NOVENA PARA PEDIR EL AMPARO BAJO EL MANTO SAGRADO DE SAN JOSÉ PARA HONRARLO Y PEDIRLE SU PATROCINIO . Esta novena en honor de San José es llamada el Santo Manto de San José, para merecer el patrocinio de este gran santo de una manera particular y especial y a la vez tributarle honor. Es para ser recitada durante treinta (30) días consecutivos en la memoria de los treinta años de San José en compañía de Jesús , Hijo de Dios. Si por alguna razón usted no puede recitar la oración de un día en particular, usted puede compensarla al recitarla el día 30, las veces que le falto rezar la oración de la novena . Las gracias extraordinarias obtenidas por esta oración son innumerables. Por esta razón la estamos traduciendo para uso privado dentro de la pagina de Manantial Divino, el folleto se encuentra disponible en un ingles antiguo. De hecho, Santa Teresa, dijo: " Si usted quiere realmente creer en él, pruébelo recitando la novena y finalmente se convencerá." Es más eficaz esta novena cuando se hace oración por las almas del Purgatorio. Con la misma solicitud que ayudamos a secar las lágrimas de las almas que sufren, podemos esperar que San José nos ayudará a secar nuestras lágrimas en nuestras necesidades. De esta manera, La Capa Santa de San José se extiende sobre nosotros y nos servirá como un escudo contra todos los peligros que nos acechan, de modo que podamos un día , con la gracia de Dios, obtener la salvación eterna. Nuestro Señor y Nuestra Señora nos invita a amar , honrar y rezar a San José: El mismo Jesús dijo a Santa Margarita, "Me gustaría que todos los días se ofrezcan oraciones especiales a mi madre y a San José, mi más dulce guardián . "La Santísima Virgen le dijo a la Venerable Dagreda con relación a San José: "Usted debe asegurarse de aumentar continuamente su amor y dedicación a este gran santo. En todas sus necesidades, usted debe servirse de su protección, bajo todas las circunstancias usted debe animar a tantas personas como le sea posible hacia esta devoción, de hecho, lo que mi devoto esposo pide en cielo, Dios todopoderoso lo concederá en la Tierra " ORACIONES DE LA NOVENA DE LA CAPA SANTA Se debe rezar por 30 días seguidos todas las oraciones. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Jesús, María y José, yo les doy mi corazón y mi alma. (Recitar un Gloria 3 veces a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado a San José a una posición de dignidad tan excepcional.) OFRECIMIENTO
Oh Glorioso Patriarca San José, yo humildemente me postro ante ti. Ruego al Señor Jesús, a tu Esposa Inmaculada, la Virgen María, y todos los Ángeles y los Santos en la Corte Celestial, que me acompañen en esta devoción. Te ofrezco este Manto precioso, mientras que prometo mis más sinceras fe y devoción. Me comprometo a hacer todo en mi poder para honrarte a lo largo de mi vida para probar mi amor por ti. Ayúdame, San José. Asísteme ahora y durante toda mi vida, pero especialmente en el momento de mi muerte, como tu fuiste asistido por Jesús y María, para unirnos un día en el Cielo y allí honrate por toda la eternidad. Amén. II Oh Glorioso Patriarca San José, postrado, delante de ti y de tu Divino Hijo, Jesús, te ofrezco, con sincera devoción, este precioso tesoro de la oración, siendo siempre consciente de las numerosas virtudes que adornan tu sagrado ser. En ti, Oh Glorioso Patriarca, se cumplió el sueño de tu precursor del primer José, que de por sí parece haber sido enviado por Dios para preparar el camino para tu presencia en esta tierra. De hecho, no sólo te ha rodeado con el esplendor luminoso de los rayos del Sol Divino, de Jesús, sino que también tú fuiste espléndidamente reflejado en la brillante luz de la luna mística, la Santísima Virgen María. Oh Glorioso Patriarca, si el ejemplo del anciano Jacob, quien fue personalmente a felicitar a su hijo predilecto, que fue exaltado en el trono de Egipto, sirvió para traer a todos sus descendientes allí, acaso no, deben el ejemplo de Jesús y María, que te honran con su mayor respeto y confianza, servirme para llevarme a mi tu fiel devoto, que me presente a ti con este Manto precioso en tu honor. Concédeme, oh Gran San José, que Dios Todopoderoso pueda a su vez dirigir una mirada benévola hacia mí. Pues el ancestral José no rechazó a sus hermanos culpables y crueles, sino más bien los acepto con amor y protección y los salvó del hambre y la muerte, te lo suplico, Oh Glorioso Patriarca, a través de tu intercesión, que el Señor nunca me abandone en este exilio de valle de dolores. Haz que él siempre me nombre como uno de sus fieles siervos que viven tranquilos y seguros, bajo el patrocinio de tu Manto Santo. Haz que yo pueda vivir siempre dentro de la protección de este patrocinio, todos los días de mi vida y sobre todo en el momento en que respire mi último aliento. ORACIONES Yo te saludo oh Glorioso San José, tú que estás encargado de invaluables tesoros del Cielo y la Tierra y eres el Padre adoptivo de Aquel que nutre a todas las criaturas del universo. Tú eres, después de María, el Santo más digno de nuestro amor y devoción. Tú solo, por encima de todos los Santos, has sido elegido para ese honor supremo de la crianza, orientación, de proveer la alimentación e incluso abrazar al Mesías, a quien tantos Reyes y Profetas habrían deseado mirar. San José, salva mi alma y obtén para mí de la Divina Misericordia de Dios la petición que te ruego humildemente _________. Y para las almas del Purgatorio, concédeles un gran alivio en su dolor. (Recitar un Gloria 3 veces a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado de San José a una posición de dignidad tan excepcional.) II Oh poderoso San José, tú fuiste proclamado patrono de la Iglesia Universal, por lo tanto, yo pido tu auxilio, por encima de todos los otros Santos, como el mayor protector de los afligidos, y te ofrezco bendecir incontablemente tu generosísimo corazón , siempre dispuesto a ayudar en cualquier necesidad.
A ti, oh Glorioso San José, vienen las viudas, los huérfanos, los abandonados, los afligidos, los oprimidos. No hay dolor, angustia o agonía que no hayas consolado. Dígnate, te ruego, utilizar en mi nombre los dones que Dios te ha dado, hasta que a mi también me concedas la respuesta a mi petición y que las almas benditas del purgatorio, rezen a San José por mí. (Recitar un Gloria 3 veces a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado de San José a una posición de dignidad tan excepcional.) III Innumerables son aquellos que te han rezado a ti antes que yo y han recibido consuelo y paz, gracias y favores. Mi corazón, tan triste y doloroso, no puede encontrar reposo en medio de esta prueba que me acosa. Oh Glorioso San José, tú sabes todas mis necesidades, incluso antes de que las pronuncie en la oración. Tú sabes lo importante que esta petición es para mí. Me postro ante ti mientras suspiro bajo el peso del problema que se enfrenta a mí. No hay corazón humano en el cual puedo confiar mi dolor, y aunque me encuentre a un ser compasivo que estaría dispuesto a asistirme, todavía no podría ayudarme. Sólo tú puedes ayudarme en mi dolor, San José, y te ruego escuches mi súplica. Acaso No ha dejado Santa Teresa escrito en sus diálogos que el mundo debe siempre saber "Todo lo que pidáis de San José, lo recibiréis." Oh San José, consolador de los afligidos, ten piedad de mi tristeza y compadécete de las pobres almas que ponen en ti tanta esperanza en sus oraciones. (Recitar un Gloria 3 veces a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado de San José a una posición de dignidad tan excepcional.) IV Oh Sublime Patriarca San José, a causa de tu perfecta obediencia a Dios, intercede por mí. Por tu santa vida llena de gracia y de méritos, escucha mi oración. Por tu nombre dulcísimo, ayudeme. Por tus lágrimas santísimas, confórtame. Por tu siete dolores, intercede por mí. Por tus siete alegrías,consuélame. De todo mal del cuerpo y del alma, líbrame. De todos los peligros y desastres, sálvame. Ayúdame con tu poderosa intercesión y obtenme, por tu poder y misericordia, todo lo necesario para mi salvación y en particular el favor que ahora te presento con gran necesidad _________ . (Recitar un Gloria 3 veces a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado de San José a una posición de dignidad tan excepcional.) V Oh Glorioso San José, son innumerables las gracias y favores que has obtenido para las almas afligidas. Asistes a los Enfermos de cualquier naturaleza, ayudas a los oprimidos, perseguidos,
traicionados, privado de todo consuelo humano, incluso aquellos que necesitan del pan de vida- ---todos los que implora tu poderosa intercesión son consolados en su aflicción. Oh querido San José, no permita que yo sea el único de todos los que has apelado a ti, a quien niegues esta petición que yo tan ardientemente te suplico. Demuéstrame incluso a mí, tu bondad y generosidad, para que pueda gritar en acción de gracias, "¡Gloria eterna a nuestro Santo Patriarca San José, mi gran protector en la Tierra y el defensor de las Almas Santas en el Purgatorio." (Recitar un Gloria 3 veces a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado de San José a una posición de dignidad tan excepcional.) VI Eterno Padre, que estás en el cielo, por los méritos de Jesús y María, te ruego me concedas mi petición. En el nombre de Jesús y María, me postro ante tu presencia Divina y te ruego que aceptes mi súplica llenas de esperanzas para perseverar en la oración para que pueda ser contado entre la multitud de aquellos que viven bajo el patrocinio de San José. Extiende tu bendición sobre este precioso tesoro de las oraciones que ofrezco hoy a él como prenda de mi devoción. (Recitar un Gloria 3 veces a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado de San José a una posición de dignidad tan excepcional.) SUPLICAS en honor de la vida oculta de San José con Jesús y María San José, ruega para que Jesús pueda entrar en mi alma y me santifique. San José, ruega para que Jesús pueda entrar en mi corazón e inspirarme con la caridad. San José, ruega para que Jesús pueda entrar en mi mente y me ilumine. San José, ruega para que Jesús pueda guiar mi voluntad y la refuerce. San José, ruega para que Jesús pueda dirigir mis pensamientos y purificarlos. San José, ruega para que Jesús pueda guiar mis deseos y dirigirlos. San José, ruega para que Jesús pueda mirar mis acciones y extienda sobre mi sus bendiciones. San José, ruega para que Jesús me inflame de amor por él. San José, solicita de mi parte a Jesús la imitación de tus virtudes. San José, pide de mi parte a Jesús un verdadero espíritu de humildad . San José, pide de mi parte a Jesús mansedumbre de corazón. San José, pide de mi parte a Jesús la paz del alma. San José, pide de mi parte a Jesús el santo temor del Señor. San José, pide de mi parte a Jesús un deseo de perfección. San José, pide de mi parte a Jesús una dulzura de corazón. San José, pide de mi parte a Jesús un corazón puro y caritativo. San José, pide de mi parte a Jesús la sabiduría de la fe. San José, pide de mi parte a Jesús su bendición en la perseverancia de mis buenas obras. San José, pide de mi parte a Jesús la fuerza para llevar mis cruces. San José, pide de mi parte a Jesús el desprecio por los bienes materiales de este mundo. San José, pide de mi parte a Jesús la gracia de caminar siempre en el camino angosto hacia el Cielo. San José, pide de mi parte a Jesús la gracia de evitar toda ocasión de pecado. San José, pide de mi parte a Jesús un deseo santo de la felicidad eterna. San José, pide de mi parte a Jesús la gracia de la perseverancia final.
San José, no me abandones. San José, ruega que mi corazón nunca deje de amarte y que mis labios nunca dejen jamás de elogiarte. San José, por el amor que le tienes a Jesús, haz que yo pueda aprender a amarlo. San José, amablemente aceptame como tu fiel devoto. San José, yo me entrego a ti, acepta mis ruegos y escucha mi oración. San José, no me abandones en la hora de mi muerte. Jesús, María y José, yo les doy mi corazón y mi alma. (Recitar un Gloria 3 veces, a nuestro Padre Celestial en acción de gracias por haber exaltado a San José a una posición de dignidad tan excepcional.) INVOCACIONES A SAN JOSÉ Acuérdate, oh purísimo esposo de María y mi amadísimo guardián, San José, que jamás se ha oído decir que alguno de los que han implorado tu protección y pedido tu ayuda, ha sido dejado sin consuelo. Animado con esta confianza, acudo a ti con todo el fervor de mi espíritu, me encomiendo a ti. No desprecies mi súplica, oh Padre Adoptivo del Salvador, antes bien, dígnate recibirla favorablemente y concedérmela. Amén. II Glorioso San José, esposo de la Santísima Virgen María y virginal padre de Jesús, guárdame y vela por mí, llevame por el camino de la gracia santificante, presta atención a las necesidades urgentes que ahora te pido que envuelvas dentro de los pliegues de tu manto paternal. Aparta de mi los obstáculos y las dificultades que se encuentran en el camino de mi oración y concede que la feliz respuesta a mi petición puede servir para la mayor gloria de Dios y mi salvación eterna. Como prenda de mi eterna gratitud, me comprometo a difundir la noticia de tu fama, mientras que dar gracias al Señor por tener tanta bendición de tu poder y maravillas en el Cielo y la Tierra Recitar las letanías de San José Señor, ten piedad, Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad, Cristo, ten piedad. Cristo, óyenos, Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos. Dios Padre celestial, Ten piedad de nosotros. Dios Hijo Redentor del mundo, Dios Espíritu Santo, Santa Trinidad, un solo Dios, Santa María, Ruega por nosotros San José, Esposo de la Madre de Dios, Custodio de la Virgen, Padre Adoptivo del Hijo de Dios, Solícito defensor de Cristo, Jefe de la Sagrada Familia, José justo José casto
José prudente José fuerte José obediente José fiel José pobre José paciente Modelo de los trabajadores Ejemplo de amor al hogar Amparo de las familias, Consuelo de los que sufren, Esperanza de los enfermos, Abogado de los moribundos, Protector de la Santa Iglesia, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ten misericordia de nosotros Oración Oh Dios que con inefable providencia te dignaste elegir al bienaventurado José por esposo de tu Madre santísima: te rogamos nos concedas que merezcamos tener en los cielos por intercesor, al que en la tierra veneramos por protector: Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén V. San José, haz que vivamos una vida inocente, R. Asegurada siempre bajo tu patrocinio.
ORACIÓN FINAL DE LA CAPA SANTA Oh Glorioso Patriarca San José, tú que fuiste elegido por Dios por encima de todos los hombres para ser la cabeza terrenal de la más santa de las familias, te ruego que me acepten en los pliegues de tu manto sagrado, que llegues a ser el guardián y custodio de mi alma. A partir de este momento, yo te elijo como mi padre, mi protector, mi consejero, mi Santo Patrón y te ruego que custodies mi cuerpo, mi alma, todo lo que soy, todo lo que poseo, mi vida y mi muerte. Mírame como uno de tus hijos; defiéndeme de la traición de mis enemigos, visibles o invisible, ayúdame en todo momento en todas mis necesidades, consuélame en las amarguras de mi vida, y especialmente a la hora de mi muerte. Di tan solo una palabra a mí favor al Divino Redentor a quien tú fuiste considerado digno de sostenerlo en tus brazos, y ser digno de la Santísima Virgen María, tu castísima esposa. Pide para mí las bendiciones que me llevarán a la salvación. Inclúyeme dentro de los más queridos por ti y yo te demostraré que soy digno de tu especial amparo . Amén. ORACIÓN A SAN JOSÉ A ti clamamos en las tribulaciones, Oh Bendito San José, suplicamos con confianza tu protección, después de la de tu santísima esposa, la Virgen María.
Por ese enlace sagrado de devoción que te unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios, y por el amor paternal que prodigaste al niño Jesús, te pedimos echar una mirada sobre los dones celestiales que el Divino Redentor ha obtenido para toda la humanidad a través de su Preciosa Sangre y por tu poder y misericordia, ayúdanos en nuestras necesidades. Oh Santo protector de la Sagrada Familia, protégenos a nosotros los niños de nuestro Señor Jesucristo, mantén lejos de nosotros los errores y males que corrompen el mundo, ayúdanos desde el cielo en nuestras luchas contra los poderes de las tinieblas. Como tú una vez protegiste al Divino Niño de la crueldad del edicto de Herodes, ahora defiende la iglesia y mantenla segura de todos los peligros y amenazas, reparte sobre todos nosotros tu Santo amparo , para que siguiendo tu ejemplo y con la ayuda de tu guía espiritual , todos podamos aspirar a una vida virtuosa, una muerte santa y asegurar para nosotros la bendición de la felicidad eterna en el Cielo. Amén. Recuerde orar por las almas del Purgatorio : Para ello usted puede rezar el Santo Rosario, o La Coronilla de la Divina Misericordia , etc o cualquiera de las oraciones que se encuentran en este enlace: ORACIÓN PARA LAS ALMAS DEL PURGATORIO Dios omnipotente, Padre de bondad y de misericordia, apiadaos de las benditas almas del Purgatorio y ayudad a mis queridos padres y antepasados. A cada invocación se contesta: ¡Jesús mío, misericordia! Ayudad a mis hermanos y parientes. Ayudad a todos mis bienhechores espirituales y temporales. Ayudad a los que han sido mis amigos y súbditos. Ayudad a cuantos debo amor y oración. Ayudad a cuantos he perjudicado y dañado. Ayudad a los que han faltado contra mí. Ayudad a aquellos a quienes profesáis predilección. Ayudad a los que están más próximos a la unión con Vos. Ayudad a los que os desean más ardientemente. Ayudad a los que sufren más. Ayudad a los que están más lejos de su liberación. Ayudad a los que menos auxilio reciben. Ayudad a los que más méritos tienen por la Iglesia. Ayudad a los que fueron ricos aquí, y allí son los más pobres. Ayudad a los poderosos, que ahora son como viles siervos. Ayudad a los ciegos que ahora reconocen su ceguera. Ayudad a los vanidosos que malgastaron su tiempo. Ayudad a los pobres que no buscaron las riquezas divinas. Ayudad a los tibios que muy poca oración han hecho. Ayudad a los perezosos que han descuidado tantas obras buenas. Ayudad a los de poca fe que descuidaron los santos Sacramentos. Ayudad a los reincidentes que sólo por un milagro de la gracia se han salvado. Ayudad a los padres que no vigilaron bien a sus hijos. Ayudad a los superiores poco atentos a la salvación de sus súbditos. Ayudad a los pobres hombres, que casi sólo se preocuparon del dinero y del placer. Ayudad a los de espíritu mundano que no aprovecharon sus riquezas o talentos para el cielo. Ayudad a los necios, que vieron morir a tantos no acordándose de su propia muerte. Ayudad a los que no dispusieron a tiempo de su casa, estando completamente desprevenidos para
el viaje más importante. Ayudad a los que juzgaréis tanto más severamente, cuánto más les fue confiado. Ayudad a los pontífices, reyes y príncipes. Ayudad a los obispos y sus consejeros. Ayudad a mis maestros y pastores de almas. Ayudad a los finados sacerdotes de esta diócesis. Ayudad a los sacerdotes y religiosos de la Iglesia católica. Ayudad a los defensores de la santa fe. Ayudad a los caídos en los campos de batalla. Ayudad a los sepultados en los mares. Ayudad a los muertos repentinamente. Ayudad a los fallecidos sin recibir los santos sacramentos. V. Dadles, Señor, a todas las almas el descanso eterno. R. Y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz. V. Que en paz descansen. R. Amén. MODO DE PRACTICAR ESTA PIADOSA DEVOCIÓN CIEN RÉQUIEM Para hacer este ejercicio, cada uno puede servirse de un rosario común de cinco decenas, recorriéndolo dos veces para formar las diez decenas, o sea la centena de Réquiem. Se empieza rezando un Padrenuestro y después una decena de Réquiem en esta forma: Dadles, Señor, el eterno descanso y haced lucir sobre ellas vuestra eterna luz. En cada cuenta grande se dirá la jaculatoria y ofrenda siguientes: JACULATORIA Almas santas, almas purgantes, rogad a Dios por nosotros, que nosotros rogaremos por vosotros para que El os dé la gloria del paraíso. OFRENDA Padre eterno, os ofrecemos la sangre, pasión y muerte de Jesucristo, los dolores de la Santísima Virgen y los de San José, por la remisión de nuestros pecados, la libertad de las almas del Purgatorio y la conversión de los pecadores. En seguida se rezan la segunda y demás decenas de Réquiem sobre las cuentas pequeñas, repitiendo la jaculatoria y la ofrenda sobre cada cuenta grande. Acabadas las diez decenas, o sea la centena de Réquiem, se rezará la siguiente oración: Salmo 129 ¡Desde lo más profundo clamo a ti, Señor! ¡Señor, oye mi voz! ¡Estén tus oídos atentos a la voz de mis súplicas! Si mirases, Señor, nuestras iniquidades, ¿Quién podría subsistir, oh Señor? Mas en ti hay propiciación, y teniendo en cuenta tu ley, en ti espero: Mi alma espera en su palabra: mi alma espera en el Señor! Desde el amanecer hasta la noche espera, Israel, en el Señor. Porque con el Señor está la misericordia. Y con El la abundante Redención. Y el redimirá a Israel de todas sus iniquidades. Encomendémonos ahora a las almas del Purgatorio y digamos:
¡Almas benditas! nosotros hemos rogado por vosotros que sois tan amadas de Dios y estáis seguras de no poderlo más perder: rogadle por nosotros miserables que estamos en peligro de condenarnos para siempre. ¡Dulce Jesús, dad descanso eterno a las benditas almas del Purgatorio! Santa Catalina de Bolonia dejó escrito, que muchas veces se obtiene más fácilmente las gracias que deseamos por medio de las almas buenas que están el purgatorio, que por la intercesión de los santos. Recuerde, cualquier cosa que haga para ayudar a las Almas del Purgatorio es un Acto de Caridad Las almas que están en el purgatorio son almas santas que se salvaron por la gracia de Dios pero que sus almas no están completamente en estado de pureza para entrar a la presencia de Dios , por lo que están siendo limpiadas por el fuego purificador , muchas personas piensan que el sacrificio de Cristo en la Cruz las exime de la responsabilidad de sus malas acciones aquí en la tierra y viven una vida desordenada o lejos de Dios , algunas almas por este descuido se auto condenan eternamente es por esto que Jesús les dice a los que eran cristianos-creyentes: apartaos de mi porque no les conozco, ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!" (Mt 7:21-23), por otro lado están los hombres y mujeres cristianos que vivieron mas o menos una vida santa pero no en total perfección ya todos estamos siendo llamados a la Santidad PERFECTA . Estos son los que van al purgatorio para ser purificados de toda mancha que les ha dejado los pecados perdonados. El pecado deja consecuencias que deben ser reparadas , como cuando ustedes lavan una ropa pero aun le queda la mancha, esa mancha debe de ser borrada para estar en la presencia de Dios , es por esto que en el purgatorio por medio del fuego esta mancha o manchas tiene que ser totalmente limpiadas. Si se puede evitar ir al purgatorio viviendo en perfecta santidad aquí en la tierra muchos de nuestros hermanos del Pueblo Santo nos han dado testimonio de que si es posible vivir en Perfecta Santidad . Todos estamos llamados a ser Santos y todos tenemos la oportunidad de lograrlo aquí mismo en la tierra. Parecería algo injusto pero la misma Biblia nos dice que seremos juzgados por nuestros actos . Por lo tanto esto quiere decir que quienes viven en santidad son dignos de la Cruz de Cristo, quienes viven una vida desordenada y en rebeldía con Dios mismo quien nos ha ordenado obedecer las escrituras pues se engañaría una persona que viven como enemigo de Dios que sea recompensada por Dios. Solo por medio de arrepentimiento y de un propósito de enmendar la vida y poner de nuestra parte para vivir en Santidad. A veces escuchamos a los hermanos separados protestantes esta herejía, y justifican todas sus malas acciones con el Poder de la Sangre de Cristo , pero ellos mismos se engañan , ya que esto es contrario a las Escrituras. Por eso la sorpresa que se llevan a los que el mismo Jesús rechaza ellos se habían auto justificado y pensaban que eran dueños del cielo ,cuando le reclaman a Jesús , acaso no comimos contigo, etc. Porque todos tenemos que presentarnos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o lo malo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo. 2 Corintios 5: 10 Entonces querido hermano no te dejes engañar pensando que el purgatorio y el infierno no existen , es una trampa del enemigo para tenerte ocupado en tus pecados y que te conviertas verdaderamente de corazón a Dios! "Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho" Ap 22:12 Si con nuestra oraciones hacemos que una de esas almas llegue a la presencia de Dios nos estará eternamente agradecida, e interceda ante Dios por nosotros, mientras que todavía.
Y Recitar las letanías de San José Señor, ten piedad, Señor, ten piedad. Cristo, ten piedad, Cristo, ten piedad. Cristo, óyenos, Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos. Dios Padre celestial, Ten piedad de nosotros. Dios Hijo Redentor del mundo, Dios Espíritu Santo, Santa Trinidad, un solo Dios, Santa María, Ruega por nosotros San José, Esposo de la Madre de Dios, Custodio de la Virgen, Padre Adoptivo del Hijo de Dios, Solícito defensor de Cristo, Jefe de la Sagrada Familia, José justo José casto José prudente José fuerte José obediente José fiel José pobre José paciente Modelo de los trabajadores Ejemplo de amor al hogar Amparo de las familias, Consuelo de los que sufren, Esperanza de los enfermos, Abogado de los moribundos, Protector de la Santa Iglesia, Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ten misericordia de nosotros Oración Oh Dios que con inefable providencia te dignaste elegir al bienaventurado José por esposo de tu Madre santísima: te rogamos nos concedas que merezcamos tener en los cielos por intercesor, al que en la tierra veneramos por protector: Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén V. San José, haz que vivamos una vida inocente, R. Asegurada siempre bajo tu patrocinio. Oración por las almas del purgatorio: Amorosísimo San José, que tan tiernamente amas a Jesús, y tan vivamente sentiste la privación de su presencia cuando se perdió en el Templo, te encomiendo con fervor a las Santas Almas que, lejos de la amable presencia de Dios, están padeciendo en el Purgatorio.
Oh Santo Patriarca, se su consuelo en aquel lugar de penas y expiación, dígnate aplicarles los piadosos sufragios de los fieles, particularmente los míos. Constituyéndote su intercesor para con Jesús y María y rompe con tu poderosa oración sus cadenas, para que puedan ascender al seno de Dios y gozar de la felicidad eterna. Amén