro nos lleva al siguiente punto de nuestro traba­
jo. El asunto es que, si bien en algunas relaciones los
vinculos paralelos acaban convirtiendose en oficiales,
en otras, tarde 0 temprano, la relacion entre los
amantes llega a terrnino.
No es que uno viva buscando el momento. Pero
sabemos que la vida esta llena de principios y finales.
Es una sucesion de encuentros y partidas, y quiza le
haya pasado a usted, varon infiel, que llego a su vida
una amante que trajo muchas cosas hermosas a su
existencia. Y un dia, igualmente, se marcho. Es la ley
de la vida.
De manera que serfa saludable y sensato asumir
abiertamente esta posibilidad, y antes que rehuir el
tratarniento del tema enfrentar el asunto con fran­
queza, tratando de identificar amicipadamente las
probables causas determinantes de una ruptura. Aquf
se avanza en la idea de que ante un factible surgimien­
to de ciertas situaciones, serfa recomendable y conve­
niente poner terrnino a la relacion con su amante, sea
esta la primera 0 la segunda, 0 la que se ubica en "n"
orden en su vida. El detalle de los hechos posibles es
materia que se desglosa en los siguiemes apartados.

£

115

114

Cuando se pone exigente
Una de las causas por las que se recomienda empezar
a pen sar seriamente en. concluir la relacion
con su
.
.
amante, es porque empleza a mostrarse mcomprensl­
va con usted, con el tiernpo que le destina y la fre­
cuencia de los encuentros. asimi smo par 10 que usted
puede y no puede darle.
A medida que ella sea mas exigente en estos ternas,
usted ira gradualmente sintiendose presionado e inco­
modo, como cabrfa esper arse. Recordemos que una
de las caracterfsticas de la am ante ideal es su flexibi­
lidad, paciencia y comprension hacia usted, respecto a
cierros ternas vinculados con ella, ya que de por
medio siempre estara tambien su pareja oficial. As!
pues, en cuanto su amante empiece a dar sefiales de
rigidez e intolerancia, tengalo por seguro: ha llegado
la hora de dar por terminada la relacion. No dude 0
flaquee en esta decision. No importa 10 bella, joven ,
ardiente 0 especial que ella sea. Recuerde que usted se
refugio en sus brazos para estar mejor que con su
pareja oficial , par 10 tanto, si usted aceptara que la
relacion paralela funcione peor que esta, ciertamente
habra hecho un mu y mal negocio. Por 10 tanto, llega­
do el caso cirado, usted debe romar con presteza la
decision correspondiente a esta situacion .

Cuando

to amenaza can descubrirlo

Asociada a la causa anterior, en ocasiones , una amante
exigente e insatisfecha, recurre a metodos como el

chantaje emocional, amenazando con contarle todo a
su esposa, llevarle pruebas que certifiquen la existen­
cia de la relacion paralela. Usualmente tales pruebas
son fotograffas, cartas , infarmaciones clave que ella
manep.
Este es el mornento en que se aprecia con claridad
la conveniencia de evitar tales evidencias, factibles de
usarse como pruebas con su pareja oficial.
Por si acaso su am ante emplea tales amenazas , 10
primero es hacer un claro diagnostico de las reales
posibilidades de que esta amenaza la cumpla ella. Para
esto nadie mejor que usted, que conoce su caracrer y
su temperamento; quiza identifique con claridad 10
que ella sera 0 no capaz de hacer. Si su diagnostico
indica que es probable el cumplimiento de la arne­
naza, entonces adopte una estrategia conciliadora y
deliberadora. Busque un acercamiento que calme los
animos,
Dialogue con ella con mucho aplorno, intente ha­
cerla razonar y, sobre todo , si Ie parece que pueda ser
necesario , usted tambien chantajeela ernocional­
mente. Una manera de hacerlo es serialandole qu e
quienes principalmente said ran lastimados por Sll
accion (la de hacer que su esposa se entere) seran los
hijos de usted, a los que quiza en ese momento ella
tambien este vinculada senrirnentalmente (aunque no
los conozca en persona) por ser hijos suyos.
Esre metodo es casi infalible. Por mas enojada 0
molesta que este una mujer con su arnante, Ie resulta
muy diffcil elegir, conscient e y deliberadam ente,
acciones que result aran en perjuicio 0 dafio de los
hijos de este, Es algo humano , femenino.
117

116

Pasad o el mornento de mayor riesgo, busque el
mejor mo rne nto a partir d e alli, trabaje poco a poco la
actit ud d e su arnan te, intente de sviar 0 dirigir su pre­
di sp osicion hacia la ide a de co ncl uir la relacion. Esto
requerira, sin dudas, de una muy alta dosis d e pacien­
cia; pero el ben eficio ob te n ido con los resultad os bien
vale la pena. Si, p or el co n t ra rio, como fru ro de su
diagn6st ico usted co ncluye que a raiz d e su tempera­
mento 0 caract er lsti cas sim ilares su arnan te no sera
ca paz de cu m plir su amenaza, d e informarle de todo
a su par eja ofi cial , sirn plemen te alejese d e ella y d e por
co nclu ida la relacion.
En todo caso , en la ultima charla, y d e manera pre­
cavida, tambien hagala em oci o nalmente responsabl e
del dolor que sus hijos expe rirne nta rfan si ella cu m ­
pliese sus amen azas. La diferencia, en este caso, es que
el grad e de esfu erzo que in vierta en tratar de h acerle
ent ra r en raz6n a ella sera m enor que en el caso de una
muj er d e armas romar.

Cuando usted tiene una nueva amante
Como rnen cionabamos en el capitulo denominado
"C o m o ser infiel a su arn anre", no pocas veces ocurre
que en m edi o de una relacion paralela usted co noce
una tercera persona que igu almente 10 sens ib iliza y se
ace rca a ella co n todo 10 que eso implica. N o es que
sea imposibl e tener dos aman tes a la vez. Partarnos del
su p ues ro de que usted m ismo tal vez no se sien te co n
el su fic ien te tiernpo y en ergias co m o para sob rellevar
10 que en realidad sedan tres relaciones (dos paralelas
y un a oficial) .
118

Por 10 tanto, si esta fu ese Sll situacion, sed tamb ien
hora d e despedirse de su amerior ama nte y enr regarse
de Ilen o a la nueva. E n todos los casos reca m en dam os
la ca utela y 1a prudencia en el cierre de la reIac i6 n pa­
ralela amerio r. U na muj er lastirnad a 0 h erid a en SlI
am o r propio u o rgullo personal pued e tran sform arse
radicalmente de un m anse co rde riro en un a leo na
herida. Siem p re sera m ejor buscar eI di alogo y el
co rn un ac uerdo que exa cerba r animos que generen
vien tos de torrnenra.

Cuando intenta con estrategias inadecuadas
EI indi cio de que ya ha llegado eI tiempo de co nc lu ir
la relacion , es cua nd o su amame rep etidarnenre in ren ­
ta estrategias que apu n ta n a arr aparlo d efiniriva­
m ente, pero que se pueden calificar m as bien de
inadec uadas 0, en ciertos casos, hasta d e perversas.
Las est ra tegias ad ecuadas sedan acc io nes positivas,
cuyo resultado ge neran en usted una sensaci6 n de
comodidad , agr ado 0 bienest ar, es d ecir, so n saluda­
bles y buenas. Las estrategias inadecu adas so n acrua­
cio nes que m as bien representan para usted ten siones,
m ol esrias 0 incomodidades. Revisemos un p ar de
estas .
E1 primer tipo de acc iones posibl es de ser anali ­
zad as en esta 16gica se rela ciona co n un (su puesto )
em barazo. " E n esta persp ecriva, apa rece n d isrin tos
4 En esre caso, se asu me q ue el embarazo d e su arnanre, es decir,
la posibilidad d e qu e ella co nciba un hij o suyo , tien e para usred

119

slnto mas : suc esivos y rep etidos auasos en la m en s­
truacion , nause as y vo rnitos sin base real, incluso una
marcad a resistenc ia a so rneterse a ana lisis clin icos para
d escartar 0 con firrna r la existericia del em barazo, son
actos que normalm ente una am ante ejecu ta cua n do
esta empezando a q ue rer auapa r (de fini tivamente y a
cualq u ier precio) a su pareja, Este s recursos usu al­
mente los despliegan las muj eres que sabe n 0 in tuyen
la nobleza de sus ama ntes, quienes serian inc ap aces de
desen te nderse 0 no hacerse responsables d e un hijo ,
en caso de que este se co nc ibie ra dentro del vinc ulo
extraconyug al.
Cuando ellas sabe n que su am an te es muy inse nsi­
ble y sumarnen te irresponsabl e, por 10 gene ral no sue­
len echa r mana d e estos recursos.
Pero si usted es de las pe rso nas cuyas carac te risticas
individuales 10 orillan a ser bastante comprometido en
una relacion en la que arr ibe un hijo , y se percat a de
que esta ca rac rerlst ica se emplea en su contra, no 10
dude. Emp iece a buscar la manera d e ter rninar la
relacion co n esa arna n te .
Una segu nda est raregia, factible de ser d espl egad a
en este sentido , es la de simular in ten tos d e suicid io.
En efecto, aquf ten ern os ep isod ios aparente me nte
reales de ingesti on de pastill as, cortes en las mufiecas
y o tros.

una co nno tacio n negariva, ya q ue es una decisi6 n que no ha
sido ramada ent re ambos, es decir, es algo que usted no desea
(po r 10 menos no cuando ella 10 desea). Es u n hecho para el q ue
usted co nsidera qu e aun no es el tiem po correspond iente.

120

Logicamente, tales hech os son bastante at er ra­
dores, d erivando en m ultiples oc asio nes en la hosp ira­
lizaci6n d e la supuesta suicida.
Pero si logramos ver m as alla de 10 aparen te, adve r­
tirfarn os la presen cia co ntunden te de claras sefiales de
que los apa ren res in tentos fallidos en realidad era n
sim ulacros. No ren ian en el fon do la firrne decision de
cum plir el objerivo sup ues ta men te esta blecido (causar
la rnuerte de la persona).
En efec ro, tornand o algunas fo rmas usuales que eli­
gen las muj eres para in te n tar suic idarse, p od em os
d esgr an ar una por una las sefiales in di cado ras de que
aq ue llas actuacio nes en realidad eran sim ulacros.

Amenazas 0 avisos previos
Las primeras acruaciones tfpi cas de algu ien q ue esra
en p roceso de sim ular un su icid io so n las amenazas
conc retas, co m o los avisos anticipados, En este orden
se inscriben las m en ciones realizadas por una arnante,
quiza cuando discu tfa con usred , en las q ue Ie advierte
que de no co ns egu ir algun o bje tivo 0 deseo (po r ejem­
pl o , que usted se separe d e su esposa y se vaya a vivir
co n ella), ella acab ara m at andose.
So bre este aspecto se pued e aclarar: una persona
que h a torn ado la fir me d ecision de terminar su exis­
ten cia, no Ie di ce a nadie con an telacio n, justarnen te
para evitar por todos los med ios que se 10 impidan .
Mas bien, 10 que h ace es rna n te ne rlo en secrero y
busca el m ejor m o rnento pa ra cu m p lir su co metido .
C ua n do enc uentre el lu gar, me d io y rno rnenro ade­
121

cuados, silenciosamente esta persona se matara. A 10
sumo, 10 que suelen hacer algunas suicidas es dejar
una carra explicatoria de su decision. Pero alguien que
solarnente amenaza con hacerlo de manera repetida,
mas bien esta utilizando esto como un recurso para el
chantaje emocional.
Aun asi no se puede dejar de sugerir que ante tales
amenazas no seria saludable adoptar una estrategia
dcsafiante, en cuanto al cumplimiento de la misma,
consisrcnte en que usted le diga a su arnante algo asi
como: hazlo, ~a ver si te atreves? En tales casos, quiza
este desafio sed el ernpujon que una persona, cuyo
fuero interior no esta bien y que en ocasiones se des­
bordan sus impulsos, necesita para animarse a ejecu­
tar dicha amenaza.
Lo recomendable seria enfrentar esta amenaza ver­
bal, apelando al raciocinio y la cordura de la persona.
Tratar de hacerle ver que ese camino no resolved
ningun problema, y que solarnente lastimaria a mu­
cha gente (entre otros a usted, a la familia de su
amante, a sus hijos y dernas).

Cortes 0 heridas autoinfligidas
Algunas zonas del cuerpo sangran profusamente,
aunque las heridas en dichas zonas no sean graves. Las
mufiecas por ejernplo, zona de transite de venas deli­
cadas, necesitan recibir cortes en zonas bastante pre­
cisas para producir las fatales hemorragias que causan
la muerte.
Muchas personas que simulan suicidarse se practi­
can cortes en las mufiecas, siguiendo una direccion
122

paralela a las venas, antes que transversal. Esto pro­
duce una herida que sangra profusamente, pcro no
compromere de manera seria la existencia de la per­
sona, pues no afecta ni destruye de manera grave la
integridad de las venas principales. Lo misrno p llcde
acotarse sobre las heridas que se produzcan en la Zo na
del cuello.

Ingestion depastillas
Este es orro recurso suicida que algunas mujeres esco­
gen para ensayar una sirnulacion. En efecro, 10 que
suele darse en estos casos, por ejemplo, es que si las
pasrillas ingeridas son abundantes no son graves y el
contenido quimico de las mismas no resulra peli­
groso , ni siquiera toxico para las personas que las
mgleren.
Otra variante consisre en ingerir pasrillas peligro­
sas, aunque en cantidad necesaria solo para causar
ciertas rnolestias digestivas 0 estomacales, producir
perdidas del conocimiento u orras.
Finalmenre, esta el caso de la dama simuladora que
utiliza la variable riempo a su favor, cerciorandose de
ingerir la canridad exacta de una dosis que podria
resultar Ictal, pero, asegudndose de que alguien ven­
dra (quiza casualmente su arnante) y la encontrara
justo con el tiempo suficiente para gesrionar el soco­
rro medico y salvarle la vida. Como se advierre en esra
categoria, siempre se puede detectar la sefial revelado­
ra del simulacro.

123

C6MO CONCLVIR SV RELACl6N INFlEl

C

ualesquiera que sean los motivos, 10 cierro es que
estarnos en el mornento final : ha llegado la hora
de rerminar la relacion con su arnante. Tambien en
esta fase del vin culo, al igual que al inicio y a 10 largo
de todo su transcurso, es irnportante recurrir a cierras
tacticas para asegurar que la conclusion sea la mejor
posible, sin resentimienros (al menos que esros sean
los rnfnirnos posibles) y al rescate de 10 posit ive que
deja redo aquello.
Las siguientes son algunas ideas plausibles para este
proceso , que se di viden co nform e al tipo de circuns­
tancias en las qu e surge la ruptura 0 disolucion de Ia
relacion paralela.

EI fin de la relacion en circunstancias
ordinarias y extraordinarias
Estas circunstancias son por las qu e sim plemente
usred ha optado para terminar la relacion sin nin gun
morivo especial. Tal vez ha descubierto que am a pro­
fundamente a su pareja oficial: tal vez tiene orr a nueva
am an te; tal vez esra cansado de llevar una d obl e vida.
Lo concreto es que, en 10 co ncern iente a su am ante. no
existen problemas irnportantes generados pa r ella.
125

La di ficulrad d e esta sit uacio n radi ca en que debe­
m os ser m uy cu ida dosos par a evita r en 10 posible lasti­
m ar a la amame. Ella no ha hecho nada m alo que
amerite su decision d e co nc luir, Es m as, quiza ni
siq u iera espera esta decision de su part e. Por 10 tanto ,
la estra tegia par a este rip o d e circ uns rancias se deno ­
mina el proceso d e "he rvir la ran a". Es ra FIgura surge
a partir de la sab id u ria de los m onj es tibet anos,
quienes cue m an que si queremos her vir una ra na y
o p ramos por arrojarla viva en el ag ua hi rvienre, co n
roda segu rida d sal tara d esesp erada fu er a del recipieme
que co n tiene el agu a, esca pand o aterrada de su
muerte seg u ra .
La est rareg ia co ns iste en to nces en co locar la rana
en agua a temperatura am bien te y grad ua lmeme ir
a um en ran do la. E n un momento dado, qui za la rana
notara el ca m b io, pero co m o es grad ual so lo se inco­
modara un poco. D e todas m an eras perrnanecera en el
recipiente que se esta calen ta ndo , Po co ti ernpo
despues, cuand o el agua hi erva, la ran a m orira indefec­
tible e in evirablernente. Aplicad o a nuestro caso , esto
sign ifica que usred grad ualmeme puede m en cionar a
su arna nte la posibilidad de que un dia tengan que se­
pararse.
Un va ro n infiel en trevistado relat e que en los ulti­
m os tiernpos de una d e sus relaciones paralel as solfa
ten er largas y filo sofi cas co nversacion es con su aman­
teo En foc aba el tema por el lado de los llmites natu­
rales de la vida : la muerte, el fin de las esta cion es, el
dia y la noche. Lu ego , cu ando su arna n te esraba recep ­
tiva a co m p ren de r estas realida des, focalizab a el punto
en la relacion entre am bos: Ie sefialaba que tarnbien
126

ellos deberian separa rse algun dia, ya sea po r caUsas
naturales 0 por d ecision propia.
C o m o es logico, al pri ncipio esre tipo de mel1 ­
ciones incomodaban a la inrerlocurora de n uestro
em revistado, pero - agrega- l uego ella gradualmen re
asim ilaba el tema. H asta que llego el dia en qu e el po r
fin creyo que era tiernpo de planrear abie namenre el
tema. En o tras pal abras, la tactica consisre en sensibi­
lizar poco a poco a la orra persona sobre el tern a, sob re
la posibilidad de que ello aco n rezca, y finalmenre
aca bar co n una propuesra concr eta: termi nar la

relacion,
Tarnbien se recomienda resaltar siem p re eI aspecto
positive del h echo. Si bien roda sepa rac io n es dolo­
rosa p ara am bos miembros de la rela cion, co nvie ne
enfarizar en todo mornento 10 buen o que ella deja en
la vida de am bos y mostrar como aquello lleno y
llenara para siem p re (co n recuerdos) la vid a de los
am antes que se alejan .
Invite a su arnan te a alejar se de su lad o alegre­
m ente. No co n rrist eza. Pfdale que celebre tod o 10 que
usted Ie dio y que ella valo ra y aprecia. Ali enrela a q ue
gua rde todos esos maravillosos mementos pasados
co n usted en su co razon y sien ra que en riq ueceran sus
vidas para siem p re, aun cua n d o fIsicamente ya no
este n juntos.
En cu anto a los rnorivos, podria trat arse de alguna
de las causales analizadas en el apartad o d en om inado
"Cuando fin alizar la relacion con su am ante" . Podria
tr at arse de o rra clase d e acc io nes, pero la verdad es que
se trata de cu alquier tipo de conduct as 0 acciones rea­
lizad as por su arna n re y que para usred resulran inco­
127

modas, d esagr ad abl es 0 hast a ofens ivas. En tales casos,
la estraregia "he rvir la ran a" no se ap lica. Se d eb e ir
firm emenre direcro al gran o.
Cualquier per sona que hace algo malo , por un a
human a ne cesidad d e rep aracion sabe que siem p re
so brev iene n co nsecue ncias adversas d e tales ac ros: a 10
su m o , a veces nos negamos a aceprarl as, pero en el
fo ndo senr imos que las resultanres so n justas y razo­
nabl es. Esro tarnbien aplica a su amanre: si ella h ace
alguna cosa y ejecu ta un a serie de acc io nes que di s­
co rdan fuertemenre co n sus expec tativas, enro nces
usted tiene servida (si 10 desea) la oportunidad p ara
planrear co nsecue nremenre la ruptura.
C o nfron tela con sus acros (co ns umad os 0 fallidos).
Pre guntele co m o se sienre ella por h ab er he cho 10 que
hizo (y que determinan la decision suya d e co n d uir la
relacion) . Lueg o exp resele co m o se sienre usted al
resp ecro , rnuestrele que mal 10 pone eso . D espues,
p reguntele que haria ella si estuv iese en su lu gar y
us ted hi ciera algo que la lastirnasen . E nro nces afirme
que n o se t rat a d e su in cap acidad de perdonarl a.
G ar andcele que usted ya 10 hi zo. Sefi ale m as bien que
si usted perman ece a su lad o despues de 10 ocurrido,
eso irnplicaria adrnitir que ust ed goz a, necesit a 0 desea
ser lastimad o y ag red id o. Y fin al ice diciendo que eso
es algo que usted no puede recono cer po rque no es
verda d. DIgale que usted se estirna 10 su ficienre a Sl
.
..
.
.
rrusrn o como para n o permltlr que esro slga ocu rrien­
do. Sefiale co n veh emencia que esa modalidad de la
relacion no es saludab le.
Y rern at e senr enciand o que por eso deben sepa­
rar se. In sist a en esro . D Igale que no se tra ra de que
128

usted la dej a 0 aban d o na . Se tr ata de que ambos se
sep aran porque una pare ja es alga de d os, y rod o 10
que aco nrece en ella es producto de am bos.
D espues de esras palabras, es posibl e que ella se
resisra ten azmenre, induso h ast a h aga un a serie de
berrin ch es. Todo esro es previsible, p ero debe pre
p ararse m enralmenre par a escucharlas y sos renerlas.
M enrali ce que asi oc urriran y programese para
en frenrar este rnornenro. No perrnira que nad a de 10
que ella di ga 0 ac nie ie haga d esviar su d ecision de rer­
minar la relacion , so bre redo si usred aSI 10 qui ere.
Esra ultima adaracion la fo rmulamos porque tam ­
bien deb emos adrnitir la posibilidad de que ante los
descargos h echos por su amanre, usred se sens ibilice y
desee revisar su d ecision de terminar con ella. N o se
sie n ta m al en esre caso, usred es el que decide. N ad ie
podra juzgarlo por ello , ni sus amigo s, co nocid os 0
vecinos; nadie.
Esro es aSI porque la unica persona que se d uerrn e
y d esp ierta con las consecuen cias de nuest ros aeros
so m os nosorros mi smos, por tanto, nadie podra esrar
totalrnenre en nuestro lugar y juzgarnos p o r 10 qu e
d ecidimos. Solo nosotros sab emos 10 que sentimos en
d et erminadas circunstancias 0 mornenros, de ahf la de­
cisio n de que es m as convenienre para nuesrra vida .
Por ultimo, resp ec to a est a segun da circunsran cia
en la que podrfa ocurrir eI fin de Ia relacion con su
arna n re, Ie su gerimos que tr at e de aseg ura rse de que
ella se vay a 10 m ejor posibI e de su estado d e anim o.
Es ro quiere decir que aquf es igu almenre valida la
estra teg ia suge rida p ar a la circ uns ta ncia anrerior ~~
separacio n (o rd ina ria), en la que h ad amos h incapie
129

en la importancia de contrarrestar el dolor, la tristeza
o el sufrimiento, focali zando los aspectos agradables y
positives que caracterizaron la relacion.Emplee tam­
bien en estas circunstan cias los mismos argumentos.

Tres recomendaciones finales
Lleuese todo 10 que podria comp rometerlo
Una vez que usted se aleje de su amante, asegurese de
tener en cuenta y respetar una serie final de precau­
ciones que apuntan a garantizar el cierre de esta rela­
cion paralela, sin que su pareja oficial se entere. Para
ello es sumamente irnportanre que usted haga un
inventario a fondo de todas sus pertenencias, objetos
y enseres sobrantes en poder de su amante 0 deposi­
tados en el departamento que compartfan.
Asegurese de recoger, guardar, cargar y llevar cada
articulo de su pertenencia, No deje nada al azar.
Cualquier obj eto personal reconocible como suyo y
que su pareja 0 alguien vinculado con ella (fam iliares)
puedan idenrificar, sedan una peligrosa evidencia de
que algo ha pasado en ese lugar.
Haga memoria, revise cajones, busque sobre y
debajo de los armarios, debajo de la cama. No deje
rincon sin hurgar, busque objetos que podrfan
delatarlo algun dia. Ni que decir de probables fotogra­
Has de ambos paseando juntos, abrazados 0 besan­
dose. Peor aun si se trata de videos 0 fotograffas con
jescenas de sexo entre ambos! Consfgalo todo y, sin
dudar, destniyalo.

130

No es necesario que 10 haga frente a ella. PfJ aselas
y dfgale que es necesario proceder asf, que usred debe
llevarlas consigo. A 10 sumo, si usted, por raZOnes sen­
timentales, desea guardarlas en vez de destru irlas,
busque un lugar seguro en su oficina 0 cualquier orro
sitio al que solo usted tiene acceso (caja de segurid ad
en un ban co). Pero nunca, por ningun m oti ve , las
guarde en su casa.
Tampoco se las entregue a nadie en custod ia.
Nadie, ningun amigo, conocido 0 similar deb e poseer
esos mareri ales, Recuerde qu e la gente cam bia y
qui enes hoy son nuesrros In tirnos confidenres,
manana podrian querer agred irn os. Y tener en sus
manos esos elementos serfa disponer de armas rnor ­
tales para usar en contra nuestra.
En un caso extrerno, si usted deseaba gu ard ar esos
recuerdos y no tiene lugar segur o donde hacerlo,
reconsid ere su decision y deshagase de ellos. Tfrelos al
rio , en tierrelos, quernelos, destruyalos.

Corte definitivamente con la relacion
Una vez que usted se h a alejado de su amante, estarfa
dispuesto a sostener ese disranciamienro, pase 10 qu e
p ase. Por un lado , en cu anto a usted y su afioranza de
los hermosos rnornenros que pasaron juntos, asegu­
rese de encontrar alguna alternativa para llen ar ese
vado: pracrique algun deporte, dedfquese a su pareja
oficial, consfgase otra arnante, pem por ningun m oti ­
vo debe permitirse sucumbir a las trernendas ganas
qu e seguro sentira en algun mornenro de co rrer de
regreso a la cama de Sll ex am an te.
131

N o sucumba a la tentacion . Si 10 hace, estara per­
d ido. Sobre todo , porque Ie manifestara que usted no
puede vivir ni esta r sin ella 0 algo parecido . Por eso
tambien es irnp or rante q ue analice de man era obje ri­
va y co n suficiente riernpo la decision , ames de que
sea defin iriva. Pero si 10 hizo, debe sostene rla, cueste
10 que cueste.
Igu al recorn endacion se puede for m ular sobre los
casi seguros intentos que su arn ante realizara para
lograr qu e ust edes vuelvan a encontrarse, verse 0 esta r
junros. Esta es quiza la parte mas dificil: ella 10
co noce, sabe sus deb ilidades y gusros, sabe que color
de ropa interior Ie fascina a usted que ella use, qu e
com idas le agradan , que peliculas Ie arrae n, etce tera.
Probablemente usara rodos esos artilugios para
propiciar en algun mornento un nuevo enc uentro. EI
momenro no pu ede predecirse, algu nos informames
afirmaro n haber recibido una llam ada de sus ex
am ames al d ia siguieme de la rup tu ra; orr os la reci­
bieron m eses despues: 10 ciert o es qu e ust ed no debe
sorpren de rse si ella, aun habiendo aceptado la sepa­
racion, despli ega despues varios esfuerzos para que
am bos se reconcilien , 0 par 10 m en os teng an encuen­
rros furtivos y espo radicos , Recuerde: no debe cede r;
persevere y, por su seguridad, imamen ga bi en arriba el
cierre de sus pamalon es!

atiendala y recuerdele con firm e co rtesfa el acuerdo de
sepa racion al qu e llegaron. Si Ie deja mensajes en su
telefon o celular, despues de escucharlos, bOrrelos
pero no responda. Lo mismo si se los env ia a Sll bu sca ~
person as. No responda ningun m ensaje. Si le envia
cartas 0 noras, rompalas despues de leerlas. H aga co­
m o qu e nunca las recibi o. Si en alguna de estas <orn u­
nicacion es ella incluye am enazas de qu e ira a conrade
rodo a su esposa, llarnela 0 bu squ ela, pero , al cornu­
ni carse, hablele co n franqueza e insfstale en no dete­
riorar el hermoso recuerdo que represento para ambos
la relacion, No le hable en un ron a am enazanre.
Probablernente a estas alt uras, despues de repetidos
intentos, ella, com o usted, tarnbien esta rnolesra y
em ocionalm en te predispuesta, esperando recibir algu­
na serial suya qu e Ie had sen rirse hab ilirada para desa­
tar la guerra .
N o le emregu e en bandeja esta excusa. En vez de
eso, sea diplornat ico y apele a su sen tido com lin; rrate
firm em ente de hacerle entende r qu e sus presiones de­
ben cesar y que nad a que ella haga 0 am enace modi­
ficar a la realida d ni la decision qu e am bos rom aron de
cormin acuerdo.

Sugerencias operativas
Si ella llama a su oficina, d igale a su secreraria qu e de
el recado de qu e se halla en un a reunion. Si insiste,
132

133


CONClUSION

EI enfoque adoptado en este trabajo

A

1cruzar el umbral de este modesto aporte para el
11Jogro de un mejor manejo del tema de la infide­
lidad masculina por parte de sus principales prora­
gonistas, deseamos puntualizar algunos aspectos
importantes para quienes han tenido el valor de leer
hoja tras hoja estas ideas.
Como sefialabarnos en la introduccion, contraria­
mente a 10 que tal vez a mas de un lector le pueda
parecer, este no es un trabajo que alabe la infidel idad
como modo de vida, 0 valor adoptado y ensalzad o. Lo
que quisimos lograr fue reflejar una realid ad actu al,
ardua, polernica, pero realidad al fin. Consideramos
que los tiempos actuales exigen mirar de frente ciertos
temas que antes se ocultaban, negaban 0 encaraban
morbosamente. Esto nos llevo a explayarnos con fran­
queza, incluso con crudo realismo. Sentimos que en
cierto modo actuarnos como los cronistas policiales,
quienes a veces tienen el amargo deber de dar a cono­
cer a la gente informacion sobre duras y dificiles
realidades.
Pero nos atrevimos a seguir adelante, intuyendo
criticas y rechazos, barajando la posibilidad de acabar
135

siendo recepraculos de la animadversi6n de algunas
personas. No obstante, conside ramos que un a socie­
dad medi an am ente madura y sana incorpora la acep­
tac ion de la realid ad como esque ma basico de fun­
cio na rruento.
En ese sentido, antes de hacer apologia de un
modo de vida, sim plernen re sefialamos su existen cia y
buceamos en los en trere lones de manera honesta y
sincera. Para cond uir, debe tenerse presente qu e la
infidelidad de un var6n con su pareja es y sera siern­
pr e un a decisi6n person al. No es algo impuesro desde
afuera, ni algo qu e ocurre casual 0 involunrariam ente.
Es producro de un a serie de facrores qu e en cuentran
su genesis en la persona qu e elige este modo de vida .
o

0

Requerimientos de fa vida adultera
Otro sefialamienro necesario ya para conduir este
trabajo es qu e la in fidel idad es algo qu e resulr a
met6dico y planificado. Como se habran dado cuen­
ta los lectores, rod as las tacticas sugeridas po r nu esrros
entrevistados tien en en cornun la exigen cia de un a
alta merodicidad y el desarroll o de un perfil de sujero
alta rnente pre visor para ellogro de su feliz concreci6n.
Todo var6n qu e prerenda vivir impunem ente su
infidelidad ha de estar dispuesro a (y mentalizarse
para) acrua r como un a person a analftica, pr evisora y
pro fundam ente derallista. Para muchos, qu iza estas
exigenc ias sean relativam ente faciles de satisfacer. Para
otros, qu e tal vez ten fan un a perspectiva mas roma n­
tica de este modo de vida, consiste en creer qu e era
136

posible ser in fiel sin rom ar un a serie de precaucio
nes
y aun asf no ser descubieno; esras im plicaciones les
seran util es y desafiantes. Pero esta rnos en condiciones
de afirrnar qu e esta es la uni ca m anera de poder ase­
gurar la sobrevivenc ia de este modo de vinculacion y
sosrener esta opci6n de vida.

La infidelidad es un sintoma
Final me nte, no podem os dej ar de sefialar que la pre­
senc ia de episodios infiel es en la vida de cualquier per­
sona deben ser inequivocam ente recon ocidos como
sefiales de adve rtencia, como sfn to rnas de realidades
personales qu e necesiran ser honesta y profunda­
mente revisadas, de man era individual 0 con ayuda de
terceros.
En efecto, para una person a comp rometida con una
pareja oficial, aceptar 0 buscar la compafi ia de orras
parejas para lelas constituye un a d ara sefial reveladora
de qu e algo no anda bien en ese pr imer vincu lo,
llarnese mat rim onio vida en pareja. AI respecro, no
pod emos cerrar cstas reflexion es sin poner de rnani­
fiesto que para muchas person as la acep taci6n de un a
arnanre en sus vidas es un m ecani sm o defensivo que
les evira tener que asum ir de frente el hecho de que
qui za sus mat rim onies esran muert os, colapsados 0 en
cns is.
En algunos casos ocurre qu e estas perso nas rraran
de recrearse, de oxigenarse emocionalmenre con un a
arnan te, qu e act ua como valvula 0 sosren de la rela­
cio n oficial, sum inisrrando qui za colateralme nte el
137

combustible pasional que se necesita para sostener la
relacion oficial y que, tal vez, ya no se puede obtener
en esta.
Creemos, por orro lado , no contradecirnos con
estas afirrnaciones, en cuanto a 10 serialado en los ini­
cios del trabajo ace rca de la tendencia natural a la infi­
delidad existentc en las personas.
Creemos que ambos puntos de vista se cornpatibi­
lizan perfecrarnente si consideramos que una cosa son
las tendencias heredadas genericamente, que pueden
o no ser exteriorizadas, desplegadas 0 ejecutadas por
las personas; y orra cosa es la decision de que en un
momenta dado puede rornar un varon (incluso con­
trariamente a sus tendencias) vivir fielrnente, por sen­
tirse acaso plenamente satisfecho, a gusto y realizado
con su pareja oficial,
De todas maneras, tampoco podemos cerrar estas
disquisiciones sin mencionar que hay casos en los que
una conducta infiel llevara a la - a veces dolorosa­
conclusion de que uno no es feliz con su actual pare­
ja y, por 10 tanto, nos ernpujara compulsivamente
hacia decisiones vinculadas con la ruptura, la sepa­
racion 0 el divorcio.
Desde ahora me comprometo a desarrollar un libro
sobre ese diffcil proceso que constituye plantearse
gradualmente (pero con una cada vez mayor firrneza)
la inrerrogante acerca del futuro de su relacion oficial.
Barajando como opcion la delicada decision de ter­
minar con una pareja, separarse de ella 0 divorciarse.
Realrnente es un tema que requiere un nuevo enfoque
y que de verdad me gustarfa poner en sus manos,
amable lector 0 lectora. Por 10 pronto, me despido
138

cordialmente, agradezco su interes en este terna, e
imbuido de un profundo deseo de que logre usted ese
cornetido tan humano que es la busqueda de la felici­
dad personal y la realizacion existencial plen a.

139

M anual del uaron infiel. Tdcticas y sugerencias
para que no 10 descubra su pa reja, de Victor
C aballero Alvarez, fue impreso en juli o de
200 3 en UV Prim, Sur 26-A, num . 14 bis,

08 500, M exico, D.E

i NO A. LA FOTO COPIA l

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