Metodo Suzuki

Published on March 2017 | Categories: Documents | Downloads: 26 | Comments: 0 | Views: 292
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¿Qué es?
Es un método de enseñanza musical que se basa en aprender música de la
misma manera que aprendemos a hablar cuando somos pequeños. Este método
de educación del talento musical, fue desarrollado por el violinista y pedagogo
japonés S. Suzuki desde los años 40 y a lo largo de su vida.
Su validez y eficacia como método pedagógico musical, y su trasfondo de cuidado
y respeto al niño como persona, ha hecho que el método Suzuki se haya
extendido rápidamente por los cinco continentes, siendo en la actualidad una de
las principales canteras de músicos profesionales y aficionados en países con
tradición musical, como EEUU o Reino Unido. Pero este no era el objetivo final de
Suzuki, su propósito fue educar en valores a través de la música.
¿Cómo se trabaja con el Método Suzuki?
El Método Suzuki estimula las habilidades musicales del niño de edad temprana
de igual modo que los padres han estimulado y potenciado su capacidad de habla.
Los puntos claves del método son:
1. Los padres son los principales educadores y motivadores del niño.
La figura del padre/madre en este Método es de vital importancia. Uno de los
padres (el que tiene más disponibilidad de tiempo e ilusión por realizar esta
actividad junto a su hijo) aprende primero a tocar el violín/viola para, por un lado,
comprender mejor la forma de enseñanza, y por otro lado, poder ayudar a
practicar a su hijo en casa dando ejemplo y motivándole.
Tras haber adquirido cierta base musical el padre, el niño comienza a asistir a las
clases en sesiones conjuntas. De hecho, los padres asisten a todas las lecciones
del niño (individuales y colectivas) y, su papel es siempre activo y participativo en
ellas (tomar notas, etc.).
Además, crean el ambiente adecuado en su casa y ayudan a su hijo en la práctica
diaria (convirtiéndose en los “profesores”).
El objetivo es suscitar el interés y el deseo del niño ya que, el padre/madre actúa
como modelo a imitar y como potenciador de su autoestima.
2. Crear un entorno adecuado y un hábito de trabajo constante.
Es muy importante que el ambiente que rodea al niño refuerce el trabajo realizado
en clase con el profesor. Es por ello que el Profesor Suzuki anima al padre, desde
el primer día de clase, a crear un ambiente musical adecuado para su hijo.

Los padres tienen mucho que ver en los progresos de su hijo gracias a la
dedicación continua y sistemática: Los niños aprenden a convivir de forma habitual
y continua con la música ya que:
- Empiezan a ver al padre tocar el violín en casa (al principio de la formación).
- Escuchan, como música ambiental, las piezas del Método Suzuki y van
integrando las melodías.
- Practican en casa con sus padres lo aprendido previamente en clase y se van
acostumbrando a un horario y lugar fijos.
- Disfrutan de la compañía de su padre/madre y de un momento de atención
exclusiva.
- A medida que van madurando y trabajando piezas de más dificultad, son capaces
de concentrarse por más tiempo.
La asistencia a conciertos, la escucha de mucha música en casa, el visionado de
vídeos de grandes músicos y virtuosos intérpretes, etc., son factores que
despiertan el interés musical del niño.
En este ambiente, que fomenta el Método Suzuki, cada niño crece
progresivamente hacia un encuentro con su capacidad y sus habilidades y
responde en función de los estímulos que recibe de sus padres y profesor.
3. La reacción de los padres y Profesor Suzuki: la motivación y el refuerzo positivo.
Al igual que con el lenguaje, los esfuerzos del niño para aprender a tocar un
instrumento se han de elogiar y reforzar constantemente. Es muy importante que
el niño perciba una actitud positiva y entusiasta y el apoyo incondicional de sus
padres y Profesor Suzuki. La alegría, el amor y el respeto a los niños son el mejor
premio y aliciente.
4. Desarrollo de las clases: individuales y de grupo.
El currículo de nuestro proyecto educativo incluye dos tipos de clases: las
individuales (una vez por semana) y las colectivas (dos veces al mes).
- En las clases individuales se trabajan aspectos técnicos básicos necesarios para
tocar el instrumento como: la postura, el equilibrio, la independencia y
coordinación de las dos manos, el movimiento del arco, la colocación de dedos
sobre el violín, etc.

Estas lecciones consolidan las bases del denominado “Triángulo Suzuki”
conformado por el niño, padre o madre y profesor. El profesor orienta a los padres
hacia unos objetivos comunes partiendo de la situación individual de cada niño.
- En las clases de grupo el niño aprende a tocar junto a otros niños, reforzando
todo lo trabajado en la clase individual. Esta actividad desarrolla en los niños
habilidades complementarias a las de las clases individuales tales como: mirar
constantemente lo que hace el profesor, escuchar atentamente lo que tocan los
demás niños, seguir el ritmo que marque el profesor (o pianista), tocar más fuerte
o débil según dirija el profesor (o pianista), etc.
Los niños disfrutan al compartir la música con otros niños, al mostrar sus logros
musicales en público y al recibir elogios de los demás. Todo esto les anima a
practicar más en casa y a “dar conciertos” a todos sus familiares y conocidos...
Estas clases de grupo, además, preparan a los niños para sus futuros conciertos.
Aprenden cómo colocarse y distribuirse en el “escenario” (en filas y con buena
visión), a estar muy atentos al “director”, a escuchar a toda la “orquesta” (al resto
de violinistas, al pianista y demás instrumentos empleados), a tocar todos juntos al
mismo tempo y coordinados y a “saludar” mientras el público aplaude.
5. La escucha, la imitación, la repetición y el repaso: ejes del trabajo.
ESCUCHA: Los niños escuchan primero la grabación de la pieza a aprender. La
cantan con el nombre de las notas y la van integrando (con diferentes ejercicios
rítmicos) y memorizando antes de comenzar a tocarla con el instrumento.
IMITACIÓN: Los niños de 3 y 4 años comienzan a trabajar con su instrumento
imitando al profesor en clase y al padre/madre en casa (reforzando así su
desarrollo sensorial: oído, vista, tacto...).
REPETICIÓN: El Método de la Lengua Materna guía al niño mediante estímulos
repetidos para desarrollar una capacidad y hacerla propia. El principio fundamental
de esta metodología es: "la integración mediante la repetición".
REPASO: Los niños Suzuki están constantemente revisando y refinando las
piezas ya trabajadas, además de las nuevas aprendidas, tanto escuchándolas
como tocándolas.
6. Comienzo de la lecto-escritura (solfeo):
Todos asumimos con naturalidad que a los niños no se les enseña formalmente a
leer hasta que su capacidad para hablar ha quedado bien consolidada. De la
misma forma, en el Método Suzuki, los profesores esperamos a que los niños, de

3 años que comienzan con el instrumento, alcancen la edad apropiada en la cual
su cerebro está preparado (a partir de 6 y 7 años) y un nivel de destreza básico en
el manejo de su instrumento, antes de enseñarles a leer la música y de unir esta
destreza lectora a su propia interpretación del instrumento.
7. Piezas del Método Suzuki para violín: repertorio común.
Las piezas del Método Suzuki están estructuradas en 10 volúmenes (con su
respectivo CD musical). Estos libros abarcan desde los comienzos de un niño de
tres años (con piezas cortas y divertidas que atraen la atención del niño) hasta los
Conciertos en Re M y La M de W. A. Mozart (donde el nivel de técnica que se
precisa para interpretar estos conciertos es muy alto). Este repertorio común a
todos los niños Suzuki favorece la retención y concentración, además, les motiva
para avanzar gracias al deseo de tocar piezas más avanzadas que “ya tocan los
mayores”.

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